Georgina Barbarossa: "Matan a cualquiera para conseguir droga, la vida no vale nada"

La talentosa actriz habló con Infobae sobre su preocupación por el narcotráfico y sus sentimientos ante la absolución de Axel López, el juez que liberó a los 5 condenados por el asesinato de su marido

Guardar

-¿Te volverías a casar?

En realidad nunca me casé, Me junté con Vasco. Fue un juntamiento oficial, porque cuando yo lo conocí ya estaba separado de Blanca, y Lucrecia tenía cinco años. Armamos un casamiento vía Paraguay y yo me enojé porque él compró la libreta y yo quería comprarme un cuadro. No teníamos un mango.

-¿Para él era importante casarse?

Dárselo a mi papá. Imaginate que fue hace cinco mil años y yo me juntaba con un separado, era como "mmmm...". Era tanto "mmmm...", que hubo amigos de mi padre que no fueron. Mis viejos igual no les hablaron más. Yo me hice un vestido blanco, corto, minifalda, escotado, todo. Me hubiese encantado casarme con Vasco, imaginate que con lo cirquera que era, ahora ya no hago más circo...Yo me quería casar por Iglesia, entrar del brazo de mi papá, con el vestido de novia y la cola y la música...En eso soy re Susanita.

-¿Ya lo descartás?

Y sí, no sé...nunca digas nunca.

-¿Te volviste a enamorar?

Sí, pero duró poco. Ahora no estoy enamorada. Mi eterno amante es el teatro. Amo a mis hijos, es otro amor obviamente, a mi mamá que está viejita. Los chicos están grandes, tienen 27 años. Ya se fueron, Tomás se muda ahora, esta semana y Juan ya se fue.

-¿Se siente una contradicción ante la partida de los hijos a vivir solos?

Yo los empujo, pero sufrís como una bestia. Es la pérdida de la escena familiar. Nosotros teníamos una escena familiar, los cuatro: Vasco, Juan, Tomás y yo... y los perros, los gatos, todo. Después nos tuvimos que acostumbrar a ser nosotros tres. Durante muchos años no hice teatro de noche porque quería estar con ellos; primero porque eran chiquitos, después, porque tuvimos una tragedia en casa y para mí era muy importante estar con ellos. En casa cuando te sentás a la mesa no se atiende el teléfono, mi frase era: "Aunque me llame el Papa, estamos comiendo".

-¿Tele se ve?

No. Se habla.

-Es muy difícil eso hoy en las familias.

Si yo por ahí tengo que llevar el teléfono y digo: "Chicos, es por algo del trabajo" Ellos responden: "No, Georgina. Estamos comiendo".

"Me enoja la estupidez, el egoísmo, que la gente esté tan pendiente de cosas tan pavas"

-Quedó claro, en función de algunas notas que diste, que miedo a la muerte no le tenés ¿A qué sí le tenés miedo?

A las enfermedades.

-¿A las tuyas o a las de los demás?

A todas. A las mías porque no les quiero joder la vida a mis hijos, no quiero ser una carga por eso me cuido muchísimo. Soy una mujer recontra sana, no fumo, no tomo. Un embole. Como cosas muy sanas y trato de mantenerme bien.

-¿Con las drogas cómo te llevas?

No ¿qué drogas? Yo me llego a tomar algo un poquito más fuerte que una aspirina y ya me da taquicardia, o me pongo dura, no sé.

-¿Marihuana?

Sí ¿Quién no probó? Pero yo no soy una persona... Enseguidita soy tan sensible que todo me es mucho. Si fumo un cigarrillo, un porro, me duermo o me como esta mesa con mayonesa o dulce de leche. Cuanto más pura está mi esencia puedo trabajar mejor y te puedo dar una devolución mejor. Aparte piso un corcho y me agarro...

-¿Qué cosas te enojan?

Me enoja la estupidez, el egoísmo, que la gente esté tan pendiente de cosas tan pavas. Hay muchas cosas que son estúpidas y creo que es tan imprescindible que estemos unidos los argentinos, que estemos juntos, contentos, tenemos un país en democracia, sacarlo adelante.

"Lo que más me preocupa en este momento es el narcotráfico"

-¿Estamos muy enojados entre nosotros?

