"La memoria es un organismo vivo, se teje permanentemente"

La reconocida periodista Marta Dillon habló en Infobae TV sobre su más reciente libro, "Aparecida", en el que reconstruye la historia de su madre, secuestrada en 1976 y cuyos restos fueron descubiertos en el 2010. "Me sentí como la nena que era cuando se la llevaron", reveló

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En "Aparecida", su nuevo libro que acaba de ser publicado por Sudamericana, la periodista y activista Marta Dillon narra con sensibilidad y conmovedora franqueza la historia de su madre, Marta Taboada, quien fue secuestrada y desaparecida por la última Dictadura, y cuyos restos fueron descubiertos por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el año 2010.

En diálogo con el periodista Luis Novaresio en los estudios de Infobae TV, Dillon, editora del suplemente Las 12 de Página/12 y una de las organizadores de la marcha Ni Una Menos, contó cómo se sintió al ser anoticiada del hallazgo de los restos óseos de su madre tras décadas de desconocimiento y dudas.

"En el momento que me lo dijeron fue como si cayera un rayo, como si el tiempo se comprimiese y me sentí como la nena que era cuando se la habian llevado", relató Dillon. "Llamé a mis hermanos y les dije ¡Encontraron el cuerpo de mamá!, una frase completamente dislocada, porque la verdad es que no es el cuerpo, son unos poquitos huesos, pero es una evidencia muy poderosa de su existencia".

Y añadió: "La desaparición trae esto, muchas capas de silencio, dudás de tu propia memoria, pero la evidencia material reubica, es como si se reordenara la trama social".

Con respecto al momento en el que aparece este libro y el rol de los eventos del pasado en la construcción de la propia identidad, Dillon afirmó: "Creo que la memoria, como dice mi esposa Albertina (Carri), es un organismo vivo, se está tejiendo permanentemente. Si aparece este libro, como aparecen muchos otros relatos, es porque la memoria está viva, encuentra nuevos matices para contar y hay un entramado de voces que antes no habían sido escuchadas y que habilitan esta memoria".

Para el final, la autora de "Vivir con virus" concluyó: "Las desapariciones ocurrieron porque había un Estado, con toda su maquina burocrática y su banalidad, pero también escribientes que decían 'Bueno, entraron 7 cuerpos", sin preguntar, y se los inhumaba asi nomas. Todo esto da una pauta de lo que es la maquinaria de la represion, y por eso es importante habilitar todas las voces, porque la reconstruccion de la memoria no se detiene".