Los chicos que toman antibióticos con frecuencia, más propensos a la obesidad

Nuevas investigaciones sugieren que la toma regular a edades tempranas puede tener un efecto duradero en el peso corporal en la adultez

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En el arte de cuidar la salud de los más chicos de la casa, suele haber padres más "pro medicación" y otros que prefieren que el antibiótico sea la última opción y sólo si es definitivamente necesario para el tratamiento de alguna dolencia.

Están los que "automedican" a sus hijos ante la primera dolencia y los que prefieren evitar los antibióticos todo lo que se pueda.

Estos últimos recibirán con beneplácito la última novedad que surgió de un estudio publicado en el International Journal of Obesity y que asegura que los niños que regularmente utilizan antibióticos aumentan de peso más rápido que aquellos que nunca tomaron drogas.

La nueva investigación, que sugiere que los antibióticos en la infancia pueden tener un efecto duradero sobre el peso corporal en la edad adulta, examinó los registros médicos electrónicos de 163.820 niños de 3 a 18 años, contando las prescripciones de antibióticos, peso y talla corporal. Los registros, que cubrían los exámenes pediátricos entre 2001 y 2012, mostraron que uno de cada cinco -más de 30 mil niños- habían recibido antibióticos siete o más veces. Hasta el momento del estudio, los niños que habían alcanzado los 15 años pesaban, en promedio, alrededor de 3 libras más que los niños que no habían recibido ningún antibiótico.

Mientras que estudios anteriores que sugerían la relación entre antibióticos y el aumento de peso de la niñez, por lo general se basaban en los recuerdos de la madre del uso de antibióticos de su hijo, la nueva investigación es significativa porque se basa en el uso de antibióticos documentado en la historia clínica del niño.

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"Se sabe que no sólo los antibióticos contribuyen al aumento de peso, pero el aporte que este tipo de medicamentos hace para el aumento de peso se hace más fuerte a medida que la persona envejece", remarcó el doctor Brian S. Schwartz, autor del estudio y profesor del departamento de Ciencias de la Salud Ambiental en la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública.

Si bien los investigadores no pudieron establecer exactamente por qué el uso frecuente de antibióticos se asocia con el aumento de peso en los niños, algunos indicios apuntan a que las drogas acabarían con las bacterias saludables en el cuerpo de un niño, lo cual conduciría a cambios permanentes en el microbioma, y dichos cambios podrían a su vez modificar la forma en que los alimentos se descomponen en el cuerpo, cómo se absorbe la comida y la cantidad de calorías que se liberan de los alimentos.

Pese a las conclusiones de este estudio, los especialistas insistieron en que "algunas enfermedades bacterianas pueden ser potencialmente mortales sin tratamiento antibiótico por lo que de ningún modo se indica que no debe administrarse en ninguna ocasión este tipo de medicamentos".

Durante años, la principal preocupación acerca de la prescripción excesiva de antibióticos había sido el temor de que las drogas podrían llegar a perder su eficacia en tanto las bacterias desarrollaran "resistencia a los medicamentos", sin embargo la nueva investigación abre la puerta a una nueva estrategia potencial para detener el uso de antibióticos y tiene que ver con la advertencia a los padres sobre el efecto perjudicial inmediato en la salud de los niños.

"Tenemos que disuadir totalmente a los padres de la defensa de los antibióticos'', insistió Schwartz, y finalizó: "Como padres queremos sentir que estamos haciendo algo bueno para nuestros hijos, pero al abusar del uso de antibióticos les estamos haciendo daño. Si su médico le dice que no los necesita, no se los dé".