Cuál es el camino más viable para la salida de Nicolás Maduro

La oposición presentó su hoja de ruta con cuatro alternativas para desplazar al Presidente en Venezuela. El Tribunal Supremo de Justicia, aliado incondicional del gobierno, se prepara para frustrarlas

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 AP 163
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Una enmienda constitucional para acortar el mandato presidencial de seis a cuatro años, un referéndum revocatorio para destituir al presidente, una Asamblea Constituyente y la convocatoria a movilizaciones populares para presionarlo a renunciar. Éstos son los cuatro mecanismos estipulados por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para conseguir el gran objetivo que se fijó en 2016: que Nicolás Maduro deje el poder.

La presentación de esta "hoja de ruta", el pasado martes 8, generó sorpresa y confusión en parte de la opinión pública. Que el plan era forzar la salida del mandatario era algo sabido. Pero nadie esperaba que, en vez de acordar un método entre las distintas facciones de la oposición, apostaran por todos juntos a la vez.

Cómo coordinarán las cuatro vías de acción es aún una incógnita. Lo único seguro es que cada una generará muchas discusiones con el gobierno, que está dispuesto a resistir como sea. Y es muy probable que todas choquen con sus principales baluartes: el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y las Fuerzas Armadas.

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¿Por qué la oposición apura la salida de Maduro?

Es el primer interrogante a develar, porque en un país normal, los opositores esperarían a las próximas elecciones presidenciales para disputarle el poder al gobierno. Pero claro, Venezuela se aleja cada vez más de la normalidad.

"Hay algunos indicadores sumamente graves. Por ejemplo en la salud, donde no se publican datos sobre las enfermedades que se están padeciendo, como zika, dengue y chikungunya. Hay muchísimos problemas en los hospitales, la escasez de medicamentos ronda entre el 70 y el 80%, y hay gente que no puede seguir con sus tratamientos oncológicos. Venezuela va camino a una epidemia de cáncer por esta situación", contó la historiadora Margarita López Maya, profesora de la Universidad Central de Venezuela, consultada por Infobae.

"La falta de alimentos está provocando penurias muy fuertes"

"La falta de alimentos también está provocando penurias muy fuertes —continuó—. La leche es un bien que desaparece, y las colas para acceder a ella, al arroz o a la harina para hacer la arepa, que es el pan venezolano, son de tres a cuatro horas. La única manera de conseguir estos bienes esenciales es a través del mercado negro, tres, cuatro o diez veces por encima de su precio".

Esta verdadera hecatombe económica y social no es nueva. Tiene por lo menos tres años, desde la asunción de Maduro, y se agrava día a día. ¿Qué hace el gobierno? Insiste en las mismas políticas que fracasan una y otra vez, y desoye cualquier propuesta de la oposición, incluso luego de la derrota del 6 de diciembre.

Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional Reuters 163
Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional Reuters 163

"Maduro está muy entercado en que el problema es que hay una guerra económica, un diagnóstico que es falso. Por eso buena parte de las medidas que toma no llevan a ninguna parte. La incapacidad del gobierno para sostener un programa creíble que permita salir de la crisis hace perfectamente legítimo ejercer presión para que se ponga a un lado", dijo López Maya.

A esta crisis hay que sumar un argumento más, de enorme trascendencia: si bien el Gobierno aceptó formalmente el triunfo opositor en los comicios, y permitió la conformación de la nueva Asamblea Nacional (AN), hace todo lo posible por desconocerla. ¿Cómo? Gracias al TSJ, que está integrado en su mayoría por ex funcionarios y personajes íntimamente ligados al chavismo, nombrados de forma totalmente irregular. Con sus fallos bloqueó las principales iniciativas del cuerpo legislativo y llegó a pasar por encima de la Constitución al prohibirle controlar a los otros poderes del Estado. Un golpe institucional no muy bien disimulado.

"El Gobierno es incapaz de sostener un programa creíble que permita salir de la crisis"

No obstante, a pesar de que cuenta con elementos para justificar su decisión de pedir la salida del presidente, puede que no sea lo más inteligente. Sobre todo por la manera en la que fue presentada la hoja de ruta.

"La declaración de la MUD me causó confusión, porque el éxito que se había logrado se debía a la unidad de acción: todo el mundo sacrificaba su propia perspectiva por una común. Lo que se aprobó es la negación de eso. La oposición se ha dejado chantajear por los radicales. Hasta ahora no había ocurrido, pero en este caso parece que se impusieron a la postura más constitucional", explicó el sociólogo Carlos Raúl Hernández, profesor de la Universidad Central de Venezuela, en diálogo con Infobae.

 AFP 163
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La viabilidad legal de las propuestas

"De las tres vías legales, la más firme es el referendo revocatorio, porque la Constitución es muy clara al respecto", dijo López Maya.

