Era impensado en el arranque del partido pensar que Perú sería el que vaya a la ofensiva con actitud e ímpetu. Esa estrategia sorprendió también a Chile, que recibió dos golpes y acusó recibo. A los 8 minutos, Jefferson Farfán metió un cabezazo que dio de lleno en el palo del arco de Claudio Bravo. No contento con eso, al rato el capitán Carlos Lobatón tomó la pelota en la puerta del área y le pegó de tres dedos ante la incrédula mirada del portero del Barcelona: el balón quedó en el lado externo del ángulo. ¡Tembló Chile!