"Sigo esperando que Scioli me llame para pedirme disculpas"

Malena Massa denuncia la "violencia institucional" contra su familia, defiende la experiencia de su marido y critica a quienes lo presionaron para bajar su candidatura presidencial. Y se diferencia: "Prefiero los tacos bajos a los stilettos"

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Entrevistada por #PoliticaConRouge para Infobae, la esposa del precandidato presidencial por el Frente Renovador, Sergio Massa, responsabiliza al gobernador Daniel Scioli por los extraños episodios ocurridos en su casa de Tigre, y se muestra enojada por el riesgo corrido por sus hijos.

Criada en un hogar militante, Malena Galmarini de Massa pone énfasis en diferenciarse de otras posibles primeras damas, sostiene que prefiere el barro a las embajadas, que quiere seguir trabajando en el distrito de Tigre en el que es candidata a concejal e ironiza sobre los que abandonaron el Frente Renovador para volver al oficialismo: "De un día para el otro, decidieron que no había más inflación, ni inseguridad, que había pleno empleo...".

¿Qué opina de la reciente denuncia contra el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que lo vincula al tráfico de efedrina?

Confío en mis amigos, en la gente que conozco y de la que puedo dar fe. A Aníbal Fernández no lo conozco lo suficiente como para dar fe de una cosa o la otra. Sí creo que las denuncias que se hicieron tienen que ir a la justicia y él tendrá que mostrar todo lo que tenga que mostrar para que lo declaren inocente si lo es.

Más allá de la veracidad o falsedad de esta denuncia, ¿existe una responsabilidad política por el crecimiento del narcotráfico en el país?

No sé si Aníbal Fernández, pero tanto el gobierno nacional como el provincial hicieron agua en este tema. Eso es mucho más grave. Pensar que el narcotráfico creció tanto... Yo recorro los barrios y es cierto que cada vez hay más droga, que los chicos están más metidos en el paco, que las madres no tienen adónde llevarlos para que se recuperen. Aunque uno sabe quiénes son los que venden la droga, es muy difícil que la policía colabore. En Tigre, creamos una fiscalía específica. Pero no se cuenta con las herramientas necesarias para pelear semejante guerra.

"Como gobernador en estos 8 años en que el tráfico de drogas, las armas ilegales y el crimen han crecido, (Scioli) tiene mucha responsabilidad"

¿Daniel Scioli también es responsable de esto?

Sí, la seguridad en sentido amplio, no sólo respecto a los delincuentes que por robarte te matan, sino también por el delito organizado, depende del gobierno nacional y del provincial. Scioli, como gobernador durante estos últimos 8 años en que el tráfico de drogas, las armas ilegales y el crimen en general han crecido, tiene mucha responsabilidad.

¿Cómo era la relación institucional con Scioli mientras Sergio Massa gobernaba el municipio?

Mientras fuimos parte del kirchnerismo obediente, muy poquitito tiempo, cuando a todo decíamos que sí, y a nada que no, fue muy buena. Cuando empezamos a plantear dudas o a decir que algunas cosas no nos gustaban, eso fue rompiendo la relación y Tigre quedó relegado. Pero nosotros hicimos muchas obras. Tenemos una alta cobrabilidad de impuestos, lo que habla de la confianza en el gobierno municipal. Fuimos armando una matriz tributaria de tasa progresiva donde los que más tienen pagan más, y los que menos tienen casi no pagan. La gente paga porque lo ve en obras, en los cuatro hospitales, los centros de salud, las fiscalías, los móviles de seguridad ciudadana, la ayuda social.

Sergio Massa está haciendo una campaña basada en propuestas para diferenciarse de otros candidatos, más centrados en gestos e imágenes. Sin embargo, no parece que la gente responda mejor a una estrategia que a la otra...

El marketing siempre funcionó, tanto para una gaseosa como para los candidatos. Nosotros, independientemente de los resultados, no queremos ser lo mismo, nos centramos en las propuestas, la seguridad, los jubilados, la inflación. Tenemos ideas claras, decimos cómo vamos a financiar lo que proponemos. Creo que la gente va a escuchar eso.

"Luego del episodio del prefecto, seguimos siendo víctimas de la violencia institucional"

Usted tuvo un diálogo ríspido con Scioli, luego de que un oficial de inteligencia de la Prefectura ingresara al domicilio familiar. Ese prefecto ya fue condenado. ¿Superó la mala disposición que tenía hacia el gobernador?

