Daniel Scioli: "Ganar el ballotage no sería una sorpresa para mí"

Luego del acto de cierre de campaña que se realizó en la Matanza, Infobae subió al auto del candidato del FpV y dialogó con él sobre la definición de la segunda vuelta y la soberbia de los opositores que ya se ven triunfadores. Una charla íntima en el marco de una carrera electoral extenuante

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 Adrián Escandar 162
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Son las 22:50 de la noche de un jueves agotador: Daniel Scioli ya pasó por Mar del Plata; por la tarde-noche cerró su campaña en La Matanza, y ahora se encuentra en el barrio de Palermo, donde acaba de dar una de las tres entrevistas televisivas que le quedan en agenda.

A horas del inicio de la veda electoral, el candidato presidencial no afloja y sigue de recorrida para que su mensaje llegue al electorado. La sonrisa surge espontánea cuando asoma a una vereda de la calle Fitz Roy y se encuentra con 200 personas autoconvocadas que lo ovacionan y le cantan (gritan) que el domingo lo van a acompañar con su voto. Es el bonus track del eufórico apoyo militante que recibió un par de horas antes en el acto que encabezó en González Catán.

Luego del acto de cierre de campaña que se realizó en la Matanza, Infobae subió al auto del candidato del FpV y dialogó con él sobre la definición de la segunda vuelta y la soberbia de los opositores que ya se ven triunfadores. Una charla íntima en el marco de una carrera electoral extenuante

El fervor va en ascenso y el candidato agradece, pero comienza a abrirse paso porque el reloj lo apura: en cinco minutos debería estar en otro canal de televisión que tiene sus estudios en el otro extremo de la Ciudad, a 100 cuadras de allí; para acortar los tiempos se tira de cabeza en la camioneta que lo trasladará hasta un predio cercano donde lo aguarda el mismo helicóptero que lo llevó por todo Buenos Aires durante el último día de campaña. "Subí, subí", invita a Infobae uno de los integrantes del círculo íntimo del gobernador bonaerense.

Scioli se acomoda en el asiento del acompañante, cierra la puerta y respira profundo en busca de un espacio de relax que la campaña no concede. Aún así, accede a dar una entrevista que no tenía agendada. "¿Cómo estás? Arranquemos porque mucho tiempo no hay", invita con tono amable.

–Finalizó la campaña y viene el momento de la definición, ¿cómo llega al ballotage?

–Con la satisfacción de ver la reacción de la gente, que comenzó a darse cuenta de qué se trata esta elección. Tomó conciencia de los riesgos que tiene el proyecto de la alianza Cambiemos, que pretende entregarle todo el poder al mercado y a los especuladores. Yo defiendo el rol del Estado y siento que el mensaje que dimos ha calado profundamente en el orgullo argentino, en la autoestima.

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–¿Cuál cree que fue el disparador?

–El debate (responde de inmediato), también las cosas burdas que ha hecho la oposición: quisieron generar un escenario fértil para justificar una devaluación, un ajuste, una quita de subsidios. Además sus dirigentes tienen actitudes soberbias, como por ejemplo las palabras de (Jaime) Durán Barba sobre el papa Francisco; decir que las opiniones del Papa no importan porque sólo tiene diez votos es una declaración ofensiva desde todo punto de vista, una falta de respeto contra alguien que hoy es admirado en el mundo. Ellos quieren devaluar hasta la palabra del Papa...

–¿Lo sorprendió el tono que tomó la campaña?

–No, porque es un denominador común en muchas acciones de la gente de la alianza: ellos se sienten omnipotentes porque se ven respaldados por poderes económicos, se sienten avalados para actuar de esa manera.

–Las encuestas dan como favorito al candidato de la oposición, ¿cree que el domingo puede haber una sorpresa?

–Lo que yo veo es que hay un 20 por ciento de indecisos, a los cuales yo convoco al voto útil en defensa del país. Ganar no sería una sorpresa para mí, porque lo siento y lo veo en cada lugar al que voy: el apoyo en Rosario fue impresionante; en Santiago del Estero nos acompañó una caravana de 20 kilómetros. Y así sucede en cada rincón del país.


"En la vida el que se la cree, pierde. Hay que tener humildad"

–(Piensa) Yo aprendí en la vida que el que se la cree, pierde. Hay que tener humildad. Confío en que la gente, por estas horas... hay mucha gente indecisa e independiente, que en octubre ha ido en busca de otro candidato, pero ahora va a elegir lo mejor para su futuro