Sana Locura es un proyecto de teatro solidario, que comenzó con un pequeño grupo en Villaguay, Entre Ríos con el objetivo de contener a chicos vulnerables, con problemas sociales. Pero con el paso del tiempo, se convirtió en todo un trabajo social.
Bettina Bulgheroni llegó con #PuentesdeEsperanza para conocer esta iniciativa que comenzó hace 19 años de la mano de Olga Hait, una docente de literatura con más de 25 años de antigüedad.
Por medio de obras de teatro, ofrecen un mensaje educativo a la comunidad. "La idea es modificar algo en el receptor a partir de la transmisión de ese mensaje, cambiar hábitos y conductas. Por ejemplo, hemos realizado campañas de higiene en barrios humildes, con una obra de teatro que se centraba en esa temática; luego entregaron jabones, cepillos de dientes. En la siguiente visita al lugar, los niños les mostraron los cambios logrados con grandes resultados", dijo.
Las obras las escribe Olga. Y en todas se trabaja con lemas, dejando alguna enseñanza. Sana Locura sólo piensa en hacer algo por el otro. "Es a través de acciones educativas-solidarias que el mundo puede cambiar y ser un poco mejor, si se muestra se contagia, si se contagia se suma, y si se suma se multiplica, necesitamos multiplicar".
Los chicos que participan del grupo son alumnos de secundaria y otros ya egresados que decidieron continuar. En un principio eran alumnos de la escuela en la que ejercía Olga, pero hoy día participan chicos de cualquier escuela de la provincia.
Actualmente realizan una obra infantil llamada "Damas y caballeros", una comedia con un mensaje didáctico de cómo deben comportarse las "nenas y los nenes". Con esta obra recorren las escuelas primarias de la ciudad.
Los alumnos deben colaborar con 3 o 5 pesos en la entrada, dependiendo de lo que cada uno pueda. El dinero recaudado, por ejemplo, se va destinando a beneficio de diferentes causas como: la escuela Nº 1 Profesor Leopoldo Herrera.
Yo puedo: ¿Qué es el síndrome de Moebius?
El síndrome de Moebius es una malformación congénita que a las personas que lo padecen, aproximádamente 500 en el mundo, les provoca parálisis facial impidiéndoles sonreír, mover los ojos hacia los laterales, parpadear y hablar correctamente.
Lali, María Laura Dodorico, nació el 24 de enero de 1981 en San Justo, provincia de Santa Fe, con esta enfermedad. "Mi compromiso es hacer visibles las sonrisas invisibles", dijo en su lucha por difundir el síndrome.
"Somos personas igual que todos, que amamos, nos enojamos, creemos, elegimos, reímos, lloramos, ganamos, apostamos, nos ilusionamos y enseñamos".