"Es cierto que nuestra economía aún está bajo una presión a la baja", dijo Keqiang, citado en una entrevista con el periódico Financial Times. "No va a ser fácil alcanzar otro crecimiento de un 7% este año", agregó.
Sus comentarios fueron realizados al día siguiente de que una serie de datos revelara que la economía china creció un 7% desde el inicio de 2015, un nivel no visto desde la crisis financiera mundial de 2009, luego de un debilitamiento en la expansión de las exportaciones, la inversión, la manufactura y la demanda interna.
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Sin embargo, Li aseguró que Pekín no podía confiar en la devaluación de su moneda para elevar las exportaciones chinas.
"No queremos ver una devaluación adicional de la moneda china, porque no podemos depender de la devaluación de nuestra moneda para impulsar las exportaciones", declaró el premier.
Keqiang también señaló que China no quiere ver a "las principales economías compitiendo para devaluar sus monedas", ya que ello llevaría a una "guerra de divisas".
Li dijo que aunque su país está en el extremo receptor de la deflación debido a la caída de los precios mundiales de las materias primas, China no está en deflación.
El primer ministro chino añadió que su nación daría la bienvenida a un crecimiento constante en su
, pero advirtió que el Gobierno tomará medidas para
inmobiliarias.