Amor en tiempos de inflación: ¿cuánto se gasta en una cita?

Seducir a una chica puede ser muy costoso. En esta nota, la particular mirada de una periodista de Infobae que escucha a diario los lamentos de sus hermanos

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Ser la hermana de dos varones me convirtió desde chica en una especie de infiltrada en el mundo masculino. El otro día, el soltero de ellos me escribió preocupado por Whatsapp. "No sabés, anoche me gasté tres lucas. Esto de salir con una mina es un presupuesto, pero valió la pena". Lo de "las tres lucas" fue un poco exclusive y hasta excesivo (se lo dije), pero bueno, sus gustos siempre fueron algo refinados, ¡exquisitos!

"Si salgo con una chica que me gusta, no me molesta gastar porque quiero pasarla y que la pase bien", me dijo bastante convencido, aunque un poco le seguía doliendo el bolsillo. De hecho, una de las razones por las que abandonó hace unos años la casa de mi madre fue porque era más redituable alquilar un depto en buena zona y concretar ahí los encuentros con sus pretendientes. Buena comida casera y un vino antes que salir por la City a reventar las tarjetas o vaciar el cajero. Lo demás se lo reservo a su intimidad. Ya ahondé demasiado en su mundillo.

Como mujer, empecé a sentir una especie de culpa por las veces que me invitaron a "salidas de elite" y quizá el flaco no me gustaba tanto. Y pienso: "¡Cuánta guita habrá gastado. Pobre!" Cuestión que todo este tema –sumado a la inflación- me dio curiosidad, así que empecé a sondear a mi gente y la adhesión masculina superó mis expectativas: llegó hasta los amigos de mis amigos de mis redes sociales que continúan debatiendo y haciendo números. "Hay mujeres que hacen gastar más que otras. Pero se gasta más de $1500", me dijeron en la redacción. Esa expresión –que puede enojar al público femenino- se traduciría en "hay mujeres que gustan más que otras".

Ante la duda, aclaré: "Muchachos, no cosifiquen a la mujer, esto aplica para una primera cita con alguien que realmente les gusta". La mayoría coincidió en que el hombre disfruta de agasajar a la mujer y no escatima tanto. Una cena para dos en un lindo restaurante, unos tragos post cena en algún bar con onda y una posible escapada a un boliche para entrar en un clima más íntimo, son las opciones que ellos prefieren para conquistarlas. Ojo, no les gustan las materialistas, dicen. Es decir, el hombre tomará la iniciativa de tal invitación cuando su interés supere lo meramente sexual.

"Cena en un restaurante de primera categoría con dos tubos de vino: $800. Unos tres tragos por persona en un bar de moda: $550/650", afirmó Juan. Hasta ahí, $1350 sin contar la nafta del auto (para quienes tienen vehículo) o el taxi, ni tampoco un turno en un albergue transitorio que ronda los $500.

Gustavo, un amigo de un amigo, me dijo que ya no se usa la cena en las primeras citas. "Van más los bares donde se pueden consumir varios tragos por una cuenta que va de los $600 a los $1000", me contó. "Invitar a salir a una chica que te gusta mucho es carísimo: se te va de $1500 a $3000 en una noche. Igual, algunas se conforman con sólo tomar un par de tragos la primera vez", añadió. Algo similar sostuvo Emanuel, quien con cena y tragos calculó un mínimo de $1200 la noche. "Así que chicas, estaría bueno compartir gastos", bromeó.

Maximiliano, soltero de más de 33 años, le detalló a Infobae que una cena para dos en un restaurant como Nicky Harrison, Kansas, Sushi Club o Rosa Negra sale no menos de 800 pesos. Si a eso le sumamos unos tragos, son otros $600. Yo creo que con $2000 se puede hacer de todo, incluyendo la noche en un hotel", señaló.

El levante en tiempos de Tinder

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Happn y Tinder, las apps de levante del momento, son para la mayoría de los hombres "una manera fácil de tener sexo". Para Gustavo estas aplicaciones salvaron a los tímidos y también los bolsillos porque en general las citas no pasan de un trago. "Tinder es para tener sexo rápido y ocasional. Abarata costos porque por lo general se arregla café o trago y a la lona. Ofrezco servicio full full, comodidad y risas garantizadas", bromea Maximiliano tras explicar el fenómeno.

A diferencia de muchas mujeres que las ven como un espacio para conocer hombres (no solo con fines sexuales), ellos aseguran que "se tiene sexo en el 80% de los casos". Los encuentros suelen ser más baratos que las citas porque no incluyen ni cena, ni agasajos. Generalmente –y tras la coincidencia de likes de ambos sexos- se chatea un poco y se fija un encuentro en un bar o en la casa de alguno. "El Tinder es para sexo fácil y en general uno de los dos pone la casa. No voy a un telo desde 2004", agregó Maximiliano.

"Se puede empezar tinderiando, facebookeando, whatsapeando gratis, mandando fotos hot y provocando a las chicas a que vengan a tu casa. Algunas aceptan y otras no. Las reglas son bastante claras. Le cocinás en casa con vino: un total de $100 y sino salís a tomar algo por ahí", contó Gustavo, tildado como el experto en Tinder. No obstante, reconoció que "en el fondo" todos los hombres quieren "placer y amor". "La hacemos difícil y hay muchos prejuicios y miedos a sufrir como en el pasado o a perder la libertad. Por eso la mitad de la gente en la Ciudad está sola. Yo creo que la sociedad entera se equivocó. El hombre es así por las mujeres y las mujeres son así por los hombres. No se le puede echar la culpa a ningún género. Es un buen momento para divertirse, pero se terminó la monogamia y el matrimonio hace rato. Y no era lo que nos enseñaron en los 80", concluyó.

José no es muy fan de estas apps. De hecho, reveló que nunca salió con alguien que haya conocido por esos medios. Sin embargo, dijo que la fórmula es ir a un bar y "si está todo bien, ir a la casa de alguno". "Siempre que se puedan ahorrar todos los pasos posibles mejor, pero no te podés saltear una primera instancia de tanteo en este caso", dijo entre risas.

Por último, Hernán me explicó que "hoy se jode mucho más de lo que se jodía antes" y se lo atribuyó a la facilidad que brindan las apps y las redes sociales. "Abaratan un montón y también avivan giles. Hoy todos tirotean, pero se pierde la magia del encare", concluyó.