Alejandro Tullio: "En 32 años no tuvimos fraude en la Argentina"

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En el piso de InfobaeTV, el director nacional electoral Alejandro Tullio explicó por qué el Ejecutivo no respalda la propuesta de Boleta Unica Complementaria (BUC) que realizó la Red Ser Fiscal para las elecciones del 25 de octubre. "Sería como hacer una elección paralela", dijo.

Consideró que "hay que revisar el sistema electoral" pero, sobre todo, "el sistema político". Aseguró que su responsabilidad se limita a administrar y no estuvo de acuerdo con calificar de obsoleto la forma en que se vota en la Argentina: "No es lo que dice el derecho comparado, ni los organismos internacionales, ¿qué otro país no tuvo denuncias de fraude durante 32 años como la Argentina?". Tampoco se siente un radical K.

Lo primero que tengo que decir es que se trata de un aporte cívico responsable de la Red Ser Fiscal. Se acercaron tanto a la Justicia electoral como a nosotros, con una propuesta que mereció la atención y el análisis nuestro. La hice circular a través de las diferentes áreas técnicas que estarían involucradas. La jurídica, porque había que impulsar un proyecto de ley, por supuesto la parte logística y la capacitación para los presidentes de mesa, y los informes que se produjeron no dicen si hay que aprobar o no, pero con la descripción de todas las tareas que hay que hacer, es prácticamente como si fuera a hacerse una elección paralela. Lo que puede ser una buena idea en un caso particular, al organizarlo y llevarlo a los 24 distritos, a los 15 mil establecimientos, a las 95 mil mesas de votación se convierte en una complejidad de todo tipo, que no podemos afrontar a 50 días de la elección.

En primer lugar, porque hay que legislar todo un sistema desde la aprobación del modelo de boletas, hasta el recuento de votos, diferente del que está. En la boleta única los partidos, las candidaturas, van en un orden. Ese orden va designado en un sorteo, o por el número de lista, o por el momento en que se oficializó. Con cualquiera de las opciones que se elija va a haber perjudicados o beneficiados. Eso tiene que estar dispuesto en la ley y puede generar litigiosidad.

En primer lugar, porque en esas boletas no hay simulteneidad, no entran las categorías provinciales, y en esta elección hay 11 provincias que eligen simultáneamente. Una boleta única, además de modificar el calendario electoral, además de decir que el voto es válido si se vota de una manera determinada, porque lo que está legislado para los privados de libertad y los que viven en el exterior, está por decreto. Y ya está prohibido legislar por decreto en materia electoral. Le agrego otro dato. Por ejemplo, nosotros tuvimos una curiosidad con el caso de la boleta de Catamarca; como debería ser una boleta única de grande entonces, el tamaño sería monstruoso.

En tercer lugar, la capacitación. Tendríamos que capacitar a 190 mil presidentes y suplentes de mesa para contar las boletas y esas boletas únicas. En Santa Fe se tardó un año para capacitar a la gente.

Es que no es más sencillo. ¿Desde dónde es más sencillo poner una cruz en un cuadradito de una boleta única que poner una boleta adentro de un sobre?

No cambiamos de opinión, no es una opinión, es el resultado de un estudio. Me dijeron que hay que cambiar 38 artículos del Código Nacional Electoral; la Cámara Nacional Electoral dijo en una acordada que cambiar la forma de votar en medio del proceso electoral podía traer más perjuicios que beneficios, en esto vamos de la mano de la Justicia electoral.

Puede haber dicho otra cosa, pero escribió lo que estoy diciendo yo. Dijo que en un proceso electoral no se pueden cambiar las reglas de juego.

Aún no lo dijo.

Creo que hay que revisarlo profundamente. La boleta, que también hay que revisar, es la punta del iceberg. Fíjese lo que pasó en Tucumán, con otro tipo de boleta hubiera sido lo mismo. Lo que hay que modificar es el sistema electoral, el sistema político, el sistema de partidos. Las alianzas pueden ser verticales u horizontales, un candidato a gobernador puede ir con tres presidentes, puede haber colectoras. Donde no se aplica la ley nacional hubo problemas de naturaleza política en todas las provincias. Problemas de naturaleza electoral no los hubo, pero se agregaron problemas políticos.

¿Cómo no? Yo empecé a trabajar con el doctor Eduardo Duhalde, donde se establecieron las elecciones internas abiertas, que se dejaron sin efecto. También impulsamos la ley de financiamiento de los partidos políticos en el 2002. A partir del 2007 encaramos la reforma electoral más importante, que es el DNI, que se cambió para tener padrones mejores. En el 2009, reforma política, primarias, más exigencias para constituir partidos políticos, campañas, en el 2010, cambiamos el padrón, le pusimos la foto para las elecciones del 2011 y en el 2012 ampliamos a los menores entre 18 y 16 años. ¿Le parece que trabajamos poco?

No es lo que dice el derecho comparado, ni en los órganos internacionales, no tuvimos fraude en 32 años, ¿cuántos países del mundo no tuvieron en 32 años problemas de fraude?

Que hay que cambiar el sistema partidario.

Por supuesto que tengo, pero lo que creo es que tenemos un juicio distinto del actual estado de cosas. Yo administro el sistema electoral, yo distribuyo los recursos de los partidos políticos, los recursos de campaña, los espacios de los medios de comunicación, hago la provisión a la Justicia electoral de los elementos para hacer la elección. Yo soy solamente el administrador electoral. No tengo facultades legislativas, pero sí se legisló y mucho. Entre el año 2009 y 2011, que tenía mayoría, ni planteó la reforma del Código Electoral. Yo trabajo todos los días para que el sistema sea más transparente.

Me parece inexacto. Yo adhiero a las líneas maestras de este Gobierno, si no, estaría trabajando en el Gobierno, no trabajo por necesidad. Dejé la afiliación radical hace algunos años, por discrepancias con el partido. Yo creo que cuando uno es afiliado a un partido, tiene que disciplinarse. Pero soy radical, no soy militante. Ser radical K es ser militante, y yo no soy militante. Dejé el radicalismo y dejé la militancia. No soy peronista, no milito en ningún partido. Volveré el 10 de diciembre a mi estudio, o a mis cátedras, o al destino que me toque. Creo que me queda grande ser radical K, pero me parece que me están calificando de algo que no soy, porque no milito en política.