Científico de la UBA logró un avance prometedor contra el cáncer

Jean Claude Zenklusen se graduó en Ciencias Químicas en la Argentina. Hoy está a cargo de un proyecto prometedor que busca la forma de curar la enfermedad

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El proyecto científico The Cancer Genome Atlas (Atlas Genómico del Cancer) es una especie de catálogo científico que compila y conecta toda la información y las especificidades sobre más de treinta y tres tipos de tumores, detallando sus cambios genómicos asociados con treinta y tres tipos de tumores que existen para luego precisar "a medida" su terapéutica y cura.

Atlas Genómico del Cáncer no sólo representa un estatus fascinante para la ciencia contemporánea, casi de ciencia ficción, sino que se perfila hoy como el avance más prometedor hacia la cura contra el cáncer. El cambio de paradigma más dramático que irrumpe con el Atlas Genómico del Cáncer es la forma de clasificar y tratar los tumores.

Para los argentinos el proyecto conlleva un valor agregado: quien lo lidera es el doctor Jean Claude Zenklusen, doctorado en Genética del Cáncer, de nacionalidad suiza y graduado en Ciencias Químicas y Biológicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Zenclusen nació en Suiza, pero se educó en la Argentina donde vivió 24 años. Hizo el secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires y se graduó en la Universidad de Buenos Aires (UBA), más precisamente en la Facultad de Ciencias Exactas. Es un claro ejemplo y producto de la educación pública nacional. Luego se nacionalizó estadounidense.

El proyecto científico The Cancer Genome Atlas -regado de hallazgos- que actualmente lidera representa el futuro de la ciencia y la medicina y también impacta directamente en la industria farmacéutica.

Zencluzen encara la charla vía skype con Infobae renunciando a cualquier halago y con extrema sencillez: "El gran desafio es la accesibilidad primero a la información sobre las nuevas terapéuticas que se inauguran, para que luego las politicas públicas de salud las vuelvan aún más accesibles".

El proyecto Atlas del genoma del Cáncer está dirigido por Jean Claude Zenklusen del National Cancer Institute (Instituto Nacional del Cáncer o NCI por sus siglas en inglés) que es parte del National Institutes of Health (Instituto Nacional de la Salud, Estados Unidos) y Carolyn Hutter, del National Human Genome Research Institute (NHGRI) y comenzó en el año 2006, una iniciativa que lleva nueve años y es el primer esfuerzo integral para crear un catálogo detallado de los cambios genómicos asociados con treinta y tres tipos de tumores, incluyendo el de Mama, Estómago, Pulmón, Vejiga, Piel, Colon, Hígado, Riñón, Cuello uterino y Cáncer de próstata.

Esto está proporcionándole a los científicos información crítica, no disponible anteriormente, y dio lugar a importantes descubrimientos y tratamientos capaces de salvar vidas.

Estos descubrimientos se deben, en gran parte, a un proyecto conjunto innovador del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI), que involucra un equipo dedicado de empleados federales y contratistas, y más de 150 investigadores que trabajan juntos en decenas de instituciones a nivel nacional e internacional.

Los descubrimientos que "provoca" el Atlas se deben en gran parte, a un proyecto conjunto innovador del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI), que involucra un equipo interdisciplinario de empleados federales, y más de 150 investigadores que trabajan juntos en decenas de instituciones a nivel nacional e internacional.

El propio Harold Varmus, ex director del NCI dijo: "No hay una persona que esté trabajando en la investigación del cáncer a nivel genético básico que no esté utilizando el Atlas del Genoma del Cáncer todos los días. Una gran cantidad de los mejores trabajos que se realizan en la genómica del cáncer está tomando los datos producidos por el Atlas del Genoma del Cáncer y lo están entendiendo mejor ".

Los investigadores de las principales instituciones médicas de todo el país y alrededor del mundo han estado haciendo avances influyentes en el diagnóstico y el tratamiento de algunos de los tipos de cáncer más mortales, lo que resulta en el desarrollo de nuevas terapias y mejores resultados en los pacientes.

Jean Claude Zenclusen: El Atlas... empezó en el año 2006 en aquel momento empezamos con tres tipos de tumores y hoy se extendió a treinta y tres distintos tipos; y la idea es caracterizarlos a nivel molecular, básicamente a nivel del ADN, del ARN y de las proteínas para ver cuáles son las modificaciones que ocurren en el genoma cuando una persona adquiere ese tipo de cáncer. Descubriendo qué tipo de alteraciones suceden podemos tratar de imaginar cuáles son las terapias que corresponden para las distintas personas.

Una de las muchas cosas que hemos descubierto es que siempre cuando clasificábamos a los tumores los hacíamos dependiendo en el órgano en el que se desarrollaba. Entonces, cáncer de mama era cáncer de mama, y cáncer de ovario era cáncer de ovario.

