Aldo Duzdevich: "En los ´70 prometimos una revolución y generamos una tragedia"

El autor desmitifica el rol asignado en los 70 a la línea Montoneros más radicalizada, define como soberbio a Firmenich y sostiene que por entonces había mucha más militancia y honestidad que hoy. "Antes resistíamos la tortura para no delatar a un compañero, hoy no resisten a la tentación de una oferta como concejal"

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Aldo Duzdevich, autor de La Lealtad (los montoneros que se quedaron con Perón) resumió en InfobaeTV que buscó una mirada atípica de los años ´70 y por sobre todas las cosas que "no todos los que pelearon se fueron de la plaza de mayo el 1 de mayo de 1974, ni todos los que se quedaron, no pelearon".


El libro recoge las opiniones de más de 50 personas que perteneciendo a la agrupación Montoneros como él, en el año 1974 no coincidimos con la visión de continuar con la lucha armada que planteaba la cúpula y desistieron de acompañar a la radicalizada ya por entonces cúpula compuesta por Mario Firmenich y Roberto Quieto a quienes definió como "muy soberbios".


El autor parte de su militancia en aquellos años. "Montoneros nace de la Iglesia Católica. Los grupos originarios en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba nacen de allí. Hijos de clase media, padres antiperonistas y militantes de acción católica que entramos en la JP Montoneros", resumió el autor luego de confirmar que estuvo activo y hasta empuñó armas en la zona oeste del conurbano.


"Ellos nunca empuñaron armas. Eran los que no querían enfrentar a Perón", dijo respecto a Néstor y Cristina, tras señalar que "no vienen de esa concepción vanguardista y militarista de Montoneros. Traen el espíritu siempre encuadrado dentro del peronismo".

"Néstor y Cristina nunca empuñaron armas"


Por eso dice: "soy un convencido que este peronismo de los últimos años tuvo muchas similitudes con los gobiernos de Perón. El acuerdo entre el empresariado, el sector de los trabajadores y el Estado es lo que ha sucedido en estos años. Para mí, mientras Moyano estuvo cerca cumplió el rol de José Ignacio Rucci".


"La estética de los dos gobiernos de Néstor y Cristina no han sido lo que los más peronistas hubiéramos querido que sean, pero no tengo ninguna duda que han sido peronistas", sentenció Duzdevich.

"Los gobiernos de Néstor y Cristina han sido peronistas"

"Perón fue nuestro paraguas. Intentamos priorizando la política sobre la pólvora, pero muerto Perón, triunfó la pólvora", recuerda Duzdevich respecto la formación efímera del grupo Lealtad que sólo sobrevivió unos meses hasta la muerte del general en julio de 1974.


"Lo que sucedió con el grupo Lealtad es que nos dispersamos y en general nos exiliamos en el interior. Yo me fui a Neuquén y estudié ahí. Nos diluimos y todos agarramos rumbos distintos con militancia territorial o barrial cercana a los sindicatos. Pero nunca nos pasamos a otro bando", confesó.


También recuerda la muerte del Padre Carlos Mujica, que estuvo en la plaza del 1 de mayo de 1974 y se quedó aunque nunca estuvo en Montoneros. "Su posición era parecida a la nuestra. Predicaba con un concepto bíblico que había que dejar las armas y tomar los arados. Su asesinato días despúes fue muy confuso. Para muchos era obra de Montoneros", repitió.

Montoneros y el final


"La cúpula de Montoneros decidió que había que confrontar con Perón porque eran la vanguardia de la revolución del proletariado. Exactamente lo opuesto a lo que quería la gente", dijo Duzdevich quien sostuvo que "en los ´70 hubo muchísimos errores y también virtudes".


"Nuestra generación tenía mucha honestidad y estaba dispuesta por ideas a nunca traicionar. La escala de valores era muy diferente a la actual. Tenía que ver con como nacimos a la política. Ingresar a la militancia por entonces significa que en el futuro lo único que aparecía en el horizonte era la cárcel, la tortura o la muerte. Estábamos en una dictadura como la de Onganía. Hoy la política está más vinculada a una carrera individual de crecimiento profesional y económico vinculada a los cargos", graficó.


Asimismo, pese a que es muy crítico con los sobrevivientes de Montoneros, dio que "nadie se quedo con dinero en los bolsillos. Ni Fermenich o Perdía. Nunca los acusaría de robarse nada, sí deberían rendir cuentas de lo sucedido y haber arrastrado a muchos jóvenes a la muerte".


Finalmente, fue lapidario con el final: "Nuestra generación tiene que hacer una autocrítica porque nosotros sufrimos una derrota tremenda en 1976. Fue devastadora. Nos costó miles de muertos, desaparecidos y exiliados. Pero además, en términos de concepción política retrocedimos 30 años. Le prometimos al pueblo una revolución y le dimos una tragedia".