Removieron a siete comisarios generales de la cúpula de la Policía Bonaerense

Lo dispuso el ministro de Seguridad. La medida se adoptó tras el hallazgo de los Lanatta y Víctor Schillaci

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Se concretaron las especulaciones: tras la fuga, comenzó la purga. El gobierno de María Eugenia Vidal anunció hoy el pase a retiro obligatorio de siete comisarios generales que integraban la cúpula de la Policía Bonaerense. Los policías desplazados encabezaban las superintendencias de Seguridad, Seguridad Vial y Suministro.

Los efectivos desplazados son: Miguel Ángel Maccario (Superintendencia de Seguridad de San Martín-Tres de Febrero); Oscar Eduardo Terminiello (superintendente de Seguridad Interior Centro); Gabriel Alejandro Lamónico (superintendente de Seguridad Interior Sur); y Miguel Ángel Alanís (superintendente de Seguridad Oeste).

La lista abarca, también, a Claudio Marcelo Blanco (superintendencia de Seguridad); Claudio Alejandro López (director provincial de Suministro); y Rubén Alberto Lobos (responsable de la Superintendencia de Seguridad Vial).

El anuncio, efectuado en un comunicado del Ministerio de Seguridad, confirma los rumores que abundaron a lo largo del día. Los trascendidos, finalmente concretados, apuntaban al malestar que había en el seno del gobierno bonaerense con la fuerza tras el escándalo que desató el escape de Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci de la cárcel de General Alvear.

Desde el mismo momento en que se produjo la fuga, las autoridades provinciales y también nacionales sugirieron que había complicidad de la policía con los evadidos, aunque evitaron apuntar nombres o cargos. A lo largo de la búsqueda, que se extendió 15 días y terminó en Santa Fe, funcionarios de las mismas esferas adelantaron que habría consecuencias por lo que no dudaron en calificar como fallas.

El escape, primero, y el operativo, después, estuvieron atiborrados de idas y vueltas y procedimientos que no condujeron a nada. Integrantes del gobierno provincial debieron hacer un esfuerzo para disimular por esos días la desconfianza que reinaba en la gobernación con el accionar de la fuerza. Hoy, ya con los tres evadidos de nuevo tras las rejas, las secuelas se hicieron efectivas.