Lo que hemos descubierto es que en realidad si uno mira a los tumores a nivel molecular, hay cáncer de mama que se parece muchísimo al cáncer de ovario y paradójicamente se parece muy poco al resto del cáncer de mama; y hay cáncer de vejiga que se parece mucho más al cáncer de pulmón de lo que se parece al resto del cáncer de vejiga.

Cuando se analiza esto a nivel molecular podemos estratificar a los pacientes de acuerdo a las modificaciones que tienen y no al órgano de origen, entonces la terapia tiene mucho más sentido que basados solamente en el órgano de origen.

-Si uno mira a la terapia estándar hoy, que es la quimioterapia, se trata de una quimioterapia general que básicamente lo que hace es buscar bloquear la división de la célula, es muy poco efectiva.

Aunque no digo que haya gente que se cure. Pero por ejemplo, si usted tiene cáncer de colon normalmente hay primero una operación y luego una quimioterapia; el 50 por ciento de los pacientes, no van a tener nunca más ningún problema; pero el otro 50% de los pacientes van a volver a tener el cáncer, van a volver a tenerlo repetidamente y finalmente el cáncer los va a matar.

La quimioterapia per se no funciona, hace básicamente setenta años que hemos estado usando estos agentes y para la gente que tiene un cáncer que vuelve no le causa ningún efecto. Mi descripción siempre es que la quimioterapia actualmente es un juego de dardos hecho en un pub por un montón de irlandeses que están con los ojos vendados y están totalmente borrachos.

Básicamente tiramos dardos a las paredes y si uno le da al blanco, fantástico. Pero esa no es la manera de tratar una enfermedad. Entonces, si sabemos cuáles son las causas, cuáles son las moléculas que están modificadas podemos tener terapias que han sido diseñadas para atacar exactamente ese cambio y cuando eso pasa tenemos mucha más chance de curar al paciente y no de tratar a la enfermedad en general.

Cuando sabemos cuál es la razón de la aparición del cáncer y usamos terapias que son especializadas ya estamos totalmente en otro nivel de tratamiento. ¿Es ese tratamiento en la actualidad algo que se puede usar para todos los pacientes? No. Estamos desarrollando en estas terapias drogas que aún no existen y la mayoría de las drogas que existen se están usando en ensayos clínicos en hospitales de investigación. Pero eventualmente estas cosas llegan al tratamiento en general y a la población en general.

-El problema de la falta de información o de la información incompleta es un problema grave. Es un problema grave a nivel del oncólogo también, porque este tipo de análisis que estamos haciendo, los análisis genómicos del paciente, los resultados son extraordinariamente complicados. De la cantidad de mutaciones que nos informa la secuencia del paciente, por ahí tenemos un 2 ó 3 por ciento que sabemos qué es lo que esa mutación está causando, entonces el 90 por ciento de la información que recibimos no sabemos realmente si es importante o no.

Al oncólogo que tiene práctica todo el día en el hospital y que no está haciendo investigación le llegan estos resultados y realmente no sabe qué hacer. Hay cosas que se están desarrollando en Estados Unidos y en Europa. Estamos generando un nuevo tipo de profesional que se llama el "consejero genómico", una persona que entiende las mutaciones, que entiende cuáles son las consecuencias y que a partir de esa información, el oncólogo puede definir cuál es el tratamiento futuro del paciente dependiendo de su perfil genómico.

Por el otro lado, está la cuestión de que no todas las mutaciones que sabemos que son importantes tienen una droga que la afecta. Entonces las farmacéuticas necesitan desarrollar estas drogas para que sea posible usarlas y el problema con todos los tratamientos nuevos es que tienen un costo bastante grande. Por el momento la gran mayoría de estos tratamientos están siendo usados en ensayos clínicos, lo que significa que el paciente o el seguro no paga el costo, pero en algún momento estas drogas van a terminar siendo pagadas por el seguro de salud.

Algunas drogas comunes son extraordinariamente baratas, porque son muy fáciles de hacer. Pero hay otro tipo de drogas, las llamadas biológicas, que tienden a ser anticuerpos, y los anticuerpos son mucho más caros porque es mucho más difícil de producir.

La decisión viene a través de los organismos de salud pública. Y aquí se abre un abanico de preguntas: ¿Es esto algo que debe ser financiado por el organismo de salud pública? ¿Es esto algo que debe ser regulado en cuanto a precio?

Creo que cuantas más de estas terapias especializadas sucedan, los organismos de salud pública más van a tener que negociar con las farmacéuticas sobre cuál será un costo lógico, un costo que les devuelva el costo de producción e investigación pero que no sea desmesurado para que solamente la gente muy privilegiada económicamente pueda realizar.