"Sin inversión en educación y tecnología no hay desarrollo posible"

Lo afirmó en InfobaeTV el embajador de Corea del Sur Choo Jong Young, quien destacó el interés de los gobiernos y las empresas de su país en esas áreas. Alertó además sobre la amenaza nuclear de Corea del Norte y recordó la relación del papa Francisco con monjas coreanas del barrio Flores

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—Corea del Norte ya hizo seis lanzamientos de misiles de largo alcance. Eso es una preocupación muy grande. No solamente para el pueblo surcoreano sino también para la comunidad internacional. Ese lanzamiento es una amenaza muy grande a la seguridad de Corea del Sur, especialmente teniendo en cuenta que Corea del Norte ya desarrolló varios misiles de corto, mediano y largo alcance y también avanzó mucho en el desarrollo de armas muy sofisticadas. El misil de larga distancia puede alcanzar Norteamérica más allá de Japón y Alaska. Además, el lanzamiento del misil por parte de Corea del Norte es una rotunda violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Estas provocaciones muestran un desprecio claro por el poder y las funciones del Consejo de Seguridad de ONU por parte del régimen norcoreano. Parece que Corea del Norte considera al Consejo de Seguridad como un tigre de papel. Creo que es un insulto no sólo a un organismo de Naciones Unidas sino también a toda la comunidad internacional. Asimismo, tenemos una preocupación adicional, que Corea del Norte transfiera partes y tecnología de armas de destrucción masiva a grupos terroristas.

—Corea del Norte ya hizo cuatro ensayos nucleares 2006, 2009, 2012 y en enero de este año. En su propia constitución, Corea del Norte anuncia que es un país que posee la bomba nuclear. Es por esto que pensamos que poseen bombas nucleares, que es un hecho establecido. Creo que hay distintas razones para esto. Primero, Corea del Norte quiere desviar la atención de las quejas y descontento de su propia población. La situación de Corea del Norte se está deteriorando, por lo cual el Estado no puede ofrecer comida a su pueblo. Ya hace mucho tiempo que el sistema de racionamiento ha colapsado. Segundo, la posesión de armas nucleares pone a Corea del Norte en un lugar ventajoso a la hora de sentarse a la mesa de negociación con Corea del Sur, Estados Unidos, Japón e incluyendo a China. Tercero, el desarrollo de armas de destrucción masiva es una buena forma de ganar dinero extranjero por la venta de tecnología y partes. Cuarto, es una estrategia para mantener su sistema comunista. Creo que hay más elementos, pero quería enfatizar que el régimen de Kim Jong-Un busca al mismo tiempo construir sus arsenales nucleares a la vez que busca el desarrollo económico, lo cual es imposible en su contexto: él no es consciente de los límites que la pobreza de recursos de Corea del Norte le imponen.

—Creo que ningún gobierno o país puede garantizar la seguridad del pueblo surcoreano. Es por esto que el gobierno tiene que prepararse para la amenaza del lanzamiento de misiles de largo alcance de Corea del Norte. Será muy costosa la construcción de un sistema antimisiles. No queremos gastar vastos recursos financieros para la defensa. Preferiríamos que se reduzca la amenaza de Corea del Norte y destinar dichos recursos al desarrollo económico y al bienestar del pueblo surcoreano pero el régimen de Kim Jong-un nos empuja a construir un sistema antimisiles.

—En la diplomacia o específicamente en la relación con un régimen autoritario se necesita tanto de "palos" como de "zanahorias". El actual gobierno surcoreano, cuando inició sus funciones en febrero de 201,3 estableció una política que se llamó proceso por la confianza hacia Corea del Norte. Esta política está compuesta por dos ejes que necesita: primero, seguridad y luego, diálogo para fomentar la confianza con el gobierno de Corea del Norte. Corea del Sur efectuó muchas sugerencias de cooperación pero Corea del Norte respondió con su cuarto ensayo nuclear y su sexto lanzamiento de misil. Ellos despreciaron la buena voluntad de nuestro gobierno. Ahora también agotaron la paciencia tanto de Corea del Sur como de la comunidad internacional y el régimen de Corea del Norte sigue amenazando a la seguridad internacional. Por lo tanto, ahora la comunidad internacional necesita mostrar una posición dura contra las provocaciones de Corea del Norte.

