Mató y descuartizó a un jubilado para cobrar un plazo fijo

El sospechoso quedó detenido porque le encontraron los certificados financieros y el DNI de la víctima. Ocurrió en la provincia de Río Negro

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La casa donde se produjo el crimen de Parra.  Gentileza Rionegro.com.ar 162
La casa donde se produjo el crimen de Parra.  Gentileza Rionegro.com.ar 162

Demencial, truculento, sanguinario. Todos los adjetivos más terribles caben para el crimen de Juan Martínez Parra, de 79 años, cuyo cuerpo ayer fue encontrado descuartizado en su casa la localidad rionegrina de Fernández Oro, ubicada en la calle Lucinda Larrosa al 400 del barrio Matadero.


Según la investigación, el sospechoso, de 23 años, mató al anciano y le robó sus certificados de plazo fijo y documentos con el objetivo de retirar el dinero depositado que tenía la víctima en el banco.


El autor del asesinato habría sido uno de los dos inquilinos del jubilado. El hombre le alquilaba a cada uno una habitación en el fondo del patio de su casa. Mientras uno de ellos se presentó y declaró que había trabajado todo el sábado -día en que se produjo el crimen-, el otro nunca apareció ni se presentó ante la Policía.


El cadáver se encontraba entre dos medianeras y sólo se podía observar desde los techos. Los bomberos rompieron uno de los paredones y hallaron las bolsas que contenían los restos mutilados en ocho partes. La cabeza apareció en la letrina.


Además, se secuestró un hacha ensagrentada que será analizada para ver si fue el arma con el cual se asesinó al hombre o solo se lo descuartizó después de muerto. Según el primer informe, el anciando habría sido asesinado de varias puñaladas y luego fue cercenado con el hacha.


Bajo esas circunstancias de terror, el juez a cargo de la causa, Santiago Márquez Gauna autorizó siete allanamientos y en uno de ellos se encontraron elementos que permitieron identificar al principal sospechoso. Los elementos de prueba aparecieron en la casa de la novia del presunto asesino, en la que se encontraron una mochila con el DNI de la víctima, cuatro certificados de plazo fijo, un revólver calibre 22, cartuchos y municiones, dos cuchillos de gran tamaño con manchas presuntamente de sangre, dos botellas de thinner y una prenda de vestir.


A raíz del crimen, el sospechoso quedó detenido e imputado por el delito de "homicidio criminis causa", una carátula que admite prisión perpetua y que tiene como definición "matar para ocultar otro delito", en este caso el robo de los depósitos bancarios.