El Estado Islámico (ISIS) volvió a hacerlo. Un nuevo acto de terrorismo. No sólo asesinó cruelmente a dos supuestos espías chiítas en la provincia de Anbar, en Irak, sino que exhibió su ejecución en un video que parece cinematográfico, como suele acostumbrar.
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Las imágenes, dignas de una edición hollywoodense, muestran primero a Haidar Assad (21) y Nashaat Mahmood (22) hablando frente a cámara y diciendo las que podrían haber sido sus últimas palabras. Están vestidos con la túnica naranja con la que el ISIS suele decapitar a sus víctimas.
En este caso, no les cortará la cabeza sino que los hará estallar junto con la demolición de un edificio en ruinas. Los atan, conectan el dispositivo de detonación y, con la misma bomba que dinamitan la estructura, los harán explotar.
La crueldad no termina allí. Los yihadistas luego muestran los cadáveres de los dos hombres a los que acusaban de ser "espías chiítas" junto a los escombros.