Atentado en París: relato de las sobrevivientes de una ejecución yihadista

Sophia Bejali y Barbara Serpentini tomaban un café en "La casa nostra" cuando los terroristas dispararon contra el local. Los atacantes quisieron rematarlas en el suelo, pero se quedaron sin balas. La escena quedó registrada en video

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 Gentileza Daily Mail 163
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Si bien eran conscientes de la magnitud del horror que les tocó atravesar, en el momento no se habían dado cuenta de lo cerca que estuvieron de morir. Gracias a un video difundido hace unos días, pudieron verlo con sus ojos.


Las amigas se habían reunido a conversar el viernes por la noche. Se sentaron en las mesas que el restaurante "La casa nostra" tenía en la calle.


Cuando los terroristas se bajaron de un auto, sacaron sus fusiles Kalashnikov y empezaron a disparar indiscriminadamente, se tiraron al piso, para protegerse.


Sophia Bejali y Barbara Serpentini tomaban un café en "La casa nostra" cuando los terroristas dispararon contra el local. Los atacantes quisieron rematarlas en el suelo, pero se quedaron sin balas. La escena quedó registrada en video

Así se quedaron algunos segundos, inmóviles y con los ojos cerrados. Por eso no vieron cuando el yihadista se les acercó, apretó dos veces el gatillo apuntándole a la cabeza a una de ellas, y se fue al ver que no tenía más balas. Como lo muestran las imágenes, tras la ida del asesino las amigas se levantaron y huyeron corriendo.


"Todo pasó tan rápido. Tuve mucha suerte. Tuvimos mucha suerte. No me había dado cuenta de lo cerca que estaba. De haber sabido, no habría salido corriendo. No sabíamos que el terrorista había intentado matarnos", contó Sophia Bejali, de 40 años, al Daily Mail.


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"Ambas pensamos que no nos había visto. No nos dimos cuenta de lo cerca que estuvimos de ser asesinadas", dijo su amiga de 18 años, Barbara Serpentini.


"Es muy loco pensar que que nuestras vidas se salvaron porque faltó una bala", agregó.


En ese ataque, uno de los siete que realizó ISIS el viernes 13 en París, murió uno de los clientes. En total, las víctimas mortales del raid asesino fueron 132.