Secuestrada, golpeada, violada y vendida: la historia de una esclava sexual de ISIS

Janin, de 18 años, quien logró escapar de las manos del Estado Islámico, relató algunas de las terribles experiencias a las que fue sometida durante su cautiverio en Irak. Publicará un libro de su historia

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 AFP 163
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El Estado Islámico está promoviendo un mercado internacional en Irak donde mujeres cristianas y yazidíes son vendidas como esclavas sexuales, según relató a la agencia AFP una adolescente que logró escapar del horror a la que fue sometida por el grupo yihadistas.

Jinan, de 18 años, fue secuestrada en 2014 y permaneció en manos de ISIS durante tres meses hasta que logró huir. La revelación de la joven yazidí se dio en París, en el marco de una visita a esa ciudad antes de la publicación de su libro Esclava de Daesh ("Esclava del Estado Islámico") en el que cuenta su terrible historia.

Allí la adolescente relata uno de los tantos episodios a los que los terroristas de ISIS las sometían. En Mosul, "fuimos llevadas a una sala de recepción enorme con grandes columnas... decenas de mujeres se reunieron allí".

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"Los combatientes circularon entre nosotros, riendo ruidosamente y dándonos pellizcos en la espalda", cuenta Janin en Esclava de Daesh, según consigna Times of Israel.

Uno de los hombres presentes se quejó porque una de las jóvenes tenía pechos grandes. Él buscaba una yazidí de ojos azules y piel pálida, narra la esclava sexual de ISIS que logró escapar. "Esas son las mejores. Estoy dispuesto a pagar lo que sea", continuó el sujeto.

Las chicas más lindas estaban "reservadas para los jefes o clientes ricos" de las naciones del Golfo.

Por su parte, la adolescente fue movilizada por varios lugares del norte de Irak antes de ser comprada por dos hombres: un ex policía y un imán.

"Estos hombres no son humanos. Ellos sólo piensan en la muerte"

Jinan comentó que tanto ella como otros presos yazidíes fueron encerrados y torturados en una casa.

"Nos torturaron, trataron de convertir a la fuerza. Si nos negábamos, nos golpeaban, nos encadenaban al aire libre al sol, nos obligaban a beber agua con ratones muertos. A veces amenazaron con torturarnos con electricidad", relató la joven yazidí de 18 años.

"Estos hombres no son humanos. Ellos sólo piensan en la muerte. Toman drogas constantemente. Buscan venganza contra todos. Dicen que algún día el Estado Islámico reinará el mundo", concluyó.