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La cárcel de General Alvear de la que se fugaron tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez fue inaugurada en el año 2000.
La Unidad 30 del Servicio Penitenciario Bonaerense es de régimen cerrado, se ubica aproximadamente a 250 kilómetros de Capital Federal, y una de sus principales características es que allí los delincuentes pueden terminar sus estudios primarios y secundarios.
El lunes 5 de abril de 2010, dos presos limaron la traba de seguridad de la celda 17 del pabellón 6 y lograron llegar a la vía pública sin ser descubiertos por los agentes. Para salir, rompieron los alambres de seguridad y finalmente con sábanas se colgaron por encima del muro que define el perímetro carcelario. Según los reportes de la prensa, antes de irse, lograron robar dos armas que estaban en una garita donde no había nadie. "Seguramente hubo una falla en la seguridad interna del penal" dijo ese día Gustavo Marcos, por entonces intendente de Alvear.
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La ciudad más cercana a la prisión, General Alvear, tiene más de 10 mil habitantes, y la principales actividades económicas de la zona son la ganadería y la agricultura. Además de la crianza de abejas y conejos.
La Unidad 30 ocupa un predio de 64 hectáreas, la capacidad es de 1.500 reclusos y el muro cuenta con doce casetas de seguridad, una cada cien metros.
Además de actividades como un café literario, un taller de teatro y uno de artesanías, en la cárcel funcionan la Escuela Primaria de Adultos 703 y la Escuela de Educación Media 3. También hay un taller de Voley.
Una investigación publicada en el sitio platense La Tecla, en julio fueron procesados dos ex jefes de Depósito de la Unidad 30 por desviar el destino de la carne que era para los internos.