PASO 2015 y un único mensaje opositor: ¿Obaca presidente?

Por Germán FermoEs altamente probable que lleguemos a octubre con una oposición que parece tener "miedo a oponerse", sin un mensaje claro y contundente

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Mis tres últimos tweets de anoche decían: "Estoy verdaderamente emocionado en escuchar estos mensajes de amor tan recíproco entre políticos, tanta sinceridad plena me está empachando". "De tanto mensaje inspirador voy por el pañuelo 84 y enaltezco un aspecto: empezaron a hablar todos, ¿será para la foto o debatiremos en serio?" "12:29am, no puedo más voy por el pañuelo 178, nunca en mi vida me emocioné tanto, cada mensaje, un sueño distinto y una lágrima mía GRACIAS!" Arranco hoy con muchas ganas de ser sarcástico emulando al gran líder opositor Obaca, gestor de uno de los mensajes opositores más audaces y articulados que he tenido la chance de escuchar en estos meses de democracia de mudos.

Gane quien gane, no hay propuesta. Tuiteaba el domingo por la tarde: "Veo a todo el mundo tirando porcentajes extraños y yo me pregunto ¿alguien sabe cómo le está yendo a Obaca?". Fui a votar reconociendo que con excepción de Sanz/Llach, la única propuesta opositora realmente innovadora era la de Obaca Presidente y obviamente que este comentario es con el mayor sarcasmo posible intentando reflejar una realidad frustrante en donde la mediocridad siempre le gana al sueño, en donde el miedo a proponer algo audaz y muy costoso se materializa en la facilidad de la alpargata regalada y en la peronización de una oposición demasiado tibia. Y en este contexto, es altamente probable que lleguemos a octubre con una oposición que parecería tener miedo a oponerse, valga la redundancia, sin un mensaje claro y contundente. Sin embargo, sarcasmo aparte, este artículo intenta tener un mensaje muy claro y como decía en mi nota anterior, me pasé la vida siendo terco e intentando desafiarme con cosas que parezcan inalcanzables.

No hay nada que me llegue más que ver a un Puma cantar emocionado y con lágrimas en los ojos el Himno Nacional Argentino, con esa garra única y tan Puma que les pertenece a ellos solos, porque se lo ganaron a fuerza de esfuerzo, sacrificio, integridad, honor y por sobre todo, puro huevo, no escuché a nadie cantar el himno tal como lo hacen los Pumas. Una vez tuve la chance de preguntarle personalmente a un Puma retirado qué se sentía haber sido Puma y me respondió contundentemente: "Si fuiste Puma, nunca dejás de serlo, lo sentís por el resto de tu vida", impresionante respuesta y recordaba esa frase cuando el sábado veía a los Pumas del '65 festejar desde la tribuna cada try que hacían los Pumas del 2015, ese contraste me resultó tremendamente inspirador para la nota de hoy que, lejos de ser sarcástica, puede resumirse así: todo es posible, sólo basta proponértelo, me rebelo ante la recurrente realidad de escuchar que en Argentina ciertas cosas son imposibles, ciertas otras deben ser aceptadas y sobre ciertos temas no hay que hablar porque son socialmente non-fashion. Y el sábado, junto a mis dos hijos, ambos rugbiers del BAC, tuve el honor de ver quizá el mejor partido de los Pumas en su gloriosa historia, sin desmerecer la segunda victoria frente a Francia en el Mundial del 2007 y frente a Australia el año pasado. A purotackle, a puro try y por sobre todo, a puro huevo, los Pumas se fumaron nada más y nada menos que de visitantes a la segunda mejor selección de rugby del planeta: a los formidables Springboks.

Me rebelo ante la recurrente idea de que en Argentina ciertas cosas son imposibles

No hay nada que me motive más que el sabor de lo imposible ¿y por qué entonces no extrapolar este concepto a la sociedad toda, qué tal si jugamos todos "a lo Puma" y resaltamos al único opositor sobreviviente, el gran Obaca? ¿Qué tal si de una vez, nos despertamos de esta siesta mediocre que como argentinos estamos durmiendo desde 1880? Sí, no me equivoqué, digo 1880, cuando nuestra utopía social era alcanzar al top-ten de las naciones del mundo. Mientras se acercaba el final del partido no podía dejar de extrapolar lo que como sociedad podríamos hacer si dejásemos nuestra apabullante mediocridad de lado y de veras nos propusiésemos el desafió de conseguir cosas que ex-ante parezcan inalcanzables, los Pumas demostraron el sábado que nada es imposible si te bancás el costo que su consecución implique obvio, a veces hay que tener huevos de elefante para soportar el sacrificio, pero es posible transformar una utopía en realidad.

