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El striptease de Kim Basinger, de 33 años en ese entonces, para un sexy Mickey Rourke, de 35, al ritmo de You Can Leave Your Hat On de Joe Cocker es una de las escenas más sensuales que se recuerden de la pantalla grande. Gracias a su papeles en el filme Nueve semanas y media, ambos actores llegaron a la fama en 1986.
El tiempo pasó y 29 años más tarde de su estreno, los leyendas sexuales de Hollywood están irreconocibles.
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El chico rebelde del cine de los 80 se alejó de los sets de filmación y se dedicó a su otra pasión: el boxeo. El galán comenzó a sufrir las consecuencias físicas de este deporte y las peleas comenzaron a notarse en su rostro.
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El nominado por la Academia sufrió varias fracturas en la cara, lo que lo llevó a pasar varias veces por el quirófano. Ese fue el comienzo de su obsesión por las cirugías. Hoy, a los 63 años, poco queda de ese hombre que conquistó a millones de mujeres en todo el mundo. Está desfigurado y tiene un aspecto desalineado.
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Su atractiva compañera de reparto, Kim Basinger, también abusó del bisturí y del bótox, pero no tanto como él. En las últimas imágenes, a la ganadora del Oscar, de 61 años, se la ve con el rostro plastificado.