Sí, estamos muy peleados. Me parece bien defender cada uno su posición y la identidad, pero me parece que tenemos un país maravilloso con un mundo que está muy convulsionado con muchas cosas, con mucha violencia. La droga me preocupa mucho. Lo que más me preocupa en este momento es el narcotráfico con lo que está sucediendo acá en la Argentina, porque la vida no vale nada.

-¿Con tus hijos te preocupó el tema?

Sí, y lo hablamos mucho. Yo estoy re-tranquila con mis hijos, no estoy re-tranquila con el afuera, porque hay mucha violencia, la droga te mata el cerebro. La vida no vale, porque esos chicos que consumen van corriendo te matan a vos a mí, a cualquiera para conseguir droga. Estamos viviendo en una era en la que todo es muy cibernético, muy genético. Me parece bien que hagan tratamientos los papás que no pueden tener chicos, pero no sé... después digo: "Hay tantos chicos que necesitan una casa. ¿Por qué no adoptan a esos chicos?". Porque después se convierte en toda una cosa de ciencia ficción. Me remonta a "Un mundo feliz", de Huxley, ¿no? Donde vas haciendo a los chicos. "Los quiero con ojos verdes, con el ombligo cuadrado" y hay chiquitos en el Chaco, en Salta y a la vuelta. Está bueno que ahora cambien el tema de las leyes para la Ley de Adopción. Hay un montón de leyes que tienen que modificar.

"Me mataron a mi marido, a mi compañero, a mi cómplice, al padre de mis hijos"

-Vos viviste una de las cosas más terribles que puede vivir una persona, en una situación de inseguridad, mataron a tu esposo pero siempre fuiste muy medida en tus declaraciones respecto de cómo está la gente en la cárceles y respecto de la pena de muerte. ¿Cómo hiciste?

Me mataron a mi marido, a mi compañero, a mi cómplice, al padre de mis hijos. Es muy raro. Primero, pedir justicia, llamar a los medios, a la cámara. Gracias a la televisión pude pedir ayuda. Pero después, por más que en ese momento vos tenés una ira que hubieses querido matar con tus propias manos a los asesinos, te das cuenta que eso no te lleva a nada. Tuve que hacer un trabajo espiritual muy grande para no tener rencor ni ira en mi corazón y ponerlo todo en manos de Dios. Yo no estoy a favor de la pena de muerte, porque te podés equivocar.

-¿Y lo lograste con ese trabajo espiritual?

Sí, el día del juicio yo lo llamé a mi abogado y le dije: "Marcos, ¿vos estás seguro que éstos son?". "Georgina, ¿qué me estás preguntando?". Digo: "No, porque tengo miedo de que vaya a la cárcel gente que no es".

-Cinco condenados en ese momento que hoy están libres.

Que están libres gracias al Juez Axel López. Gracias, gracias, un amor. Sobre todo para Matías Bagnato (1).

"Si los asesinos de Vasco están viendo esto, a ellos no les gustaría que les matasen a algún familiar, ¿no?"

-¿Qué te pasó cuando fue absuelto en el Juicio Político?

Mucho dolor. Mucha injusticia sentís. No entiendo. Bueno, como Alejandra Rubio, la ex pareja acaba de salir. No entiendo. ¿Sabés que rezo mucho? Tampoco soy una monja laica, pero lo pongo todo en manos de Dios, creo en la Justicia Divina. Si los asesinos de Vasco están viendo esto, a ellos no les gustaría que les matasen a la mujer o algún familiar ¿no? No se puede hacer nada. Los políticos tienen que hacer cosas. Tenemos que modificar las leyes, pero no es inmediato, no es en el tiempo en que uno quisiese que ocurrieran las cosas.

-¿A los políticos les crees?

-Sí, a algunos sí, no digo a quienes porque no me siento identificada con la política. Apoyo y voy a apoyar siempre a los gobiernos democráticos, todo lo que puedan hacer por la cultura y todo lo que puedan hacer por nivelar para arriba y sacar este país adelante. Como padre de la democracia, Alfonsín, no es que sea radical, pero fue increíble. Fue un hombre muy valiente. Pero hay un montón de cosas que no me gustan de un montón de partidos políticos.

-Si te regalaran 24 horas de impunidad, ¿qué harías?

