En medio de una gran conmoción, Abdullah Kurdi cumplió con su palabra: enterró a su familia en Kobane, la ciudad de la que huían. Una gran cantidad de personas se acercaron a consolar al padre, quien se mostró consternado y prometió quedarse junto a sus tumbas "hasta morir".
Los féretros de Rehan, Galip y Aylan llegaron hoy a Kobane y rápidamente le dieron sepultura en medio de muestras de dramatismo. Fotógrafos de la agencia Reuters reflejaron los momentos más desesperantes de la despedida de quienes murieron en el Mar Mediterráneo tratando de llegar a Europa.