Michetti: "Me parece que Horacio podría tener un rol en mi gobierno"

La precandidata a jefa de Gobierno abrió una puerta a su rival en la interna del PRO en la charla de café que compartió con Infobae. Aseguró que no la "desespera" la posibilidad de perder y reconoció que si gana podría haber "incompatibilidad" con el trabajo de su pareja

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 Nicolás Stulberg 162
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"Si pierdo, tengo un desprendimiento bastante importante del resultado, lo he logrado por primera vez en mi vida, no sé si es por la edad. Pero si pierdo no tengo una desesperación, una cosa fea... Por supuesto me va a dar tristeza, no voy a estar contenta, pero siento que no se me va la vida", dice Gabriela Michetti.

Infobae: – ¿Y usted cree que a su contrincante sí se le va la vida?

Michetti: – No sé... Me da la impresión de que él está mucho más agarrado... No sé, no voy a opinar, eso lo tiene que decir él.

La senadora y precandidata a jefa de Gobierno porteño derrocha carisma, pero aun así triplica los esfuerzos. Jura que conoce la ciudad de Buenos Aires igual que su competidor, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; que perder no es cuestión de vida o muerte, y que en caso de ganar el domingo –llegan voto a voto–, su contrincante tiene las puertas abiertas en un eventual gobierno suyo. Como para desdramatizar una interna descarnada y decisiva. Como para salir al cruce de aquellos funcionarios malintencionados que machacan con que Rodríguez Larreta recorre la Ciudad y ella no. Y como una forma sutil de desacreditar a su competidor. "Horacio es una persona que tiene una capacidad de coordinación muy importante, y lo ha demostrado. A mí me parece que perfectamente podría tener un rol en mi gobierno. Hay temas específicos que podríamos decir 'bueno, este tema y esta problemática la trabaja Horacio y la resuelve Horacio, con su equipo o con este equipo'. La idea sería trabajar más en ese sentido, quiero innovar en esa lógica, como Escocia", asegura.

"Siento que no se me va la vida si pierdo"

Son las cuatro y media en el restaurante Casa Cruz, en el barrio porteño de Palermo y Michetti tiene agendado un evento de campaña en la otra punta de la Ciudad, en Barracas, a las cuatro y media. Recién termina casi una hora de entrevista con cuatro periodistas de Infobae, como parte del ciclo "Café político", por el que pasaron los principales candidatos a suceder a Mauricio Macri. La senadora llegó apurada poco más de media hora tarde del horario pautado, acompañada solo por su jefa de prensa, Paula Schuster. Es lógico que también llegue tarde a Barracas. El automóvil que la traslada de un lado a otro desnuda el trajín electoral: diarios acumulados en el baúl, papeles desparramados en el asiento trasero y casi una decena de turrones en las gavetas de las puertas, que consumirá a lo largo del día. "Tengo muchísimas ganas de ganar, nos estamos matando por hacer una campaña que llegue a la gente. Es corto el tiempo, no tenemos enormes recursos, estamos con mucha épica y con mucha mística", explica. Sus asesores ejemplifican el abismo de recursos con el rival: cuentan que la senadora recibió en su PH de la calle Pasco al menos tres boletas de Rodríguez Larreta en solo una semana.

El corto tiempo de campaña no solo le propinó a la ex vicejefa un distanciamiento de Macri, que apostó desde el día uno por su jefe de Gabinete. También llega a la votación con al menos diez kilos arriba, mezcla de ansiedad y estrés electoral.

