Nancy Dupláa: "Apoyo la cabeza en la almohada tranquila"

La popular actriz habló con Infobae sobre su más reciente proyecto "La Leona", la controversia en torno al boicot de la novela y su militancia política. "Extraño a Néstor y Cristina Kirchner", reconoció

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—Más allá de los quilombos que tuvimos, lógicamente, primero, porque es mi marido y, segundo, porque tiene que dividirse entre el actor y el productor. El productor siempre tiene objetivos distintos al actor. En este caso, aprendió a llevar muy bien las dos cosas. Lidió bastante entre una cosa y la otra y tenerme a mí como esposa y como actriz de la telenovela. Desde ese lugar él fue aprendiendo a manejar un poco las energías y yo también.

—La verdad es que más o menos y mucho no nos importa. Nosotros llevamos el laburo a casa, hablamos en casa del laburo. Los chicos opinaban. Se iban los chicos y seguíamos hablando de laburo. Después mechábamos hablando de otras cosas. Fuimos un poco ensayando en el momento, teniéndonos mucho respeto y tratando de tener más paciencia de la normal, de la que teníamos el uno para con el otro y para los pibes después, al llegar a casa.

—Sí, claro. En la previa nos pudimos meter, Pablo [Echarri], yo y Martín Seefeld, involucrar en la creatividad, en el desarrollo de los personajes, en los vínculos entre ellos y cómo podían ser las historias. Ese lugar fue apasionante y no nos pasa nunca en la televisión a los actores.

—Eso es bastante apabullante, porque iba a salir la novela el año pasado y sale ahora. Vos ves los televisores lo que están mostrando y es absolutamente calcado de lo que vamos a contar nosotros. Por eso te digo, está como angelada la cosa.

—No, porque se grabó el año pasado. Sí, se escribió el año pasadísimo aparte. Un año antes.

—El afuera uno no lo puede cambiar, en ningún sentido, y el afuera para la persona que es conocida es más difícil de sobrellevar. Hay cosas que son muy duras, y como si nosotros no fuéramos personas normales, que nos hacen doler determinadas cuestiones, entonces aprendí a trabajar mucho ese dolor. Tratar de que ese dolor no sea tan fuerte y fortalecerme interiormente. Eso para mí es un trabajo a realizar todos los años desde hace mucho tiempo.

—No me afecta. No me afecta en lo emocional. No me hace dudar, doler, asustarme. Me asustaría no poder llevarlo, tener un Twitter y estar chusmeando todo el tiempo lo que dicen de mí, contestando, sentirme perseguida, porque hay, por supuesto, un montón de gente que me detesta, porque me detesta. O porque también les contaron que nosotros hicimos cosas non sanctas con el dinero de los argentinos y un montón de fantasías más que no voy a subestimarlas si ellos creen eso o les contaron eso. Yo con eso no puedo hacer absolutamente nada. Solamente seguir mi vida para adelante, apoyar la cabeza en la almohada tranquila, como la apoyo siempre y decirle a aquella persona que no lo quiere ver que no lo vea. Se están perdiendo una novela que está buenísima. Hay gente a la que le pasa algo muy fuerte, un motor fuerte para su vida, porque por ahí no le pasa otra cosa. No tiene otro motor fuerte. Entonces lo que les cuentan, para ellos, desde su lugar, es justo. Ellos creen que no tienen que ver nuestra novela, porque nosotros somos ladrones. Desde ese lugar, vos los entendés, porque decís: "Hay alguien que les contó que...".

—Jamás, jamás, jamás. Esta fortaleza, esta plenitud que yo tengo internamente me hace hacer que mi convicción sea cada vez más grande. El encontrar una convicción en la vida de uno no es para cualquiera, no le pasa a cualquiera. A muchas de estas personas lo que les pasa también es que no entienden que uno tiene una convicción verdadera para un proyecto de país que va por este camino.

—Muchísimo, con profundidad la extraño. Como lo extraño a Néstor Kirchner, con profundidad. Pero tengo una buena sensación igual en mi cuerpo, de continuidad, de despertar. Algo va a pasar.

—De ellos no me pasa nada, porque cada uno hace lo que puede. De mí no me da miedo. Miedo era lo que pasaba, las persecuciones que había en la década del setenta, donde literalmente te mataban y te reventaban a toda tu familia. Gracias a Dios, eso no pasa. Hay actitudes que son bastante parecidas a esa reacción, por las cosas que te dicen o de la forma en que te lo dicen son como una maldad visceral que a mí no se me ocurriría hacerlo con nadie ni con nada, aunque odie. No lo podría hacer. Entonces desde ese lugar lo que hace es seguir fortaleciendo mi convicción para adelante.

—No, porque su cara volvió a estar como la de Pablo, su pelo. Lo otro era entrar en un juego que siempre es para mejor para una pareja, si te animás a jugarlo.

—No, no es normal. Es una mezcla de un montón de cosas. Pero la primordial es que te pase. Tener ganas de estar con ese alguien, aunque aparezcan las cosas feas, aunque aparezcan las contradicciones, las dudas, las crisis. Todo eso.

—Las certezas, yo tengo la misma certeza de querer compartir todo con él. Me gusta él. La paso bien con él. Eso es un motor para cuando aparecen las cosas negativas.

—Hay instancias. Al principio yo, porque para mí fue nuevo salir con un pibe que provocaba tantas cosas en las mujeres, era el besador apasionado profesional. Los dos primeros años fueron raros con eso. Pero hay etapas, hay etapas donde yo me siento un poco mejor y él va un poco más atrás y son los celos justos y necesarios para alimentar la relación. Yo soy mujer, por ahí exploto más; viste que los hombres la manejan un poco mejor.

—No. Primero por el terror de encontrarme algo. Prefiero no pasar ese momento. Después, cuando bajo de esa cosa, no me aporta nada. Nada bueno.

—No, cero. Soy re buena. Él es más malo que yo.

—De todo tipo. Me gusta el placer, comer, tomar, bailar. Todo eso de placer, de gozar, me encanta.

—Sí.

—No, nos quedamos acá.

—No.

—Algunos.

—Soy bastante verdadera, suelo decir la verdad. Confronto con la verdad. No peleo, soy tranquila, pero siempre voy con la verdad. Cuando no me vienen con la verdad, me subleva un poquitito. Pero en general lo que más me molesta es el mal humor. Mujer que ha tenido mal humor y que lo combatí. Sí, sí.

—Momentos en los que no me sentía completa con mi vida. No estaba plenamente feliz. Trabajando en esto todavía, porque yo empecé a trabajar de un día para el otro, mucho rating, los fans, todo eso. Yo venía de un barrio muy bajo, pobre, en donde ganar plata era "mmm", es medio garca este si gana plata. Entonces había cierta culpa entre lo que se empezó a generar a mi alrededor. Todo ese ínterin fue de muy poco disfrute, pudiendo haberlo disfrutado muchísimo más.

—Sí, es bravo.

—Sí, generalmente a la mañana, pero tiene algo, es un tipo que está pensando todo el tiempo en cómo va a entrar la plata, en qué vamos a trabajar, está todo el tiempo... Por eso justifico que sea un poco así. Pero lo está corrigiendo, no se queda en eso.

—Un ADN, una energía vital. Todavía la siento igual. Esa energía está intacta. Me cuesta lidiar con muchas cosas del medio, de lo que el medio propone, pero ya no me peleo. Lo acepto

Agradecimiento: ?Romina Sala, Peinado y Maquillaje. TW: @RSimagensocial