¿Yo?, ¿en lo personal? No, de ninguna manera. Sigo esperando que me llame para pedirme disculpas, no solamente porque eso sucedió en el territorio de la provincia que él gobierna y en el distrito de Tigre, donde él también vive, sino porque luego de eso nosotros seguimos siendo víctimas de la violencia institucional, y yo esperaba que, tanto desde el gobierno nacional como provincial, alguien levantara el teléfono y me pidiera disculpas por el riesgo que corrieron mis hijos, por haber violado mi intimidad, pero también por haber violado la democracia. Nosotros vivimos la década de los 70 y mi padre incluso la del 60, cuando la violencia institucional hizo de este país un infierno. Para mí fue muy duro, lo vivimos muy distinto Sergio y yo. Porque tenemos historias distintas. Yo me asusté mucho, pero no fue miedo físico, sino miedo por la vida institucional de la Argentina.

¿A qué se refiere cuando dice que continuó la violencia institucional contra ustedes?

La primera acción de violencia institucional es que te metan un tipo en tu casa, miembro del servicio de inteligencia, armado con una pistola 22 –calibre después famoso por la muerte de Nisman, lamentablemente-, con silenciador. Luego, todo el arco político diciendo que en realidad era un autorrobo porque nosotros queríamos mostrar que en Tigre con las cámaras se había apresado a un intruso... todo una locura. Y después continuó la violencia institucional con el armado de una causa trucha en una fiscalía de Pilar, intentando hacer zafar de la cárcel a este agente de inteligencia...

¿Este es un gobierno que apela con frecuencia a estos mecanismos?

Sí, nosotros sabíamos incluso antes de este hecho que nos estaban siguiendo, que nos escuchan los teléfonos. Si querían amedrentarnos, no lo consiguieron, pero la relación con el Gobernador, en mi caso personal, está quebrada. Y dos años después ya no tiene vuelta atrás.

"Cuando uno está mucho tiempo en el poder, y se siente dueño del Estado, cree que tiene derecho a hacer cualquier cosa"

También ahora hay noticias de amenazas a Jorge Lanata y a su equipo. ¿Qué opinión le merece eso?

Es más de esto que veníamos hablando. Cuando los que gobiernan creen que son dueños, que escrituraron el Estado, creen que pueden hacer cualquier cosa contra los que pensamos distinto, los que peleamos por la verdad, y que creemos que robar es un delito y que en el caso del Estado, robar mata, porque cuando se roba al Estado se roba a los que menos tienen. Hay miedo a perder el poder que fueron construyendo en estos doce años, y que no tiene límite. Cuando uno está mucho tiempo en el poder, y se convence de que ese poder es propio, cree que tiene derecho a hacer cualquier cosa. Que no hay límite.

Este estado de cosas que describe, ¿puede prolongarse, gane quien gane?

Sí, desarmar esto no va a ser fácil. No es sólo el gobierno, sino las empresas, los medios de comunicación, todo el entramado de poder que fueron construyendo en estos 12 años y que no va a ser fácil de desarmar. Sin embargo, creo que el Frente Renovador, con Sergio Massa a la cabeza, tiene todas las posibilidades, porque es un hombre joven pero con mucha experiencia, con ideas claras, y con la valentía para llevarlas adelante. Y eso, sumado a la honestidad intelectual y patrimonial, hace de él el hombre que la Argentina necesita para el período que viene.

¿Pero por qué Massa, que era el candidato más competitivo, ahora las encuestas dirían que ya no lo es?

Bueno, creo que hubo algunos errores, errores forzados también. Es muy difícil cuando se es 10, 15 años más joven que el promedio de la dirigencia argentina, no sólo política, sino empresarial y sindical, y la sensación de "este pibe nos jubila a todos" y no se es socio del poder, entonces no tienen de dónde agarrarte, y no sos permeable a los intereses de lo que ahora se llama círculo rojo, el establishment o como se lo quiera llamar, eso hace que todos esos se junten para ver cómo pueden bajarte.

¿Estaba a favor de un acuerdo con Mauricio Macri para unas PASO opositoras?

Nosotros intentamos ordenar la oferta de oposición. Le planteamos esto a Macri, pero también a Stolbizer, a De la Sota, a todos. Si, con matices, queremos todos que este ciclo termine, vayamos a unas PASO para que la gente elija cuál es el proyecto opositor que más conviene para la Argentina, y el que gana conduce y el que pierde acompaña. Pero me parece que hay egos, miedos.

"Fueron días muy difíciles, cuando a tu alrededor todos te dicen que no vas a llegar..."

Después de la presión para que Sergio Massa se baje de la candidatura, ¿qué balance hacen de la decisión de seguir adelante?

