Running: las lesiones más comunes

Desde los golpes en rodilla, pie, tibia al tendón de Aquiles. Cómo recuperarse

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En la actualidad uno de los deportes más practicados por hombres y mujeres es el running. Las mujeres han acaparado este deporte en los últimos años.


Entre las razones por las que este deporte suma adeptos es que es sencillo, no implica grandes gastos económicos y puede realizarse a cualquier hora del día, por lo que las personas pueden adaptarlo a su disponibilidad horaria.


Ahora bien, esas posibilidades hacen que en muchos casos no esté controlado por un profesor o especialista en el tema, por lo que los que lo practican sufren con frecuencia algún tipo de lesión cuando se entrena o compite.


"El running tiene un gran impacto y ejerce una enorme presión en el organismo por lo que es importante escuchar al cuerpo", explicó el doctor Gonzalo Yamauchi Quintian (MN 116375), especialista en proloterapia certificado por la Sociedad Americana de Medicina ortopédica (AAOM) y miembro fundador de la Asociación latinoamericana de Medicina musculo-esquelética (LAOM).


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Rodilla del corredor


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Fascitis plantar

Es una inflamación aguda de la fascia plantar en la zona próxima al talón. Lo más indicado para disminuir el dolor consiste en estirar correctamente tanto la pierna como el pie. Una pelota de tenis es un buen recurso para darse un masaje en el tendón, girando el pie encima de la bola.


Tendinosis del Aquiles

Su causa tiene que ver con la mala elongación de los gemelos y de toda la cadena posterior de la pierna, asociado a veces a una mala técnica de correr.


"Su tratamiento incluye elongación y además, el hielo y la pierna en alto permitirán calmar el dolor. Si éste no desaparece en dos o tres días, la visita al médico es más que obligada", aseguró el especialista.


Para los deportistas, si las indicaciones tradicionales no dan resultado, existe una nueva técnica de medicina regenerativa que se llama Proloterapia.


"Es una técnica que proviene de Estados Unidos con mucho éxito. Demostró ser efectiva para este tipo de patologías, porque a partir de la inyección de dextrosa (un azúcar totalmente natural), se produce una inflamación local que permite la formación de nuevos vasos sanguíneos, atrayendo sustancias que producen la regeneración y reparación de articulaciones, músculos, tendones y ligamentos", finalizó.