Seis reglas que las dietas más "exitosas" tienen en común

Muchas dietas han resistido la prueba del tiempo. La mediterránea, la paleolítica, la baja en carbohidratos y la basada en vegetales, por ejemplo, se hicieron muy populares entre las personas en el mundo entero y han demostrado ser compatibles con la salud a largo plazo.

Es por eso que tomar las mejores reglas de cada una sea el debate central en lugar de tratar de comprobar "cuál es mejor".

La médica especialista en Nutrición Analía Moreiro (MN 1663), del centro Nutrición y Salud, opinó para Infobae sobre las 6 cosas que todas las "dietas" exitosas tienen en común.

El azúcar añadido es el peor ingrediente en la dieta. Aunque algunas personas pueden tolerar cantidades moderadas de azúcar y sin problemas, la mayoría de la gente consume por demás. "El gran problema es que los azúcares son muy adictivos. Cada vez se necesita más", explicó la especialista.

El azúcar sobrecarga el hígado, que se ve obligado a convertirlo en grasa. Esto produce que se eleve el colesterol. Además, según un estudio del Journal of Hepatology, es uno de los principales impulsores de la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

También se ha asociado con muchas enfermedades, como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. "Son calorías 'vacías', ya que proporcionan una gran cantidad de energía sin nutrientes esenciales", dijo Moreiro.

Por estas razones, una de las máximas de las dietas más exitosas es reducir el consumo de azúcar añadido.

Es otro ingrediente que no es saludable. Los carbohidratos refinados son generalmente granos sin todos sus beneficios. El más común es la harina de trigo, que se consume en grandes cantidades en los países occidentales.

Los granos refinados se hacen mediante la pulverización de los granos enteros, eliminando el salvado y el endospermo, que son las partes fibrosas y nutritivas.

Por esta razón, los granos refinados contienen más almidón refinado que proporciona mucha energía casi sin nutrientes esenciales.

"Hay que eliminarlos definitivamente, sobre todo las harinas blancas porque son inflamatorias, no aportan nutrientes de calidad y contribuyen al aumento del peso por el exceso de calorías. Un ejemplo es el pan blanco, productos de panaderías, tartas, pizzas, galletitas. Sí es bueno reemplazarlas con productos de salvado, por ejemplo", dijo la médica nutricionista.

Sin la fibra que se encuentra en el grano entero, el almidón puede causar picos rápidos en los niveles de azúcar en la sangre, lo que lleva a los antojos y a comer en exceso unas horas más tarde, cuando el azúcar en sangre baja.

Diversos estudios han relacionado el consumo de carbohidratos refinados con todo tipo de enfermedades metabólicas, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón.

Aunque algunas dietas como la paleo y baja en carbohidratos, lo eliminan por completo.

Por ende, las dietas exitosas eliminan los granos refinados como la harina de trigo, que es muy poco saludable.

Los aceites vegetales industriales entraron en la dieta del hombre recientemente. Esto incluye el aceite de soja, aceite de canola, aceite de maíz, aceite de semilla de algodón y algunos otros.

Hay muchos problemas con estos aceites. Uno de los principales es su alto contenido de ácidos grasos omega-6 poliinsaturados, los cuales la mayoría de la gente está comiendo demasiado.

Además, la forma en que estos aceites se fabrican, dejan afuera casi todos los nutrientes beneficiosos. Por lo tanto, al igual que los azúcares añadidos y los granos refinados, los aceites vegetales se clasifican como calorías "vacías".

De todas las dietas y los hábitos alimentarios que se muestran como beneficiosos para la salud a largo plazo, ninguno de ellos incluye aceites vegetales industriales.

Dijo Moreiro: "Esto no se aplica al aceite de coco o aceite de oliva, que son completamente diferentes y muy saludables. Aportan omega 3 omega 6 y 9 ideales para bajar niveles de triglicéridos".