Michetti quiere decir mucho más de lo que dice, pero es lo más sincera que puede. "En los últimos tiempos no hemos tenido una conversación a fondo con Mauricio, la hemos dejado para cuando pase la campaña. Nos debemos una charla, obviamente, y la tenemos pendiente, cualquiera sea el resultado del 26. Tenemos una buena relación, no es que está mal la relación con él ni mucho menos. La charla profunda, las lindas charlas que tenemos las vamos a tener una vez que termine la campaña", admite. Y vuelve a diferenciarse de su rival interno. "La estrategia que tiene mi adversario circunstancial, Horacio, y la estrategia de su equipo es muy diferente. No es una competencia Horacio–Gabriela, es una cosa mucho más intrincada. Quiénes apoyan a quién, aparece Mauricio en la escena y lo traemos a la Ciudad cuando yo en realidad digo 'ayudemos a Mauricio, yo hago campaña nacional a la par de la Ciudad'", se explaya la senadora.

Infobae: – ¿Y usted cree que con su decisión de desafiar a la conducción del PRO y abocarse en su proyecto personal lo ayuda a Macri?

Michetti: – Siento que Mauricio tal vez todavía no sienta que esté ayudando como él quería que yo lo ayude. Pero estoy segura que en el mediano plazo se va a convencer, por la convicción que yo tengo de que el liderazgo que necesita esta Ciudad es un liderazgo que a él lo va a ayudar muchísimo. Yo soy una constructora del PRO, una persona que ama este proyecto.

Quiere dar vuelta la página, pero la ex vicejefa está dolida. Herida. No solo porque Macri oficializó a Rodríguez Larreta como el candidato oficial del PRO, sino por las duras críticas de sus colegas. Apunta con una dosis de acidez a Jaime Durán Barba, el principal asesor porteño, que hace un par de semanas la destrató: "Gabriela es una militante más", le había dicho al diario La Nación. "Cuando uno va al interior hacemos siempre el ejercicio con los chicos de ver cómo la gente ve al PRO en términos de las personas. Y le preguntamos a la gente '¿y vos, como ves al PRO? ¿Quiénes son del PRO?' 'Bueno, Mauricio', contestan. '¿Y quiénes más?', repreguntamos: 'Y, Gabriela'. Es muy impresionante", se jacta Michetti. Y perfila sus dardos hacia el asesor ecuatoriano. "Durán Barba está haciendo un juego político porque pertenece al equipo de campaña de Horacio, y creerá que eso le suma a Horacio. Me llama un poquito la atención en dos sentidos. Primero porque él siempre fue una persona que destacó muchísimo el tipo de candidata y política que yo soy, siempre me lo dijo. Como que le había tocado con mucha gente, con muchísimos candidatos en América Latina, y que en mi caso él sentía que era una candidata muy especial, y que él tenía mucho entusiasmo en trabajar conmigo. Y la otra cosa es que Jaime siempre nos inculcó, y es el gran aprendizaje que tomé de él, eso de 'concentrate en tu proyecto, en tu eje, y contale a la gente lo que vos querés hacer, no mires al adversario y empieces a contarle a la gente las cosas feas o las ninguneadas que podés hacerle'", dispara, dolida.

"Mauricio tal vez todavía no sienta que esté ayudandolo como él quería que lo ayude"

En poco más de cincuenta minutos de entrevista Michetti solo toma 7Up y come un par de diminutos alfajores de maicena justo cuando se prenden las cámaras. "Me agarraste justo, estamos como la mesa de Mirtha", bromea la precandidata con la boca medio llena y las uñas pintadas de azul furioso.

Antes de eso se había tomado varios minutos para explicar las bondades de un cepillo francés –regalo de su hermana Silvina– que larga calor y proporciona un prolijo brushing. "No voy más a la peluquería, es genial. Hay que ser representante de ese cepillo en el país", ríe.

La senadora no esquiva ni una pregunta. Hasta da su versión del rol del empresario Nicolás Caputo, el más íntimo de los amigos de Macri y el hombre más poderoso del PRO detrás del jefe de Gobierno. "No se resintió mi relación con Caputo, es una linda relación, charlamos de vez en cuando. Nos respetamos, yo creo que Nicolás juega un rol importante, en el sentido de que está muy lleno de mitos alrededor de él, y él se lo banca con bastante entereza. Es un empresario que desde lo que yo escucho que él me cuenta hace muchísimos años, desde sus bisabuelos, que tiene vida empresarial su familia, y lo veo una persona muy normal. Me resulta una persona con la que tengo una buena relación, incluso ahora después de esta decisión mía fue una persona que me ha dicho siempre esto de respetarse a uno mismo", se explaya Michetti.

