Tabaré Vázquez cumplió un año como presidente en medio de un fuerte desgaste político

El mandatario uruguayo reconoció que 2015 fue un "año difícil en el que se afrontaron grandes desafíos". Sólo el 28% de la población aprueba su gestión

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 EFE 163
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El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, cumplió el primer año de su segundo mandato (2015-2020) en medio de un fuerte desgaste que, según las encuestas, ha derivado en que la aprobación de su gestión haya caído desde el 78% inicial hasta el 28% en 2016.

El propio presidente reconoció este martes, durante un discurso emitido por radio y televisión a todo el país con motivo del primer aniversario de su asunción presidencial, que el 2015 fue un año "difícil" en el que se afrontaron "grandes desafíos, tanto internos como externos".

No obstante, Vázquez, quien ya presidió el país con anterioridad entre 2005 y 2010, afirmó que, "pese a esas dificultades", Uruguay mantuvo su rumbo.

El presidente se refirió en su discurso a las protestas laborales que, en el marco de las primeras rondas de negociación del Consejo de Salarios, cristalizaron en una huelga general el pasado 6 de agosto, cuando apenas llevaba seis meses al frente del Gobierno.

El presidente se refirió en su discurso a las protestas laborales

Uno de los reclamos que se hicieron en aquella ocasión fue para que el país se retirara de la negociación del tratado internacional de liberalización de servicios conocido como Tisa, lo que finalmente ocurrió.

"En materia de inserción internacional, el Gobierno perdió una oportunidad y se retiró del Tisa porque internamente no logró apoyo", explicó a EFE Ignacio Munyo, analista económico y director del Centro de Economía de la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo.

Sobre ese tema, el senador del opositor Partido Independiente Pablo Mieres dijo que esa "claudicación" en materia de economía internacional se debe a la influencia que tiene en el funcionamiento interno del Frente Amplio -la coalición de izquierdas gobernante- el sector más afín al ex presidente José Mujica (2010-2015).

En la misma línea, el senador del también opositor Partido Colorado Pedro Bordaberry señaló que este ha sido un año "difícil para Vázquez" debido en gran medida a la "herencia" recibida de Mujica, tanto en aspectos económicos como sociales, estos últimos vinculados principalmente a la educación.

Tabaré Vazquez reconoció que el 2015 fue un año "difícil"

En cuanto a los económicos, Bordaberry aludió a la gestión de la principal compañía pública uruguaya, la petrolera y cementera Ancap, que abrió el debate sobre la gestión de las empresas públicas debido a la apertura de una investigación parlamentaria sobre su dirección entre 2000 y 2015 al conocerse su millonario déficit.

Este episodio supuso un elemento de desgaste para el Gobierno, que en un principio no aceptó la renuncia del presidente de la petrolera, José Coya, y que recientemente nombró a Marta Jara como su relevo.

El desgaste principal por este acontecimiento recayó en la figura del vicepresidente, Raúl Sendic, que fue el titular de Ancap entre 2010 y 2013.

Por otro lado, Munyo subrayó como la principal conquista de Vázquez en este año el mantenimiento de la confianza de los mercados internacionales, algo que facilita la financiación externa.

"La inversión extranjera sigue mirando con atención a la economía uruguaya. La inversión extranjera es crítica, ya que fue uno de los principales motores de crecimiento (económico) en los últimos años", explicó Munyo.

Asimismo, Bordaberry destacó la mejora de las relaciones con los países de la región, especialmente con Argentina tras la elección de Mauricio Macri como presidente, algo que, en su opinión, ha abierto "posibilidades" a que se avance en esa relación bilateral y en las del Mercosur con la Unión Europea, que negocian un acuerdo de libre comercio desde hace años.

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En los últimos doce meses Vázquez también ha tenido que lidiar con una crisis en el sector educativo, que vivió un elevado número de paros parciales y totales para pedir más presupuesto y mejores condiciones salariales, ante lo que se decretó una limitación de los derechos de huelga que crispó aún más el ambiente.

A ello se sumó que en este primer año de Gobierno dimitió el director nacional de Educación, Juan Pedro Mir, y posteriormente renunció el viceministro de dicha cartera, Fernando Filgueira, justo cuando Vázquez se encontraba de gira por Francia y Japón entre octubre y noviembre de 2015.

El aumento de la inflación -que cerró 2015 en el 9,44 %-, la devaluación del peso uruguayo -un 32,7 % en el último año con datos actualizados este martes- y la reducción de las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) -1,4 % para este año frente al 2,2 % del pasado octubre- han acabado por disminuir el apoyo ciudadano a la gestión de Vázquez.

Uno de los argumentos expuestos por el oficialismo para defender su gestión económica, como indicó a EFE el senador oficialista Rafael Michelini, es que "Uruguay sigue creciendo en una región que decrece".

La última encuesta sobre el apoyo a la gestión de Vázquez indicó que el 28% de los uruguayos desaprueba el desempeño de su presidente.