:quality(85)/arc-anglerfish-arc2-prod-infobae.s3.amazonaws.com/public/WXHW2327XZENPMLVPKA357RIPE 420w)
Vecinos del barrio porteño de La Boca realizaban anoche una protesta en la esquina de Almirante Brown y Villafañe para denunciar un supuesto caso de "gatillo fácil", luego de que un oficial de la Policía Metropolitana baleó a un joven de 20 años que trabaja como "trapito" en la zona.
El cuidacoches, identificado como Lucas Cabello, se encuentra internado en el Hospital Argerich. Ayer, en un episodio confuso que derivó en una fuerte discusión con la policía, el joven recibió tres balazos, uno en la garganta, otro en una pierna y un tercero le dio en la ingle.
Según relataron anoche los vecinos, Lucas vive con su esposa y su hija de dos años en un conventillo de Martín Rodríguez al 500. Además, trabaja como "trapito" en el restaurante "Il Matarello", ubicado en Villafañe y Martín García. Cerca de las cuatro de la tarde volvía a su casa de comprar comida cuando, por razones que aún se desconocen, discutió con un oficial de la Metropolitana que se encontraba de consigna desde hace un tiempo en el domicilio a raíz de un conflicto entre vecinos por amenazas. Tras la discusión, el uniformado accionó su arma reglamentaria contra el joven.
No obstante, Carpineti indicó que prefiere mantener cautela respecto a los datos preliminares que arrojó hasta ahora la investigación, y también respecto al parte médico. "Lo que sí puedo afirmar es que el accionar de la Metropolitana fue ilegítimo. Y pone en evidencia el nivel de desigualdad que hay: Lucas está peleando por su vida en el Hospital, mientras el autor de los disparos fue liberado en menos de 24 horas", señaló la abogada.
"Toda la comunidad está muy consternada, lo que da cuenta del aprecio de la gente por este chico. Si fuera un pibe violento que anda armado, los vecinos no estarían desde ayer haciendo vigilia en el Argerich", aseguró Carpineti.
Los testigos del hecho indicaron que tras el primer tiro Lucas cayó al suelo. Camila, la pareja de Lucas, dijo que vio junto a su hija cómo el efectivo realizaba dos disparos más en la puerta de su casa, en Martín Rodríguez al 500.
"Los efectivos estaban de consigna por un conflicto entre familias, algunos indican que era por una cuestión de violencia de género, pero aquí el factor desencadenante de la reacción no fue el hecho por el que estaban de custodia sino la discusión y la violenta reacción del efectivo de la Metropolitana que le dio un disparo en la ingle y otro que le perforó la clavícula", dijo a Télam Victoria, una amiga de la víctima.
Precisó además que "en vez de persuadir e intentar alejarlo, reaccionaron disparando sus armas". "El policía se desmadró y actuó con violencia y ahora el chico está peleando por su vida en el Hospital Argerich", señaló la mujer.
Rubén, padre de la víctima, Lucas Cabello, contó esta mañana a la prensa que el joven "está peleando por su vida" y tiene "la médula reventada", por lo que los médicos del Hospital Argerich le dijeron que, si sobrevive, "las manos y las piernas no las va a poder mover".
"Esto es obra de un chiflado, de un chabón que no está apto para tener un arma... es un caso de gatillo fácil", denunció el hombre. Además, precisó que el joven perdió un testículo por un disparo. "Capaz que hubo una discusión", admitió, pero "tampoco para sacar un arma y acribillarlo".
El efectivo fue detenido en la comisaría 24, pero lo liberaron horas después. Consultados por la agencia DyN, desde la fuerza aseguraron que el policía "se defendió" y que el "trapito" estaba "armado".
Según contó la abogada Carpineti a este medio, la Policía Metropolitana ya venía cometiendo "apremios ilegales" contra Lucas Cabello y otros jóvenes del barrio que viven ese domicilio de Martín Rodríguez 559, un hogar de tránsito del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC). Las familias residentes vienen reclamando por las malas condiciones edilicias y, aseguró, son víctimas de "estigmatizaciones".
"La Metropolitana es una fuerza que no está preparada para enfrentar conflictos, está armada para matar", sostuvo Carpineti. Y añadió que más allá de cualquier enfrentamiento verbal que pudiera haber tenido Lucas, "ningún trasfondo de discusión puede justificar el accionar ilegal de la policía Metropolitana".
Vidal dio una versión distinta y habló de "violencia de género"
La gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, indicó esta mañana en una improvisada rueda de prensa que el caso denunciado como "gatillo fácil" se originó por un problema de "violencia de género", una versión que difiere incluso con la de la propia pareja del joven herido.
"Se le había dado un botón antipánico a la pareja de esta persona y se agregó una consigna policial, para otorgarle protección a la mujer", contó Vidal en declaraciones a los medios de comunicación.
"Ella salió de su casa gritando, con el dato de que había denunciado que su pareja la había amenazado de muerte, y el agente le dio a él la voz de alto, pero (el muchacho) no atendió el pedido y ahí se generó la reacción de la policía", relató la funcionaria.