Infobae: – Caputo también prefiere a Larreta como sucesor de Macri.

Michetti: – Nunca me lo ha dicho así...

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La precandidata mantiene el humor, pero se le notan los resabios de la recta final de una interna despiadada. Estaba acostumbrada a los roces, pero no a tanta virulencia. Es que hasta hubo intentos de algunos operadores macristas que quisieron embarrar la cancha en su seno más íntimo: hurgando en el legajo de su pareja, el asesor empresarial Juan Tonelli. Es el único momento de la charla en el que a Michetti se le humedece la vista.

"Me resulta extremadamente doloroso cuando uno siente y escucha, y tiene información además, de que aparecen del otro lado, y sobre todo compañeros de equipo, y que Paula, que es mi jefa de prensa, tiene que andar desatando operaciones. Me resulta doloroso por eso, pero también por Juan, porque es una persona muy especial... yo sé que él se hace el macho y el hombre que no le duele, pero conociéndolo bien como lo conozco sé que es muy jorobado para él, porque es una persona extremadamente sana", se defiende ella. Admite que hubo charlas muy íntimas ante un eventual triunfo suyo. "Estamos en una situación preocupante, porque no sabemos bien qué hacer. Por un lado, si él sigue trabajando como asesor de empresas, como es, creemos que podría haber incompatibilidad. Podría haberla como no haberla. O trabaja y es funcionario con nosotros y forma parte del equipo, o no sé, trabaja de una cosa que no tenga nada que ver. Es un problemón ahora para él", explica.

"Creemos que podría haber incompatibilidad de mi pareja"

La ex vicejefa de Gobierno –acompañó a Macri en su primer período, a partir del 2007–, se mete de nuevo en la interna que la tiene de coprotagonista. Y, otra vez, se diferencia de su rival. "Horacio tiene un desafío muy grande en tratar de salir de su rol de jefe de Gabinete. Él cree, y está convencido, que el jefe de Gobierno tiene ese rol. El liderazgo de Mauricio Macri no es un liderazgo de jefe de Gabinete, es un liderazgo que va más arriba de eso. Y yo creo que puedo poner sobre la mesa o puedo proponerle a los porteños ir un poco más allá. Sigamos todo lo que nos está haciendo bien, hagámoslo mejor cada vez, aceleremos lo que hacemos bien y profundicémoslo", aclara.

Solo como ejemplo, insiste una vez más en su conocimiento de los barrios porteños. Conocimiento que, según ella, data de años atrás.

"Cuando yo vine a la Ciudad –nació en Laprida, provincia de Buenos Aires– vivía en un pensionado. Tenía 17 años y los fines de semana había que estudiar, pero cuando habías terminado yo agarraba y todos los santos fines de semana, con mi vocación de curiosidad de turista permanente que tengo, me levantaba muy temprano y me iba con un cuaderno y lapicera, y me iba, agarraba cualquier colectivo desde su inicio hasta el final y me recorrí todos los santos barrios de la Ciudad, con sus calles, sus plazas, sus parques, todo, todo. Era la guía de todas las chicas del pensionado", recuerda Michetti.

Postales de otros tiempos. Sin internas salvajes. Sin chicanas. Sin una elección decisiva de fondo. Otra vida: "Ahora hace tanto que no me tomo los colectivos".

Participaron del café:

- Leonardo Tagliabúe (@leotagliabue)
- Juan Graña (@juangraa)
- Marcos Quintans (@MQG)
- Federico Mayol (@fedemayol)

Producción:

Mariana Dahbar
Alejo García Sosa
Diego Barbatto
Marcelo Tubello


El look: