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Se sabe que el estrés es la respuesta natural y necesaria del organismo para la supervivencia. Así y todo, muchas veces se lo confunde con una patología y esto se debe a que este mecanismo de defensa puede derivar en ciertas rutinas o modos de vida, desencadenando problemas de salud.
Existen dos tipos de estrés, el estrés agudo, también conocido como estrés o estrés positivo porque ayuda asumir una responsabilidad durante un período corto de tiempo; y el estrés crónico, que prácticamente siempre se trata de estrés nocivo o distrés y aparece cuando se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades y anomalías.
La tensión en sí misma no es la que genera distrés o enfermedad, sino el tipo de respuesta a este incremento de tensión. No se trata de los eventos en sí mismos, sino del cómo se los atraviesa.
La licenciada en Psicología Lucila Dotto es coordinadora de AGC, consultora vocacional y empresarial, y llamó a tener presente la fórmula "evento + respuesta = resultado".
"Anotarla en el escritorio o en nuestro bloc de notas ayuda a que tengamos presente que no es el evento en sí mismo el que condiciona el resultado, sino nuestra respuesta a ese evento. No el qué nos pasa, sino el cómo lo atravesamos", explicó la especialista.
Algunas investigaciones muestran que los grupos de personas que presentan altos niveles de estrés y escasa enfermedad asociada se caracterizan por su "audacia psicológica", es decir:
- Están comprometidos con diversas facetas de su vida y presentan diversidad de intereses.
- Sienten que ejercen control sobre las cosas que les pasan. Son protagonistas de las circunstancias que atraviesan.
- Experimentan las situaciones nuevas como un desafío positivo y una oportunidad de aprendizaje.
"La tensión en sí misma no es la que genera distrés o enfermedad, sino el tipo de respuesta a este incremento de tensión"
"Por el contrario, las personas que enferman de estrés decodifican las situaciones nuevas como un factor de riesgo. Se perciben aislados, impotentes y viven los cambios como eventos amenazantes", destacó Dotto, quien remarcó que "las novedades e incluso las dificultades y los errores pueden ser una gran oportunidad para ahondar en nuestro interior y descubrir dones que no sabíamos que existían".
De este modo, y para enfrentar la tensión es importante trabajar sobre la actitud mental a partir de la cual se interpreta la vida. Leer las situaciones nuevas como oportunidades de aprendizaje y de crecimiento ayuda a resignificar el propio accionar, evitando quedar atrapados por las circunstancias.
Por ejemplo, en el ámbito empresarial y para cooperar con el manejo de la tensión, los líderes pueden propiciar una actitud de apertura y audacia en su equipo. Ayuda al adecuado manejo de la tensión:
- Reconocer los aciertos y tomar los errores como oportunidades para crecer como equipo, evitando buscar el culpable o la penalización.
- Generar tareas que propongan desafíos y tengan en cuenta las distintas capacidades de los miembros del equipo.
- Reforzar la idea de que todo cambio está lleno de posibilidades.
- Disminuir el exceso de control y generar un clima de confianza y motivación.
Pero, ¿es posible vencer el estrés? Justamente eso se propuso el doctor Daniel López Rosetti, especialista en medicina del estrés, quien participó de un encuentro literario propuesto por el club de lectores digitales Leamos.
Ante más de 70 personas que asistieron al auditorio ubicado en el barrio de Palermo, Rosetti se refirió a los serios peligros que el estrés diario puede causar en la salud y sobre todo, al manejo de la ira.
"La ira triplica la posibilidad de infarto en las primeras cuatro horas", destacó el experto, quien sugirió para contrarrestar este tipo de situaciones, una caminata diaria a paso rápido de 40 minutos. "Van a notar cómo les cambia la vida".
Rosetti remarcó la importancia de disfrutar y de "aprender a vivir": "Uno no puede cambiar el mundo pero sí su reacción hacia él", dijo.
El autor de
aconsejó a todos los presentes que aprendan a decir que no. "El no, nos aliviana la mochila. El estrés es normal, no hay vida sin estrés porque no somos seres racionales, somos seres emocionales que razonan".