En la Argentina de hoy lamentablemente, cosas que en otras naciones son totalmente conseguibles han alcanzado el rango de inalcanzables o imposibles como por ejemplo: transitar durante un día de lluvia por una autopista sin que un río se coma el pavimento al punto tal de necesitar lancha, bote o helicóptero en vez de auto y no estoy refiriéndome a una ruta en la Quiaca (que by the way, también merece buenas rutas) sino a la autopista que une Rosario con Buenos Aires con un carril cancelado, una de las más importantes del país. Y en esta lista de cosas imposibles con un frustrantemente exclusivo sabor argentino puedo pasar lista por hospitales públicos en estado lamentable, por escuelas públicas en condiciones inaceptables y seguir con una lista enorme de pendientes con un insólito sabor a frustración. Nosotros como sociedad tuvimos la particular capacidad de convertir a estas cosas en cotidianas y aceptables.

Sin embargo, hoy no escribo con ganas de jugar al argentino frustrado sencillamente porque no sirve, porque no agrega absolutamente nada, tengo por el contrario, la motivación de hoy lunes, habiendo finalizado las PASO, de levantar el pecho como lo hicieron los Pumas el sábado frente a losSpringboks y empezar a desafiar adversidades sociales por más inalcanzables que parezcan. Entonces, si el mejor discurso es el de Obaca Presidente, ¿qué tal si como sociedad endogeneizamos al político de turno y revertimos la relación de causalidad? ¿Qué tal entonces, si en vez de depender de un líder que marque la cancha, somos nosotros todos, los argentinos, que en el día a día empecemos a demostrar y demostrarnos que todo lo imposible ex-ante es más una construcción mental que el reflejo de una realidad que siempre puede alterarse? ¿Qué tal si podemos impulsar una propuesta que supere a la de Obaca Presidente? Y ojo, lo digo con todo respeto a la innovación del señor Obaca,by the way, todo un grande.

Y finalizando, una preciada amiga el sábado pasado me regaló un gran libro: "El Caballero de la Armadura Oxidada", obra que en gran parte complementa el espíritu de la nota de hoy. Y mientras saboreo un chocolate en barra en este inundado domingo de lluvia, no hago más que reconocer que como sociedad estamos oxidados tal como la armadura del personaje y necesitamos de una vez sincerarnos con nosotros mismos para sacarnos el corsé de encima tal como postula el libro. En la vida misma cada uno es responsable de generar sus propias ventanas de felicidad, la felicidad es tan efímera y difícil que rara vez se presenta en forma exógena y automática, uno debe ir por ella y este principio no sólo aplica a lo individual, una sociedad también debe ir por ciertas cosas y revelarse a ciertas otras. Si a cada uno de ustedes les pidiese navegar la luna seguramente me responderían que hacerlo es imposible y los más extremos hasta me dirían que me volví a fumar otra pipa esotérica a las que los estoy acostumbrando en este personalmente paranoico 2015. ¿Qué tal si por el contrario, les digo que navegar una luna cualquiera que sea, elegíla vos, ponéle el nombre que quieras, es totalmente alcanzable? ¿Qué tal si desafiamos a una coyuntura que te ofrece rutas con agua, hospitales sin cama y escuelas sin libros? ¿Qué tal si como sociedad nos inspiramos de caras a octubre y decidimos decirle adiós a esta siesta oxidada en la que seguimos dormidos? Y aunque parezca utópico, yo soy de los que cree que navegar una luna cualquiera que sea, es totalmente posible, como sociedad nos debemos de una vez un sueño y una metáfora y recuperar la capacidad de decir basta, ciertas cosas son socialmente inaceptables. Yo tengo mi luna inalcanzable, ¿Argentina alguna vez, recuperarás la tuya?


(*) Germán Fermo. Ph.D. in Economics, UCLA, Máster en Economía CEMA. Actualmente se desempeña como Director de MacroFinance y como Director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.