Los tres resultados que necesita Macri para recuperar el primer lugar

Santa Fe, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires: los tres resultados clave para Mauricio Macri. Para despegarse de Sergio Massa y para acercarse a Daniel Scioli. Para dejar de ser el segundo que se estancó entre marzo y abril y ser el candidato que recupera la pole position que detentaba hace 45 días.

Las dos primeras condiciones ya se dieron: Miguel del Sel ganó -y muy bien- en Santa Fe. Y Alfredo Cornejo hizo lo propio en Mendoza. Resultados perfectos para que Macri, micrófono en mano y rodeado de Del Sel, pero sobre todo de Carlos Reutemann, pueda decir que el cambio está llegando. La foto perfecta. En el escenario apareció todo el cotillón de los festejos PRO, pero la música fue más popular que lo habitual, consecuencia de que finalmente Del Sel era el local; o de que el cambio está llegando también a PRO.

A los peronistas los resultados no les cayeron mal. Temerosos de tener que explicar dos fracasos, se fueron a dormir más que tranquilos con las performances de Omar Perotti en Santa Fe y los candidatos mendocinos en el FPV, sin reparar en la gran noche de Macri. El argumento peronista es que demostraron que tienen un piso electoral a nivel provincial, más allá del distrito; al revés de Macri y de Massa. Un diferencial que según ellos siempre se nota a la hora de las elecciones de los presidentes.

En Mendoza, al despertarse esta lunes a la mañana se encontraron con la buena noticia de que los candidatos del FPV sumados llegaban al 40%, a tan sólo 5% del ganador, el radical Alfredo Cornejo. Debe reconocerse que no se esperaba una diferencia tan acotada entre el promocionado –sobre todo por el radicalismo- frente que encabezaban Cornejo y el peronismo. Detalle: en el FPV mendocino ganó la interna el postulante sciolista -Adolfo Bermejo- sobre el hombre K puro -Guillermo Carmona-, que tuvo la última semana el apoyo de Randazzo. La interna de la interna.

Para Macri, Santa Fe resultó la mejor de las opciones: Del Sel ganó como candidato –lo que se esperaba- y le permitió a PRO ser el partido más votado, sin tener una interna dentro (como el Frente Progresista). Además el Frente Renovador de Massa tuvo su noche negra, como la primera de Onur y Sherezade. Contó con agregados interesantes como que Anita Martínez, la candidata a Intendente de Rosario, se convirtió en la más votada en la ciudad, por sobre la actual Jefa local, Mónica Fein; de todos modos, por partido, el FPCS obtuvo más apoyos que PRO.

Macri necesita la victoria de Larreta no sólo por él, sino por la supervivencia del proyecto de PRO en el que cree

En esa provincia hubo un mensaje nacional anexo: Del Sel y PRO contaron con el apoyo de la inescrutable cantidad de votos de Carlos Reutemann, suficientemente importante como para confirmar que la alianza con el ex piloto de F1 fue uno de los mayores aciertos de la campaña amarilla que puede terminar con su candidatura a vicepresidente. Para la foto de anoche, y quizás para la gran pelea nacional, es que fueron a buscar a Lole Reutemann. Lo buscaron incluso literalmente: el ex gobernador se perdió en el escenario y lo tuvieron que guiar hasta donde estaba Macri.

La tercera condición que tiene que alcanzar Macri esta semana es su Buenos Aires. Ya se ha dicho, escrito, analizado y pensado todo. Está más que claro que, independientemente del resultado Larreta-Michetti, la interna porteña insumió más tiempo, esfuerzo e imagen de Macri de lo que se esperaba. "Si hubiéramos podido ver el futuro, esto, sin duda, se hubiera manejado de otra manera" dicen ahora. En el medio se rompieron amistades, pasaron cosas que se creía que no podían suceder en una interna PRO y quedaron rencores que sólo se explican comprendiendo que había recelos y diferencias que estaban ocultos detrás de una pretendida nueva manera de hacer política.

Quien mire el futuro en términos de una semana dirá que Macri necesita que triunfe Larreta. Y quien lo haga mirando a octubre probablemente también. Macri necesita esa victoria, no solo por Larreta, sino por sí mismo y la supervivencia del proyecto de PRO en el que cree. A una semana de la interna ya resulta más que obvio que lo que se vota el próximo domingo no sólo es una opción entre nombres para el mejor candidato a Jefe de Gobierno de PRO. También se vota un modelo de partido. Esto es lo que, con sentido común, la cúpula del partido evitó que se expusiera en el debate de candidatos. Son temas demasiados centrales, profundos y sensibles, dijeron, como para discutirlos en televisión.

Michetti repudia, con razón, este silogismo. Dice que en realidad sólo se votan estilos y personas. Y que nada va a cambiar en caso de que ella triunfe, quizás preocupada de que algunos independientes e indecisos opten por Larreta sólo para que la candidatura de Macri siga creciendo o PRO no enfrente una interminable crisis interna.

Macri tiene una semana para conseguir en la Ciudad de Buenos Aires lo que logró en Santa Fe: una foto grupal en el mismo escenario, con el líder rodeado de Michetti y Larreta. Sólo así habrá triunfado en los tres distritos en la misma semana. ¿Será posible?