Hernán Iglesias Illa: "Desmitifico objetos 'de derecha' para lectores progre"

El escritor y actual funcionario macrista, autor de aplaudidas crónicas sobre Wall Street, Miami y Sarmiento, habló con Infobae sobre su nuevo libro, que cuenta las intimidades de la campaña de Cambiemos

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Llegué de a poco. Conocía a Marcos (Peña) hace mucho tempo, y también tenía otros amigos en el PRO que se iban acercando y diciéndome que me sumara, como decimos nosotros. Pero vivía afuera, entonces era una idea complicada. Hasta que en un momento, hace dos años ya casi, se alinearon los planetas y decidí volver a la Argentina para trabajar en la campaña y la fundación Pensar.

A mí desde el principio me gustaron muchas cosas del macrismo, sobre todo la manera de encarar las políticas publicas, de tratar de buscar soluciones concretas a problemas concretos.

La principal novedad fue tratar de tener una conversación lo más uno a uno posible con los electores. Creemos que eso fue una gran diferencia. La política tradicional se hace a través de dirigentes, muchas veces se hacen pactos o acuerdos electorales, y se supone además que un dirigente viene con sus votos. En parte fue eso lo que nos recomendaron que hiciéramos con Sergio Massa, que tenía un par de millones de votos en la provincia de Buenos Aires que nos iban a poder ayudar mucho. Parecía una aritmética muy fácil, sumarnos a él para derrotar al kirchnerismo, pero nosotros no lo veíamos así. Y no hicimos eso. Ademas creo que tenemos un entendimiento mas contemporáneo sobre el elector. Creemos que la gente vota como se la da gana, que no tiene lealtades estables como sí quizás tenía en otro momento, que vota por una combinación de intereses y de reacciones emocionales ante los candidatos. y que hay que hablarles en su idioma y cómo ellos quieren hablar de política.

Sí, en algunas cosas conceptuales y algunas herramientas.

Sí, en general fue así. Obviamente cuando surgen malas noticias eso hace que te replanteés cosas, y a veces hay momentos que parece que lo que estás haciendo no está sirviendo y sentís que hay que pegar un sacudón, pero nos mantuvimos todo el año enfocados, disciplinados y coherentes a pesar del vendaval que había alrededor.

Bueno, sí y no. Por un lado, nosotros somos un partido con muy poca experiencia, ningún presidente había ganado las elecciones sin ser del PJ o la UCR en muchísimo tiempo, eso es sorprendente. Al mismo tiempo, sabíamos que estábamos bien posicionados para ganar, que era una posibilidad real.

Creo que todos sentimos después de la primera vuelta, incluso el Presidente, que los favoritos éramos nosotros y que si perdíamos era por culpa nuestra. Pasamos de estar abajo 2 a 0 e intentar remontar, a de repente estar ganando, lo que obviamente nos generó mucha presión.

Creo que es una parte muy genuina del libro, cuento la cocina de lo que yo viví. Obviamente hubo diferencias de opinión y peleas durante la campaña, aunque en algunas discusiones que cuento en el libro quité algún que otro nombre porque lo que me interesaba era retratar la diferencia de opiniones conceptuales, no hacer el desnudo de una interna.

—Ahora que sos funcionario del Gobierno, ¿cómo sigue tu carrera de escritor?

—No lo sé, no me lo estoy preguntando mucho. Una de las cosas buenas de cumplir 40 es que estás menos apurado y empezás a ver tu vida con más paciencia. Si me toca dejar de escribir libros por unos años, porque tengo que hacer esto que me toca hacer ahora, dejaré de escribir, a pesar de que es lo que más me gusta hacer y es un oficio al que le estoy encontrando la vuelta.

¿Le ves a este libro una conexión con respecto a tus anteriores crónicas?
En broma digo que mis cuatro libros son desmitificaciones de objetos de "derecha" para lectores progre: Wall Street, Miami, Sarmiento, Macri.

¿Te molesta que los sectores culturales en general sean tan hostiles con Macri?
No.

¿Por último, ¿sabés si alguien del Gobierno leyó tu libro? ¿Tuviste algún comentario de Marcos Peña o Durán Barba?
Sí, varios, y los comentarios en general han sido muy positivos. Jaime se volvió una especie de promotor del libro.