"Crocodile Mick", el mayor asesino de cocodrilos de la historia

El australiano Mick Pitman, 57 años, asegura que en sus casi cuatro décadas de trayectoria mató a más de 20.000 especímenes. Algunos, de hasta cinco metros de largo

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Nació en Darwin, capital del Territorio del Norte, y nunca se fue de allí. Aprendió el oficio de cazar cocodrilos de su padrastro, "El Alemán" Jack, famoso por haber capturado a cuatro de los más grandes ejemplares que han estado en cautiverio.

La gran motivación de "Crocodile Mick" ha sido siempre superar a su mentor. Todavía no lo consiguió, pero está cada vez más cerca.

Recientemente cazó al cocodrilo más impresionante de sus 37 años de trayectoria. Medía 4,9 metros de largo, y lo mató de dos escopetazos en la espalda, tras cuatro semanas de búsqueda y acecho.

"Esperé mi oportunidad y me fui acercando poco a poco, hasta el momento indicado. Porque es como todo, si le vas a disparar a algo, no lo hagas a menos que vayas a hacer bien el trabajo", cuenta Mick Pitman al DailyMail.

Cuando le abrió la panza descubrió cinco colas de cocodrilos. Eso significa que estaba matando más de lo que necesario para su subsistencia.

A pesar de haber asesinado a más de 20.000 a lo largo de su vida, dice que cada vez que vuelve a estar frente a frente con uno siente un terror que le hiela la sangre. Quizás por eso sigue vivo, ya que nunca los subestimó.

Mick utiliza cuatro técnicas para matar: el arpón, la escopeta, el gancho y las trampas. La primera es su preferida.

Si bien los proteccionistas de animales lo consideran un asesino, muchos australianos de la región valoran mucho su trabajo. Por ejemplo, en el caso del último espécimen que cazó, fue a pedido de un ganadero, porque el animal le estaba devorando las vacas.

El cazador enfurece cuando le preguntan si se va a retirar. "La adrenalina es una droga muy adictiva. No la voy a dejar nunca nunca, mientras me pueda mantener de pie en el bote", concluye.