En la península coreana actualmente hay dos tragedias. La primera es el hecho de que haya diez millones de coreanos que quisieran reunirse con sus familiares separados por la guerra de Corea. Esta es una cuestión humanitaria. Los ancianos por su avanzada edad envejecen y mueren sin poder volver a ver a sus familiares. Quisiera que el régimen de Kim Jong-un escuche las palabras de los familiares separados en vez de invertir en armas nucleares. La segunda tragedia es el éxodo de norcoreanos que escapan del régimen opresivo de Corea del Norte. Ellos pasan a la noche la frontera con China por presiones políticas, dificultades económicas, etc. Lamentablemente, no todos ellos logran llegar a Corea del Sur y es por eso también que espero que llegue pronto la reunificación de ambas Coreas.

-Creo que hay dos razones. Corea del Sur es un pais de cristianismo, casi 33 por ciento del pueblo coreano es cristiano, y especialmente católico. Eso creo que influyó en la sección. Otra razón es que el Papa Francisco cuando estaba en Argentina tenía mucho contacto con monjas coreanas, en Flores, y él está muy informado sobre la cultura coreana.

—Ya tuve la chance de hablar con ella en dos oportunidades: en ocasión de la visita de nuestro enviado especial a la inauguración presidencial y también en la recepción que ofreció el presidente Macri para el cuerpo diplomático. Ahora, estoy pidiendo una reunión de trabajo con la Canciller. Como sabemos, la Sra. Canciller ha trabajado alrededor de dos años con el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, quien también es coreano. Ella tiene mucha información sobre mi país y el pueblo y la cultura coreanas. Con ella, tenemos una buena oportunidad de promover la relación bilateral entre Corea y la Argentina.

—Actualmente viven 30 mil coreanos en la Argentina, la mayor parte de ellos dedicados a la industria textil; producen alrededor de 2 mil millones de dólares de volumen de negocios. Ellos ocupan un tercio de las tiendas del barrio textil alrededor de la avenida Avellaneda en el barrio de Flores. Numerosos profesionales, médicos, abogados, etc. emergieron de la comunidad coreana. Recientemente tuvimos una noticia muy buena, un joven coreano ha sido nominado como subsecretario en el Ministerio de Cultura de la Nación. El año pasado se celebró el 50° aniversario de la llegada de inmigrantes coreanos a la Argentina. Se organizaron más de 40 eventos, tanto académicos como culturales, recordando esta fecha en todo el país. Particularmente, hicimos un gran evento en el Parque Chacabuco que convocó a más de 100 mil personas, tanto coreanos como argentinos. Los inmigrantes coreanos son muy agradecidos por la generosa bienvenida que tanto el pueblo como el gobierno argentinos les dieron. Estoy seguro que los inmigrantes coreanos pueden contribuir al desarrollo nacional de Argentina y ofrecer el valor agregado a la sociedad argentina utilizando sus característicos trabajo duro e inteligencia.

—Por último, Corea del Sur es un país que siempre es señalado como ejemplo por su gran desarrollo económico en un corto período de tiempo. ¿Cuál es la clave de este éxito?
—Creo que hay muchas razones, y es natural que todo el mundo tenga curiosidad del desarrollo economico en tan corto plazo. Corea es uno de los países que invierten más cantidad en capacitacion humana, y es uno de los paises que más invierte en la educacion de sus hijos. Hay una gran inversión en ciencia y tecnología, en investigación y desarrollo, tanto del Estado como de las empresas, y sin inversión en esas áreas no hay desarrollo posible. También hay un movimiento espiritual muy importante, y un espíritu de cooperación compartido que hace que progresar sea más fácil.