Richard Blanco: "Vine a denunciar la situación de los presos políticos en Venezuela"

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El diputado opositor venezolano Richard Blanco, también miembro del Parlasur, estuvo en Montevideo donde presentó una ley de amnistía y reconciliación y reclamó por la libertad de los presos políticos de su país. También llegó a Buenos Aires, y espera reunirse con parlamentarios argentinos y también con Mauricio Macri, para ponerlos al tanto de la dramática situación que vive su país. Ayer, el presidente Nicolás Maduro lo mencionó varias veces en su discurso por cadena nacional, relacionándolo con el acusado de un crimen aberrante. "No le tengo miedo al régimen", dijo en el piso de InfobaeTV, "cumpliré mi agenda en la Argentina y volveré a mi país con la frente bien alta, porque los venezolanos saben perfectamente quién soy". Hace seis años él mismo estuvo preso por un delito inexistente. El 6 de diciembre hay elecciones. "Si se votara hoy, ganamos por el 80 por ciento de los votos", aseguró Blanco, que va por la reelección.

Sí, llegamos el 17 a Montevideo, y pudimos, aunque no se debatió, presentar algo que para nosotros es fundamental, la ley de amnistía y reconciliación 2015, que fue recibida por la secretaría parlamentaria del Parlasur. También mantuvimos reuniones bilaterales con gran cantidad de parlamentarios colegas que conforman esta entidad de la Unasur, y quisimos dejar sentado allí las tropelías del régimen venezolano que dirige el señor Nicolás Maduro, que vino utilizando los servicios del Estado para inventarle delitos a quienes delitos no han cometido. Gracias a eso, hoy en Venezuela están detrás de las rejas casi 75 opositores, porque no se permite disentir, a pesar de que se dice que hay democracia.

El poder judicial en Venezuela no es autónomo, la justicia se ha convertido en una gran injusticia. Lo reconoció un señor que fue juez luego de que se exilió fuera del país, que se inventaban delitos a los opositores, a cualquiera le inventan cualquier juicio y lo llevan a la cárcel, como Leopoldo López, como Antonio Ledesma.

- Así es, injustamente preso, un ciudadano ejemplar, que todas las posiciones que tuvo fue por el voto popular, electo y reelecto alcalde metropolitano de la ciudad de Caracas, felizmente con un enorme respaldo de internacional.

- Acusado por algo injusto, detenido en una cárcel militar, padeciendo limitaciones, ya que solo puede recibir visitas familiares. Igual que Antonio Ledesma, que está en su casa, porque tiene una enfermedad, pero está confinado, porque no le permiten visitas, ni siquiera salir a tomar sol. Como están exiliados tantos venezolanos que tienen que salir del país para evitar la cárcel, porque en mi país están cometiendo tremendas tropelías estos sinverguenzas, estos corruptos que están en el gobierno, porque en Venezuela estamos viviendo situaciones verdaderamente dramáticas.

- Sí, aquí hubo muchos parlamentarios que estuvieron muy pendientes de la situación venezolana, como Patricia Bullrich, Silvana Giúdice, tantos que se vienen reuniendo con nosotros. Ahora nos vamos a volver a ver este viernes, porque existe una gran solidaridad con la situación del pueblo venezolano.

- Por varias razones, primero porque la inseguridad no mira colores. Pregúntenle a cualquier venezolano si no tiene algún familiar que no haya caído víctima de las balas de los delincuentes que operan bajo la mirada complaciente del gobierno. Pregúntele usted a muchos de esos señores que apoyaron a Hugo Chávez si encuentran los elementos mínimos indispensables cuando van a atenderse a un hospital.

- El fraude se teme. Nosotros tenemos un consejo nacional electoral sobre el que hay que estar vigilante. Pero lo que nosotros no vamos a temer es la voluntad de un pueblo que exige un cambio. El 6 de diciembre va a haber olas interminables en los centros de votación. Las encuestas dicen que si las elecciones fueran hoy, la oposición sacaría el 80 por ciento de los votos. Lo dice la calle, el ama de casa, el taxista, el obrero, el estudiante que pide a gritos un país distinto, un país mejor. La situación en Venezuela no se aguanta. Estamos en un vértice, donde hay que transitar dos caminos. Uno, la desesperanza, la inseguridad, el maltrato, el atropello del régimen. El otro, el de la fe y la esperanza, el de no volvernos a equivocar, porque por algo llevamos al señor Hugo Chávez y al señor Nicolás Maduro al poder.

- Dieciséis años ya, dieciséis años de angustia, de ofensas, de sacrificio que ha entregado un país que fue reconocido siempre como una de las democracias más consolidadas. Hubo errores, pero hubo aciertos también. Se nos reconocía en todo el mundo.

- Siempre abrimos los brazos de nuestra frontera para que ingresen todos los que tenían problemas. Venezuela siempre fue un manantial de amor.

- Yo estudié en un liceo de jesuítas, y la identificación con un Santo Padre que formó parte de esa congregación que cambia de paradigmas en el mundo, nos llena de respeto. En Venezuela somos muy católicos y comulgamos con la paz, y para nosotros se trata de un Santo Padre sencillo, que pide que se respete la conciencia de los demás. El presidente venezolano hasta tuvo la desfachatez de no asistir a una reunión con el Papa cuando fue convocado, seguramente porque temía que le fuera recriminado la existencia de presos políticos. Por eso le puedo asegurar que el 7 de diciembre, los titulares de muchos diarios del mundo van a decir que en Venezuela ganó la democracia, ganó la gente.

- En Venezuela la gente me conoce. Estuve preso un año en una de las cárceles más peligrosas del país, no le tengo miedo al régimen. Voy a retornar a Venezuela en los próximos días. Vine a cumplir una agenda que voy a concluir con mis hermanos de la Argentina, con los parlamentarios argentinos, me gustaría también reunirme con el alcalde Macri, que tiene una buena relación con nosotros.

Especialmente quiero traer el caso del alcalde Ledesma, injustamente preso, y de todos los presos políticos. Tengo mi frente en alto, voy a regresar en los próximos días, voy a cumpli con mi agenda completa. Siempre demostré que no soy cobarde, ni Maduro ni nadie puede cambiar mis ideales. Venezuela está pasando un momento difícil, soy un hombre que puede transitar con la frente en alto. Les duele que con mi compañero Stalin González les ganemos la elección que les quitará parte de los barrios de Caracas. Las encuestas nos dan ganadores, nos dan esperanza. Es la lucha que vamos a dar en todos los ámbitos, les guste o no les guste a quienes conducen los destinos de Venezuela en este momento.