Una tormenta eléctrica provocó la tragedia de La Meca

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Al menos 107 muertos y más de 200 heridos dejó el desplome de una grúa sobre la Gran Mezquita de La Meca, en medio de fuertes vientos y tormentas eléctricas este viernes. Dramáticas imágenes exhiben el momento en que la maquina atravesó el techo del edificio bajo una intensa lluvia.

Otras fotos publicadas en distintos medios internacionales muestran el pulido suelo de baldosas de la mezquita cubierto de escombros, cuerpos y charcos de sangre y a las personas que huyen de la zona cubiertos de hollín.

Una hora antes del accidente, el Servicio de Protección Civil había indicado que caían en la ciudad "lluvias entre moderadas y fuertes". El gobernador de la región de La Meca, el príncipe Jaled al Faisal, ordenó que se realice una investigación sobre lo ocurrido.

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El incidente ocurrió poco antes de las 18:30, hora local, en el día más concurrido, el viernes, día de plegaria para los musulmanes, cuando la Gran Mezquita de La Meca se llena de fieles y peregrinos.

Imágenes tomadas antes del desastre muestran que la grúa fue alcanzado por un rayo y, por esto, las autoridades están en duda sobre la culpabilidad del clima.

Activistas crearon una cuenta en Twitter para pedir a los residentes de La Meca que donen sangre en los hospitales del área.

La Gran Mezquita alberga en su patio la Kaaba, la enorme estructura en forma de cubo negro en cuya dirección los musulmanes deben postrarse en todo el mundo para rezar.

Las autoridades han lanzado una enorme obra pública para ampliar el área de la mezquita en 400.000 metros cuadrados, lo que permitiría acoger hasta 2,2 millones de personas. La mezquita lleva años rodeada de numerosas grúas.

Oficialmente la Hajj o peregrinación a La Meca, uno de los cinco pilares del islam, debe arrancar el 21 o 22 de septiembre. La agencia oficial saudita SPA indicó el viernes que cerca de 800.000 peregrinos ya estaban presentes en la ciudad.

La Hajj no ha sufrido grandes incidentes en los últimos años, en comparación con épocas pasadas, en las que los aludes de peregrinos provocaban decenas de muertos. En enero de 2006, 364 peregrinos murieron aplastados por un movimiento de pánico, y dos años antes 251 murieron en una estampida. En 1990 fueron 1.426 los peregrinos que murieron, en su mayoría asfixiados, durante un movimiento de pánico en un túnel.