Esta vez, la 'suerte' llamó y entró; está bueno ganar, pero hay que mejorar

El resultado marcará un 2-0 a favor frente a Godoy Cruz y seguramente nadie podrá ponerlo en duda. Boca ganó merecidamente y sigue en lo más alto del campeonato junto con San Lorenzo. Un "Ciclón" que viene teniendo la 'suerte' o esa ayuda divina de su lado, ganando dos partidos de manera agónica.

Sin embargo, en este punto el "Xeneize" puede sentarse en la misma vereda y charlar. Porque hoy el equipo contó con esa pizca de fortuna que tuvieron los de Boedo, que al parecer serán los que pelearán el torneo hasta el final.

Dejando de lado los primeros quince minutos de Boca, en los que ahogó al rival y parecía que iba a llegar el segundo gol antes que el primero, el equipo entró en una meseta y sufrió el juego criterioso de los mendocinos. Sus triangulaciones y pases precisos fueron un puñal para la línea defensiva y sobre todo desnudaron el mal retroceso, dejándolo muy expuesto.

Ni Gago ni Erbes podían frenar los ataques furibundos del "Tomba", que contó con chances muy claras, algunas otorgadas por fallos individuales de "Guille" Sara. Pero cuando pasó el temblor y la pesadilla del partido con Unión se transformaba sólo en un mal recuerdo, apareció el cabezazo salvador del incansable Meli, tras una pelea dura de Tevez, quien ganó la falta y envió un centro a la cabeza del ex Colón.

Faltaba nada para que terminara la primera etapa y llegó el gol que cambió el partido. A partir de ahí, Boca ya no sufrió sobresaltos. Porque la obligación de ir a buscar los tres puntos no estaba y sólo se limitó a atacar cuando sabía que atrás no iba a sufrir. Godoy Cruz intentó, pero de manera desordenada y eso benefició. Ya con el segundo tanto, el tiempo sólo debió correr.

Está bueno ganar y seguir siendo líderes. Pero también hay que saber que últimamente en condición de local se están cometiendo errores muy grandes, que dependen de la puntería del rival para que no terminen en goles.

Por lo bien que se sabe que trabaja el cuerpo técnico comandado por Arruabarrena no hay dudas que esta semana se intentarán corregir todas esas fallas. Sobre todo porque se vienen verdaderas finales que definirán el rumbo y la suerte del equipo. Sí, esa suerte que hoy llamó a la puerta, y entró.