John Kerry habló con Benjamin Netanyahu y Mahmoud Abbas para "pedir calma" en Medio Oriente

El secretario de Estado de EEUU telefoneó al primer ministro israelí y a la Autoridad Nacional Palestina para expresar su preocupación ante la ola de atentados en Jerusalén . Más temprano, habló Barack Obama

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 AP 163
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El secretario de Estado John Kerry habló con el primer ministro israelí y con el presidente de la Autoridad Palestina para expresarles su preocupación por la ola de violencia en Medio Oriente y para pedirles que se restaure la calma, informó este viernes un funcionario estadounidense.

En las conversaciones telefónicas, Kerry, que llegó el viernes en la tarde a Milán, en el norte de Italia, precisó a Mahmoud Abbas que "espera" viajar a Medio Oriente y habló con Benjamin Netanyahu sobre la posibilidad de reunirse en Europa, indicó el funcionario del Departamento de Estado.

Más temprano, el presidente estadounidense Barack Obama también expresó preocupación por el estallido de violencia en Jerusalén y reclamó a los líderes israelíes y palestinos poner freno a los pronunciamientos que puedan alimentar la confrontación.

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"Condenamos en los términos más firmes posibles la violencia contra personas inocentes. Reafirmamos nuestra convicción de que Israel tiene derecho a mantener el orden y la ley, y proteger a sus ciudadanos de los ataques con cuchillos", declaró Obama durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

"También creemos que es importante que tanto el primer ministro (Benjamin) Netanyahu y las autoridades israelíes electas así como el presidente (palestino Mahmud) Abas y otros funcionarios de su gobierno, aplaquen la retórica que pueda alimentar la violencia, la ira y los malentendidos", agregó Obama.

Nuevas protestas estallaron el viernes luego que palestinos incendiaran la tumba de José, un lugar venerado por los judíos en Naplusa, en el norte de Cisjordania ocupada.

Este incendio se registró luego que palestinos lanzaran un llamado a un "Viernes de Ira" contra Israel, cuya policía prohibió a los hombres menores de 40 años asistir a las principales oraciones semanales en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, en un intento por mantener a manifestantes jóvenes a distancia.