Barcelona fue demasiado para River. La lógica primó por sobre la hazaña. El elenco español justificó en el campo de juego todos los elogios que cosechó y dejó en claro la diferencia que hay con el resto de los rivales. En el Internacional de Yokohama goleó 3-0 a los de Gallardo sin despeinarse y alcanzó el título de campeón del Mundial de Clubes, el 20º a nivel internacional a lo largo de su historia.