Persiste el pesimismo entre los constructores de obras privadas

El Indec midió en junio un récord de actividad. Las expectativas para el tercer trimestre son contractivas

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La obra pública con fines electorales y la privada como refugio de valores, reanimaron el PBI NA 162
La obra pública con fines electorales y la privada como refugio de valores, reanimaron el PBI NA 162

Después de concluir mayo con una caída de la actividad de la construcción agregada de 3,7% respecto de abril, en junio el Indec registró un salto de 5,5% que posibilitó alcanzar un pico histórico. Claramente, el año electoral y el impulso de la obra pública tuvieron un rol decisivo.

"En el análisis por bloques se observó el récord histórico del indicador para un mes de junio en obras de infraestructura, obras viales, viviendas y otros edificios", sintetiza el informe oficial. Sin embargo, ese nivel de actividad no aparece sostenible, al menos en el corto plazo, según otros datos que aporta la serie oficial.

Uno es el indicador anticipado que representa los pedidos de autorización de superficie a construir registrada para obras privadas, en una nómina representativa de 42 municipios, el cual registró en junio una suba de 2,7% con respecto al mes anterior, pero bajó 21,1% con relación a igual mes del año anterior. La superficie cubierta autorizada acumulada en los primeros seis meses del año dio cuenta de una contracción del 13,8% con respecto a igual período del año anterior.

La superficie a construir cayó más de 21% respecto de un año atrás

El otro es el que surge de "la encuesta cualitativa del sector de la construcción, que consultó a las firmas sobre las expectativas para el tercer trimestre del año, se han captado opiniones disímiles, en cuanto al ritmo de actividad esperado, según las empresas se dediquen principalmente a realizar obras públicas o privadas", que también hace el Indec.

Como era de esperar para el trimestre previo al fin de mandato del actual Gobierno, pero en particular al de las elecciones nacionales para definir el próximo presidente de la nación, las expectativas de empresas abocadas preponderantemente a la obra pública arrojaron un saldo de respuesta positivo de 5,2% de los casos: 28,9% que proyectan suba y 23,7% que disminuirá.

Por el contrario, entre los desarrolladores concentrados en la obra privada, el saldo de respuesta fue negativo en 4,5% de los casos, producto de 22,7% que estimó que la actividad declinará y 18,2% que estimó aumento.

Repunte sesgado

La virtual estabilidad cambiaria del primer semestre, pese a que la tasa de inflación sólo cedió por métodos artificiales, como la forzada apreciación del peso que propuso el Banco Central, pese al elevado costo que eso generó en términos de caída de exportaciones; y el ancla sobre las tarifas de los servicios públicos, fue clave para reanimar la actividad de la construcción en el primer semestre, a contramano del consumo y la producción industrial que persisten en recesión.

La dolarización de carteras podría provocar un punto de giro

Pero el impulso que en julio tuvo la dolarización de carteras, y la suba de las tasas de interés, explican que poco más de uno de cada cuatro desarrolladores abocados principalmente a la obra privada proyecten una retracción de la actividad y posterguen los pedidos de autorización de superficies a construir en este tercer trimestre.

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