Charosky: "El debate fue una foto muy positiva, de consenso sin negar diferencias"

El coordinador de Argentina Debate, Hernán Charosky, visitó los estudios de InfobaeTV. Consideró que Daniel Scioli se perdió una foto que le hubiera sumado en la campaña

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"El debate mostró que hay un territorio en común, que no elimina el conflicto, pero siempre en un marco de cordialidad democrática", sostuvo Charosky.

El coordinador de Argentina Debate se mostró muy satisfecho con la realización del primer debate presidencial, que inaugura una nueva tradición en la Argentina, ya que alcanzó una muy buena medición de rating y tuvo gran repercusión en las redes sociales. "Lo importante es que se hizo, a pesar de todos los contratiempos", dijo en el piso de InfobaeTV.

— Danos por favor tu primera evaluación del primer debate presidencial en la Argentina.

— Bueno, mi primera evaluación es que ocurrió. Eso es lo más importante de todo, que ocurrió con toda la escenografía, la producción, la transmisión con toda la jerarquía que tiene que tener un debate presidencial, en un ámbito fantástico como la Facultad de Derecho. Eso para mí es el primer paso que estábamos tratando de dar hace un año y medio, y es muy difícil que se pueda ir para atrás; de acá para adelante. Ocurrió y es lo que necesitábamos para empezar esta tradición en la que, en un momento de la campaña, los candidatos se encuentran en un mismo lugar para hablar, preguntarse y responderse.

— ¿Qué contratiempos han padecido durante este año y medio?

— No fue fácil, pero también fue muy estimulante. El desafío era muy grande porque no tenemos una tradición de debate en la Argentina, porque hay una especie de regla de oro no escrita que dice que el que va primero no debate, entonces tampoco vienen los demás. Era muy desafiante para crear esta idea de institucionalidad que queríamos crear. Aquello que era necesario para que el debate ocurriera es un tipo de cooperación social que es necesaria para la Argentina en general, y si lo logramos para el debate presidencial, tal vez sea el primer paso para lograr en otro tipo de ámbitos. Si es tan difícil lograr ponerlos de acuerdo a los políticos para un debate, imaginate para diseñar un plan de infraestructura, o un plan de educación. Lo que necesitás para lograr algo tan simple para una conversación es el mismo tipo de cooperación, de dejar de lado parte de tu interés para construir un bien público superior que se requiere para un proyecto superior. Por eso trabajamos desde un comité estratégico integrado por el ex gobernador José Octavio Bordón, el ex juez de la Corte León Arslanián, la ex miembro de la Conadep Graciela Fernández Meijide, entre otros, ofreciendo un ámbito para discutir reglas para el debate.

— Hace un año y medio empezaron a trabajar en Argentina Debate, ¿pero cuándo empezaron a trabajar con los equipos de los candidatos?

— Empezamos también hace un año y medio diálogos sobre temas específicos de política pública para un eventual debate presidencial, y en el último mes y medio, dos meses, empezamos un trabajo semanal para consolidar y consensuar un documento que contuviera las reglas y los temas del debate. Se hizo un manual de estilo de Argentina Debate 2015 que está posteado en nuestra página web y que fue convalidado por los representantes de los candidatos, donde reconocen que fue realizado en condiciones de pluralismo, participación, transparencia, buena fe y libertad. Todos reconocieron que esas reglas son válidas. Y esas fueron las reglas que regularon lo que vimos ayer en el debate presidencial.

— Algunos criticaron que fue un debate aburrido, que midió poco en el rating, pero en los debates que yo ví en otros países también había reglas, no hay show mediático. Hablé incluso con corresponsales extranjeros y no les pareció aburrido, y midió muy bien.

— Sí, midió muy bien, fue una medición excepcional para un domingo, compitió y le ganó a la mayor parte de la programación, salvo al fútbol, y no sé si en los momentos pico no quedó primero. Es muchísima la gente que vio el debate, en redes sociales el impacto fue gigantesco. Un debate entre 5 o 6 candidatos necesita ser estructurado para no ser un caos, lo que no quiere decir aburrido. Pero, además, Argentina Debate lo que busca es tener un voto informado, no estamos tratando de satisfacer la idea que puede tener un productor televisivo o radial, lo que podría ser atractivo en esos términos. La pimienta es un condimento optativo; en este plato que estamos haciendo, la pimienta no es el condimento esencial, sino la capacidad de exponer, refutar y defender las ideas, y esas cosas pasaron en el debate.