Fueron días muy difíciles, porque cuando te ponen entre la espada y la pared, cuando tenés convicciones y sueños muy arraigados y creés que podés hacer más por tu país, pero a tu alrededor todos te dicen que no sos el indicado, que no vas a llegar... Sin embargo Sergio, pese a su juventud, tiene mucha experiencia, cuando llegó a Anses tenía 29 años y ese instituto que prácticamente no existía fue creciendo y se convirtió en un organismo público transparente, más allá de lo que pasó después de que él se fue. Y esa valentía es la que lo llevó a decir "creo en esto, tengo cosas para aportar, más allá del resultado de cualquier elección". Tiene que ver con creer en el país, en los argentinos, en que se puede estar mejor. Así tomó la decisión de seguir adelante. Obviamente algunos, de un día para el otro, decidieron que no había más inflación, ni inseguridad, que había pleno empleo...

¿Lo dice por los intendentes que lo acompañaron en la elección de 2013 y luego volvieron al Frente para la Victoria?

Sí, si yo repitiera las cosas que ellos decían un día antes, sería muy gracioso porque era absolutamente contradictorio... Pero bueno, cada uno hace su camino, cada uno sabe hasta dónde puede bancar sus convicciones y cuál es el momento en que tiene que bajar sus principios. No sé cuál va a ser el resultado de la elección; espero que los ciudadanos entiendan que Sergio puede ser uno de los tipos que saque a la Argentina adelante. Pero si esto no sucede, vamos a seguir haciendo lo que hacemos y peleando por una mejor Argentina. No nos vamos a ir de la política ni del país, ni vamos dejar a los que nos acompañaron -sean dirigentes, compañeros de ruta o simples vecinos- colgados de la palmera, como se dice en el barrio.

¿Cómo está impactando la candidatura de Felipe Solá a la gobernación de la provincia?

La fórmula de Solá y Daniel Arroyo cayó muy bien. Felipe conoce muy bien la provincia. Sergio dice que es un placer recorrer con él en avión porque te dice cuál es el campo o distrito que van sobrevolando. Conoce mucho la problemática, fue un excelente gobernador, en un momento terrible de la Argentina, y Daniel Arroyo es uno de los académicos y dirigentes que más entiende de soluciones para la pobreza.

"¡Ojalá Sergio me tuviera un poquito de miedo!"

Solá fue el primero en introducir el tema del narco en la campaña, aludiendo también a Aníbal Fernández...

El tema del narco y el de la droga son las dos caras de la misma moneda: de un lado, quienes hacen de la droga un negocio, y del otro quienes sufren la adicción. Ambas cosas están descontroladas. No hay profesionales ni instituciones adecuadas para atender a los adictos. Y por otro lado, la droga prolifera...

¿Es cierto que usted es la más dogmática de la familia? Hasta se dice que Sergio Massa le tiene un poquito de miedo a sus opiniones....

No, no, miedo no, ¡ojalá me tuviera un poquito de miedo! (risas). Sí, tal vez soy más rígida. Sergio es un hombre más de diálogo, de entender que para acordar uno siempre tiene que correrse un poquito y ponerse en el lugar del otro. Yo soy más rígida, porque soy muy autoexigente y eso hace que les exija a los demás.

Si tiene una diferencia con él, ¿se lo señala en público o espera a estar a solas?

Depende. Si estamos discutiendo en un plenario o en una reunión política, digo lo que pienso, obviamente sin faltar el respeto a él ni a nadie.

"No voy a ser Primera Dama, es una institución anacrónica. Soy una simple militante política"

¿Tiene plenarios el Frente Renovador?

Sí, por supuesto, ayer tuvimos uno en Tigre con casi 2000 compañeros que van a fiscalizar. Claro que hacemos plenarios. Lo preguntan porque ya no se hacen plenarios en la política, ¿no?

¿Qué clase de Primera Dama quiere ser?

Yo no voy a ser Primera Dama, a lo sumo voy a ser la esposa del Presidente. La institución Primera Dama es anacrónica, de épocas en que las mujeres no trabajaban, no hacían nada, y el señor Presidente venía con su señora. Yo estoy lejos de las damas de beneficencia, de la caridad, de las políticas de one shot, como se dice, de un solo golpe, de "voy una vez y no vuelvo más". Yo soy feliz en Tigre haciendo lo que hago, trabajando con los más humildes de mi distrito, pero también con los que más tienen para poder tener recursos para los que más necesitan. Las políticas públicas deben ser de todos los días, permanentes, cotidianas, cercanas. En ese lugar de Primera Dama no me sentiría cómoda. Creo que Sergio tiene que elegir un excelente vice, como el que eligió, grandes ministros, un excelente canciller, para que tengan las reuniones que tengan que tener. Yo soy una simple militante política. Quiero seguir en mi barrio, prefiero los zapatos de taco bajo a los stilettos, prefiero el barro antes que las embajadas, no me desvela el poder; seguramente voy a ser distinta.

Participaron del café:

Silvia Mercado (@SilMercado)

Claudia Peiro (@PeiroClaudia)

Producción:

Mariana Dahbar (@marianadahbar)

El look de Malena Massa


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