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Tras más de un mes de medidas de fuerza, los choferes de la línea 60 de colectivos recibieron una propuesta por parte del Gobierno para superar el conflicto. En principio aclararon que no atiende a la totalidad de sus reclamos. No la aceptaron, pero se comprometieron a analizarla.
"La propuesta implica la reincorporación parcial de los 53 trabajadores despedidos, entre otros puntos. No es lo que esperábamos después de 37 días pero es un avance, la evaluaremos con los compañeros", dijo delegado Santiago Menconi. "Las negociaciones prosiguen", agregó. Los trabajadores volverán a reunirse este sábado por la mañana para discutir el planteo.
En tanto, el delegado Néstor Marcolín dijo que la empresa Monsa "no quiere pagar los días caídos" y negó que el servicio esté normalizado. Este viernes siguieron sin cortar boleto y se prestó un servicio reducido.
"Los que salieron ayer y hoy no cobraron boleto. Tenemos 340 colectivos, que salgan 16 es una propaganda y una mentira de la empresa. Además salen con una vuelta corta entre Constitución y Puente Saavedra", sostuvo.
En tanto, un grupo de trabajadores continuaba anoche en las cabeceras del barrio porteño de Constitución y de las localidades bonaerenses de Ingeniero Maschwitz, de Escobar, y en Rincón de Milberg, de Tigre, a la espera de conocer los resultados del encuentro.
Este viernes, antes de reunirse con el cuerpo de delegado, funcionarios de la cartera laboral recibieron a directivos de la empresa Monsa, a cargo de la línea 60 que transporta a diario a unos 250.000 pasajeros.
El jueves, los conductores en conflicto con la empresa Monsa comenzaron a las 9.25 un bloqueo parcial de la autopista Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, mano a la Capital Federal, que levantaron alas 11.15 tras ser convocados a la reunión con Tomada.
El conflicto entre los choferes y la empresa Monsa comenzó el 25 de junio cuando los trabajadores dejaron de cobrar pasaje en repudio al despido de un compañero, tras lo cual la compañía echó a otro grupo de empleados. En ese marco, el miércoles la jueza federal María Servini de Cubría levantó la restricción que regía para sacar los colectivos desde las cabeceras y prestar servicio normal, y dispuso que se ajustara el mecanismo de la tarjeta SUBE. Esa decisión fue cuestionada por los trabajadores, quienes manifestaron que "no cobrar boleto es una legítima medida de fuerza".