Efectivamente, es algo que deja sin argumentos al gobierno para decir que la oposición es golpista y destituyente, porque el propio Hugo Chávez incluyó la figura del revocatorio en la reforma constitucional de 1999. Incluso se sometió a uno en 2004 y lo ganó con comodidad. Con lo cual, si Maduro quisiera ser consecuente con su mentor debería garantizar su realización.

"De las tres vías legales, la más firme es el referendo revocatorio"

Pero después de perder por tanto margen unas elecciones clave, es imposible que esté dispuesto a aceptar un referéndum para que la gente decida su continuidad. Esta herramienta tiene otro problema: para convocarlo hay que juntar las firmas del 20% del padrón electoral en sólo tres días, una proeza si se tiene el aparato estatal en contra. Además, quien certifica que esté todo en regla es el Consejo Nacional Electoral, que está en manos del oficialismo.

Bastante más endeble desde el punto de vista jurídico es la enmienda constitucional para acortar el mandato presidencial. La AN tiene la potestad de realizarla con mayoría simple, y en principio no habría nada cuestionable en modificar la duración de los cargos. El problema es que la propuesta supone aplicarla sobre la presidencia actual de Maduro, no sobre la que venga después. El gobierno tendría muchos elementos para argumentar que eso es ilegal.

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Para Allan Brewer-Carías, doctor en derecho y profesor de la Universidad Central de Venezuela, la alternativa más viable es la tercera. "En la situación actual de confrontación de todos los Poderes Públicos contra la AN recién electa, para solucionar integralmente la crisis institucional en Venezuela, debe pensarse en la fórmula constitucional de la convocatoria de una Asamblea Constituyente", dijo a Infobae.

Según el letrado, este proceso permitiría "transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución, desalojando de los poderes a quienes lo han tenido secuestrado durante los últimos tres lustros".El artículo 348 de la Constitución establece que la puede convocar directamente la AN con el acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes, o lo puede hacer la ciudadanía con las firmas de un 15% de los electores inscritos. Luego tiene que ser sometida a un referéndum para ser aprobada.

"Para solucionar la crisis institucional debe pensarse en la convocatoria de una Asamblea Constituyente"

"Para que el objetivo de su convocatoria sea viable en la actual coyuntura, esa Asamblea Nacional Constituyente no tiene que ser un cuerpo que deba posteriormente ser electo en paralelo a la actual AN. Debería ser la actual AN, recién electa y que representa la voluntad popular, la que asuma la tarea constituyente, integrándose además, para esas funciones, por ejemplo, con un número adicional de constituyentistas (40 por ejemplo). En esa fórmula no habría que proceder a una elección popular de miembros de la Asamblea Constituyente. Bastaría el referendo de la convocatoria", explicó Brewer-Carías.

La viabilidad política

Más allá de las consideraciones legales de la hoja de ruta, hay que tener en cuenta los límites establecidos por la realidad del contexto político vigente para evaluar las chances de éxito de cualquier propuesta. Hernández fue drástico en ese sentido: "En el fondo, todas las opciones son inviables, porque deben pasar por un grupo de activistas del gobierno llamado TSJ", sentenció.

Si los tres caminos institucionales planteados fracasan porque el máximo tribunal encuentra alguna excusa para declararlos nulos, sin importar cuán amparados en la Constitución y en la Ley puedan estar, pareciera que la única alternativa que le queda a la oposición es la calle. El supuesto sería que Maduro no podría soportar demasiado tiempo si manifestaciones masivas se sucedieran semana a semana para pedir su renuncia. Sin embargo, esta misma estrategia fracasó en 2014, y no hay razones para pensar que ocurriría algo distinto ahora.

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"Decir que la población va a estallar es algo imprevisible, tengo mis dudas. Porque el país está muy militarizado y la represión es muy fuerte. El Gobierno se ha colocado por encima del Estado de derecho, y la gente está muy asustada. No veo las condiciones para que se produzca un estallido. ¿Cuánto puede durar esta situación? No me atrevo a decir, pero puede arrastrarse un tiempo más", aventuró López Maya.

Teniendo en cuenta todas estas variables, es altamente probable que fracase el plan de dar salida a Maduro. Por eso, si la MUD juega todas sus fichas en esa apuesta, puede pagar un costo demasiado alto y, quizás, favorecer la desesperada resistencia chavista.

Frente a esto, Hernández propuso dejar en suspenso cualquier plan que busque expresamente el desplazamiento del presidente, y concentrarse en seguir acumulando poder. "La única alternativa real son las elecciones de gobernadores (previstas para diciembre de 2016). Creo que si la oposición se propusiera ganar en el 90% de los estados, sería un golpe casi definitivo contra el gobierno, un vaciamiento casi total de su poder", concluyó.