La griega acusada de matar a su marido fue condenada a 16 años

Se trata de Panagiota Alexopoulos. En noviembre de 2011 dijo que su pareja había muerto de un infarto y ordenó su cremación. En el juicio se demostró lo contrario

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Panagiota Alexopoulos

, la mujer de nacionalidad griega que estaba acusada de matar a su marido a golpes y de querer ocultar el crimen, fue sentenciada por el Tribunal Oral Criminal Nº2 de Lomas de Zamora a 16 años de prisión por el delito de "homicidio simple".


El hecho ocurrió el 26 de noviembre de 2011 y fue hallada culpable de matar a golpes a Julio Caprarulo (58), cuando dormía en la casa que compartían en el barrio Crucecita de Avellaneda, y de intentar cremarlo en el cementerio. La defensa de la mujer siempre sostuvo que la víctima murió por un ACV y que las heridas en la cabeza que se encontraron luego de la autopsia habían sido infringidas por un perro.


La investigación comenzó al día siguiente de la muerte. Estaba toda la familia en el cementerio Parque Iraola de Berazategui. La viuda dio un mensaje de despedida y cuando todo estaba dispuesto para la cremación, un llamado de una cochería cambió las cosas.


La funeraria alertó que el cadáver tenía heridas en la cabeza y enseguida no tuvo mejor idea que decir que "se las hizo su perrito, Aristóteles, un maltés trucho". "Lo quiso despertar cuando estaba muerto en la cama y lo lastimó con una patita", afirmó. Los investigadores no le creyeron e hicieron pruebas del reactivo luminol y dio positivo en las paredes de la habitación de la pareja. Ante las evidencias, la fiscalía no dudó en pedir 16 años de cárcel.


Desde el 14 de agosto estaba en su casa, cuando logró que le concedieran el arresto domiciliario para cuidar a su madre, de 90 años. Una vez que se escuchó el veredicto, su abogado dijo que van a apelar y que seguirá en ese lugar hasta tanto la sentencia no quede firme.


Junto a Panagiota, hubo otros tres acusados: Hilda Zulberti, íntima amiga de la griega y los médicos Omar Rossi y José Pinto García. A la primera se la había acusado de ayudar a acondicionar el cuerpo del marido; dado el vínculo con la acusada, la fiscal Dimundo no pidió pena para ella y creyó que actuó de buena fe.


Sin embargo, para Rossi y Pinto García, la fiscal solicitó tres años de prisión en suspenso y un curso de ética profesional. Al primero lo acusó de falsedad ideológica, ya que firmó el certificado de defunción de Caprarulo. Al segundo, en tanto, de encubrimiento agravado, luego de declarar el fallecimiento en la casa de Dardo Rocha. En estos casos, el tribunal decidió absolverlos a los tres. "No hay asociación ilícita, ni complot. Para el Tribunal, ella hizo todo sola", dijo la defensa de la griega.