Me encantaría traer a Vasco a la vida otra vez. Aboliría totalmente el narcotráfico, pondría las cárceles en condiciones, modificaría el Código Procesal Penal con gente que sepa de la materia y metería a todos los corruptos presos.

-Qué 24 horas ocupadas que vas a tener.

Y ya que estamos, lo podemos traer a Jesús.

-¿Qué le preguntarías a Jesús?

Que me enseñe. Le preguntaría el misterio de la muerte, si es verdad que nos encontramos allá arriba. Yo creo que sí.

-¿Cómo estás con "La decisión"?

Genial, el público se divierte mucho y la devolución es maravillosa. Es una obra de teatro donde no hablo para nada con la gente, así que pueden venir tranquilos que no van a participar (risas). Yo me divierto como pocas veces en la vida y mirá que lloré para llegar a esta instancia, fue muy difícil aprenderme esta obra.

-¿Por qué?

Es una gran responsabilidad estar sola sin interactuar con el público. Por ahí tenés algún inconveniente, te olvidas algo, te pasa alguna cosa y "tuc", hablas con la gente. Yo me río de mí cuando me mando algún moco. Acá no, porque me tengo que meter en ese mundo de Adela, que está totalmente loca, pobrecita, se le van apareciendo personajes. Tenés que estar tan atento y yo que soy tan dispersa que pensé que no lo iba a poder hacer.

-¿Tiene mucho tuyo Adela?

Sí, tiene de mi niña. Fui durante cinco años hija única y tenía dos amigas imaginarias, una se llamaba Beauty, muy cursi lo mío, y la otra se llamaba Bludis. Yo hablaba con Beauty y Bludis y cuando quería subir al colectivo o al tranvía, mi mamá me decía: "Subí Georgina". "No, primero Beauty y después Bludis". Entonces mi mamá: "Beauty, Bludis, ahora sí, subí Georgina". Rápido porque le daba vergüenza, pobre. Cuando yo me conecto con todos esos personajes que le van apareciendo a Adela, algunos geniales y otros monstruosos porque pobre está bastante bipolar, aparece todo este mundo imaginario.

"El teatro es una ceremonia, es cuando el público decide vestirse y arreglarse para creer en ese cuentito"

-Si tenés que elegir como medio, entre la televisión, el teatro y el cine ¿Con cuál te quedás?

A mí la tele me encanta. Vos trabajás en la tele y trabajás para los cámaras, para los sonidistas, los iluminadores... Si ellos están copados, es que estás haciendo un buen trabajo. Si se ponen a hacer cosas con el teléfono no les interesa la escena. La radio es muy mágica porque tenés un mundo virtual, yo soy adicta a la radio. El cine es mágico. Pero el teatro es una ceremonia, es cuando el público decide vestirse y arreglarse para creer en ese cuentito. Es bárbaro lo que pasa, porque vos sentís la gente, los oís respirar.

-Hay muchos actores de teatro que reniegan de la tele. Hay algunos prejuicios con la televisión como medio.

Yo no tengo ninguno y mirá que cuando yo arranqué a hacer televisión era como una especie de palabra prohibida. Era la época de la dictadura, entonces la tele era como una mala palabra porque había muchos actores que estaban prohibidos. Como que se suponía que la gente prestigiosa no estaba en la tele y yo no tuve nunca ningún problema. A muchos actores les habrá pasado y les pasa pensar: "No, ¿cómo voy a ir a trabajar...?". Yo soy popular gracias a Moser que lo amo y con Sofovich no coincidíamos ideológicamente pero conmigo fue siempre un sol de persona. Uno no puede negar la popularidad. Nunca tuve ningún problema.

-¿Ha sido un gran compañero en tu vida el teatro?

Es mi eterno amante, sí.

"La Decisión" se presenta esta semana en las siguientes localidades: Sábado 30 de mayo en Coronel Suárez, 31 de mayo en Pigüé, 2 de junio en Roberts, 3 de junio en Rojas, 4 de junio en Bragado, 5 de junio en Chivilcoy, 6 de junio en 25 de Mayo y 7 de junio en Dolores.

(1) Matias Bagnato sobrevivió a la masacre de toda su familia por un delincuente que fue beneficiado por el juez Axel López


Agradecimiento: Romina Sala, Peinado y Maquillaje. TW: @RSimagensocial.