Éste es uno de los empresarios argentinos buscado por el escándalo de la FIFA

Su nombre es Mariano Jinkis y es vicepresidente de Full Play. Junto a su padre Hugo y Alejandro Burzaco están acusados de pagar coimas para quedarse con la organización de cuatro ediciones de la Copa América

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La Justicia de la Argentina ordenó detener a tres empresarios argentinos que están involucrados en el escándalo de sobornos que conmovió el corazón de la FIFA. Uno de los ejecutivos es Mariano Jinkis, de 40 años. En la foto que acompaña esta nota se lo puede ver en un partido de la última Copa del Mundo, disputada en Brasil.

Mariano Jinkis es vicepresidente de la empresa de su padre, Full Play. Padre e hijo junto al presidente de Torneos, Alejandro Burzaco, están sospechados de haber pagado sobornos para quedarse con la organización de cuatro ediciones de la Copa América.

Así lo establece un informe presentado por la fiscal general de los Estados Unidos, Loretta Lynch, quien aseguró que el presidente de la Conmebol y directivos de las federaciones de Brasil y Argentina aceptaron recibir sobornos de la empresa Datisa.

El escrito, al que accedió Infobae, sostiene que el total de coimas fue de 100 millones de dólares: 20 millones sólo por firmar el acuerdo y 20 millones por cada una de las cuatro ediciones de la Copa América. Por cada 20 millones, los presidentes de Conmebol, AFA y CBF se llevaban 3 millones, mientras que los otros siete presidentes de las entidades que integran la federación que nuclea al fútbol sudamericano cobraron 1,5 millones. El restante medio millón iba al bolsillo de un "oficial de Conmebol" del que no se dan más precisiones.

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Los Jinkis y Burzaco están prófugos de la Justicia. El magistrado federal Marcelo Martínez De Giorgi rechazó ayer la exención de prisión que habían solicitado sus abogados. Se prevé que los letrados intentarán agotar todas las posibilidades que tienen de apelar la medida antes de recomendarles a sus defendidos que se entreguen. Mientras tanto la Policía argentina tiene la orden de buscar y encarcelar a los sospechosos.

De acuerdo a las leyes locales, los empresarios primero deberán enfrentar un juicio de extradición. Luego podrían ser enviados a dar explicaciones ante los jueces de los Estados Unidos. Sin embargo, hay una cuestión técnica que podría dilatar todo el proceso. El gobierno argentino denunció a los ejecutivos por evasión de impuestos. Esta causa, que tramita por separado, postergaría una definición sobre su comparecencia ante los tribunales norteamericanos.

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