Enrique Pichón Riviére, más que simplemente el Freud argentino

Fue considerado uno de los maestros de la psiquiatría y la psicología en el país. En un nuevo aniversario de su muerte, un recuerdo de por qué su legado excedió la academia y se convirtió en un referente

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Enrique Pichón Riviére nació en Suiza en 1907, y tres años después, su familia se mudó a la Argentina, ya que, como en esa época el gobierno fomentaba la inmigración, le otorgó a los Pichón, un terreno en Chaco para el cultivo de algodón. Como su plantación no tuvo éxito, debieron mudarse a Corrientes, donde Pichón Rivière realizó sus estudios secundarios y sería uno de los fundadores del Partido Socialista de Goya.

No por nada él primero aprendió a hablar en francés, luego en guaraní y finalmente en castellano. El haber crecido en un entrecruzamiento de culturas y costumbres marcó la forma de pensar Pichón Rivière: siempre estuvo abierto a la diversidad y lo heterogéneo. Probablemente gracias a esto, empezó a notar como el contexto social influía en las personas, algo que resultaría central en sus teorías.

Tras obtener solamente ocho votos en su carrera por ser diputado, se trasladó a Rosario y posteriormente a Buenos Aires, para iniciar sus estudios de medicina en la UBA. Fue en esta provincia donde forjó una gran amistad con Roberto Arlt, ya que ambos escribieron para el Diario Crítica. Pichón Rivière siempre demostró un interés por el arte y la cultura, por ello se dedicó a analizar el proceso creador de artistas como Picasso o Van Gogh; y hasta brindó conferencias sobre esta temática, siendo su favorita aquella organizada por André Bretón en el Café Le Blanc, de París.

Pichón Rivière solía prestar su casa para organizar debates y exposiciones de movimientos vanguardistas, sobre todo del Grupo Madi. Con la ayuda de amigos artistas como Juan Batlle Planas, comenzó a emplear técnicas creativas para la recuperación de los enfermos, ya que notó, durante su práctica en el Asilo de Torres de Luján, que varios pacientes con retraso mental tenían capacidad para desarrollar muchas habilidades artísticas.

Ya como psiquiatra, trabajó más de 15 años en el Hospicio de las Mercedes, hoy conocido como el Hospital Borda. Allí no solo comprobó que el entorno del paciente influye en el desarrollo de algunas patologías, sino que varios enfermos sufrían de abandono, ya que nadie los visitaba. Como, en palabras suyas, "además, soportaban un trato pésimo", decidió instruir a los enfermeros, para que estos combinen su experiencia diaria con los descubrimientos de Pichón Rivière, en pos de mejorar la relación entre profesionales y pacientes, y por ende lograr una terapia más efectiva.

"Con ellos enseñé, pero sobre todo aprendí psiquiatría", afirmó orgulloso, al ver el éxito que tuvo esta técnica de "Grupos Operativos". Entre otros logros, cabe destacar el haber sido uno de los fundadores de la Primera Escuela Privada de Psicología Social y de la Asociación Psicoanalítica de Argentina. En junio de 1977 diversas figuras de estas especialidades, como también actores, músicos y artistas, celebraron, en el Teatro Sha, "Los primeros setenta años del maestro", para homenajearlo, ya que en todas estas áreas lo consideraron un pionero. Días después fallecería un 16 de julio.