Una inédita cirugía cardíaca salvó la vida de un bebé en el vientre de su mamá

El pequeño padecía una malformación en el corazón y tenía pocas posibilidades de sobrevivir. Médicos del Hospital Garrahan y del Italiano lo operaron en la semana 30 de gestación y Victorio nacerá el 2 de febrero

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 Prensa Garrahan 162
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Cuando las personas son capaces de eliminar las barreras que separan lo público de lo privado en pos de un objetivo superior, generalmente el resultado es positivo. Es que si se unen conocimiento y experiencia, sin importar de qué ámbito proviene, (casi) nada puede salir mal.

Esa fue la experiencia que le tocó atravesar a Noelia Ortega, quien con apenas 29 años (el fin de semana cumplió 30) y en una ecografía de rutina de su embarazo, se enteró, allá por las 20 semanas de gestación de Victorio, de que algo no andaba bien en el corazoncito de su bebé.

Luego de varios estudios complementarios y de que el especialista de Pergamino –de donde es oriunda Natalia– la contactara con el Hospital Garrahan, llegó el diagnóstico: hipoplasia de ventrículo izquierdo con doble salida arterial del ventrículo derecho y restricción del foramen oval. Además de la malformación que provocaba la dilatación de las venas pulmonares y alteración de la función cardíaca, una estructura dentro del pequeño corazón se estaba cerrando; cuando eso ocurre, la sangre que va de la placenta al corazón del bebé no puede fluir y el feto corría altísimo riesgo de morir.

La única opción era la quirúrgica. Operar el corazoncito de Victorio, que en ese momento medía cuatro milímetros, era la única alternativa para salvarle la vida.

Especialistas del Hospital Garrahan y del Hospital Italiano realizaron una inédita cirugía de intervencionismo fetal a un bebé con una malformación cardíaca

Y ahí fue que los especialistas que atendían a la mamá en el Hospital Garrahan se contactaron con sus pares del Hospital Italiano de Buenos Aires, donde realizan intervenciones cardíacas fetales desde 2005, aunque el de Natalia se trató del primer procedimiento de este tipo en el ámbito de la terapia cardíaca intervencionista fetal en el país.

"Existen muy pocos centros en el mundo que realizan este tipo de intervenciones. El Hospital Italiano de Buenos Aires es uno de ellos y realiza intervenciones cardíacas fetales desde 2005, especialmente valvuloplastias aórticas o pulmonares", coincidieron los doctores Lucas Otaño y Pablo Marantz, de la Unidad de Medicina Fetal de ese centro médico.

Sin embargo, este fue el primer caso de una septostomía auricular –apertura del tabique interauricular– que se realizó en el país y, a su vez, la primera intervención cardíaca fetal en un hospital público pediátrico de la Argentina. "Sin duda, el espíritu de trabajo multidisciplinario entre el Hospital Garrahan y el Hospital Italiano, que cuenta con la mayor experiencia en terapia fetal en el país, permitió dar este paso trascendental, abriendo auspiciosas expectativas de proyectos colaborativos de excelencia para beneficio de los niños por nacer", indicó Claudia Cannizzaro, responsable del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal del Hospital Garrahan.

En la cirugía participó de forma interdisciplinaria un equipo de 23 profesionales de ambas instituciones, entre obstetras, cardiólogos, neonatólogos, anestesiólogos, hemodinamistas e instrumentadores.

 Shutterstock 162
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"No era un trabajo sencillo y para eso nos unimos al centro de más experiencia en el tema", agregó Cannizzaro, en referencia a sus colegas del centro médico privado.

La intervención consistió, entonces, en la perforación del tabique interauricular para detener o disminuir la progresión de los cambios vasculares pulmonares en el feto y promover un mejor estado de salud y chances de tratamiento en el recién nacido.

"Hacer intervencionismo fetal no es sencillo. Se trabaja en el feto a través de la panza de la mamá. Hay que atravesar la piel, el útero, entrar a la cavidad amniótica y llegar al corazón del bebé, que en ese momento medía cuatro milímetros. Recién allí, uno tiene una chance de entrar al corazón del bebé", describió Cannizzaro.

Natalia cursa actualmente la semana 34 del embarazo y se prevé que Victorio nazca a término por cesárea programada en el Hospital Garrahan. La neonatóloga enfatizó que, de no practicársele el procedimiento, el bebé tenía escasas posibilidades de sobrevivir, ya que presentaba una cardiopatía compleja con alta morbimortalidad posnatal.

Si no se le realizaba el procedimiento, el bebé tenía escasas posibilidades de sobrevivir, ya que presentaba una cardiopatía compleja

La decisión de realizar la operación fue tomada por el equipo médico de ambos hospitales y en consulta con expertos en intervencionismo cardíaco fetal de instituciones como el Boston Children´s Hospital, el Children´s Hospital of Philadelphia y el Hospital de Corocao, de San Pablo.

"Todo el proceso fue consentido por la familia, a quien se le informó de los beneficios y los riesgos del procedimiento tanto para la mamá como para el niño por nacer, así como las complicaciones y la gravedad de la malformación que presenta el bebé", destacó Cannizzaro, quien remarcó a su vez el compromiso del equipo de salud para extremar las medidas de seguridad para la madre y el feto.

El nacimiento de Victorio se espera para el 2 de febrero y los médicos ya le adelantaron a la mamá que el pequeño deberá volver a ser operado a poco de nacer.

Sin dudas, su nombre vaticina la "victoria" que su caso representa para la medicina nacional. Su antecedente será bienvenido por los "Victorios" que vendrán.