— Efectivamente, tenemos dificultad de escuchar, y tenemos dificultades de aceptar todos las mismas reglas. A mí me habría gustado que el candidato oficialista aceptara las mismas reglas que el candidato del FIT, por ejemplo.

— Que las había aceptado, a través de su vocero.

— ¿Cuándo se enteraron ustedes de que no aceptaría?

— Nos enteramos informalmente.

— ¿Es verdad que gente de Scioli se comunicó con ustedes para evitar que apareciera el lugar vacío del candidato oficialista?

— No, conmigo no se comunicó nadie.

— ¿Qué creen que va a pasar ahora? ¿Habrá debate presidencial si hay segunda vuelta?

— Y, me parece que sería lógico, incluso sano. Yo creo que para la campaña era una foto muy positiva para Scioli, de la política que se viene en la Argentina, que es una foto que reconoce la diferencia y el conflicto, pero en un marco de conversación democrática. No es una búsqueda de consenso forzado, sino que la diferencia se procese de una manera cordial, de amistad cívica. Para mí era una foto muy positiva. Yo creo que ayer hicimos ese espacio común, fue un beneficio para todos los que estuvimos ahí, era altamente positivo compartir el mismo suelo común, donde pueden estar desde Macri hasta Del Caño, con ideas muy distintas, incluso con porcentajes muy distintos. No era que un candidato pesaba más o menos por los votos que pudo haber tenido en las PASO, sino que también pensaban distinto. Un suelo común contiene a los que piensan muy distinto entre sí y a lo que piensan porciones muy distintas en la sociedad.

— ¿Qué pasó con los periodistas? A mí me gustaron los tres, pero en especial me gustó mucho Luis Novaresio, que fue por América, pero que también trabaja aquí en Infobae, así que estamos muy orgullosos. ¿Hubo dos periodistas que hubieran querido estar y no estuvieron?

— Eso es parte de los cambios que hubo cuando se empezó a percibir que iban a estar cinco candidatos y no seis. En el caso de los canales afiliados a ATA, el acuerdo era que, si no estaban todos los candidatos, quedaban en libertad de acción para transmitir o no, y cada canal tomó una decisión distinta.

— Lo importante es que Argentina Debate tomó la decisión de seguir adelante, a pesar de que no estuviera segura la transmisión.

— Sí, esa fue una decisión que tomamos en un momento intenso, que íbamos a continuar adelante aun no teniendo garantizada la transmisión en ningún canal de televisión abierta, y lo que íbamos a hacer es reforzar el streaming. Aquí es importante recordar que la producción estuvo a cargo de Argentina Debate, con señal abierta, para que la tome el que estaba interesado. América decidió transmitirlo, lo que nos garantizó la cobertura nacional; también Canal 26 hizo lo mismo y garantizó la transmisión nacional en cable, aparecieron varios canales de televisión del interior, como el 7 y el 9 de Mendoza, el canal 13 de San Luis, canal 13 de Río Cuarto, muchísimas plataformas de streaming, como Infobae.

— La experiencia de Argentina Debate me hace pensar que lo que requiere la democracia es firmeza para seguir adelante a pesar de los contratiempos.

— Cuando pasó ese momento en que no teníamos seguridad de dónde terminaba la transmisión, les dijimos que pensábamos ir adelante de todas maneras, que Argentina Debate iba a hacer pública su decisión de producir el debate en las mismas condiciones que habíamos pensado desde el primer momento, y que íbamos a ver qué pasaba con la transmisión, que por lo menos asegurábamos el streaming, y en ese momento se hizo posible que se llegara al día de ayer a buen puerto. Así es que tuvimos el primer debate presidencial, una conversación, un momento de convivencia en la diferencia.