Islamistas somalíes Al Shabaab amenazan a Kenia con una "guerra larga y espantosa"

Después del feroz ataque contra la universidad Garissa, en el que murieron 148 personas, el grupo terrorista prometió un nuevo "baño de sangre" si el Ejército de Nairobi no se retira de tierras musulmanas

Compartir
Compartir articulo
 AFP 163
AFP 163

El grupo Al Shabaab amenazó el sábado a Kenia con una "guerra larga y espantosa", dos días después del feroz atentado que terminó con la vida de 148 personas en la universidad de Garissa.

El gobierno keniano prometió el viernes que no se dejará "intimidar" por el ataque de Garissa, el más sangriento en su territorio desde el atentado contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi en 1998, reivindicado por Al Qaeda, a la que Al Shabaab se afilió en 2012.

El presidente keniano, Uhuru Kenyatta, se comprometió este sábado a responder "con la mayor severidad posible" al ataque, asegurando que su país no se plegará ante la amenaza de los islamistas somalíes.

"Mi gobierno responderá con la mayor severidad posible al ataque y a cualquier otro ataque", declaró en su primera intervención pública desde el final del atentado, que dejó 148 muertos.

"A pesar de la adversidad, no nos hemos plegado nunca, y jamás nos plegaremos, y continuaremos construyendo una nación próspera y segura", añadió Kenyatta, quien declaró el sábado tres días de duelo nacional.

"Mi gobierno responderá con la mayor severidad posible al ataque y a cualquier otro ataque"

Al Shabab prometió un nuevo baño de sangre si el ejército no se retiraba de las "tierras musulmanas". En efecto, a través de un comunicado, denunciaron "la opresión", "las políticas represivas" y "la persecución sistemática de los musulmanes" en Kenia y "la ocupación de las tierras musulmanas" por parte de Nairobi.

 AFP 163
AFP 163

Se refiere a Somalia, donde el ejército keniano combate a los islamistas desde 2011, y a las regiones kenianas de mayoría musulmana del nordeste y del este, fronterizas con Somalia, y las del litoral.

"Si Dios lo quiere, nada nos impedirá vengar la muerte de nuestros hermanos musulmanes hasta que vuestro gobierno cese su opresión y hasta que todas las tierras musulmanas sean liberadas de la ocupación keniana", afirmaron en este comunicado publicado en inglés.

"La sangre correrá a mares en las ciudades de Kenia, será una guerra larga, espantosa", añade.

Los islamistas amenazan con atentar contra "escuelas, universidades, lugares de trabajo e incluso casas".

Al Shabaab, debilitado militarmente en Somalia, eligió Kenia, un país fronterizo, para demostrar, según los analistas, que siguen teniendo capacidad para cometer ataques de envergadura.



"Si Dios lo quiere, nada nos impedirá vengar la muerte de nuestros hermanos musulmanes"

Desde el jueves, día del atentado, "cinco personas fueron detenidas", declaró a la AFP el portavoz del ministerio del Interior, Mwenda Njoka.

"Sospechamos que son cómplices de los atacantes, intentamos establecer los vínculos", dijo. Dos de ellos fueron detenidos en el campus, añadió.

 AFP 163
AFP 163

"Uno es un tanzano llamado Rashid Charles Mberesero, que estaba escondido en el techo de la universidad en posesión de granadas. El segundo es un vigilante (sospechoso de haber) ayudado a los atacantes a entrar (...) su nombre es Osman Ali Dagan, es un keniano de etnia somalí", detalló.

El jueves, el ministro del Interior, Joseph Nkaissery, anunció la detención de un "presunto atacante". Njoka confirmó que formaba parte de los cinco detenidos.

Más de 50 horas después del inicio del ataque, una superviviente, escondida desde hace dos días en un ropero, fue hallada el sábado por la mañana. La víspera, cuatro sobrevivientes habían sido rescatados.

En total, 663 estudiantes supervivientes abandonaron el sábado Garissa con destino a Nairobi a bordo de una autobús fletado por el gobierno. La universidad, que acogía a más de 800 estudiantes de todo el país, ha sido cerrada hasta nueva orden.

 AFP 163
AFP 163

Los cuerpos de "cuatro terroristas" muertos en el asalto de las fuerzas de seguridad fueron encontrados en la universidad, donde el jueves abrieron fuego indiscriminadamente, antes de entrar en la residencia universitaria y separar a los musulmanes de los demás. A los primeros los dejaron marcharse y a los no musulmanes los secuestraron.

La entrada de vehículos con matrícula estadounidense en el campus hace pensar que el FBI podría estar participando en la investigación, como fue el caso en el asalto al centro comercial Westgate por un comando shebab en 2013 (al menos 67 muertos).

Las autoridades kenianas buscan desde el jueves al que consideran el cerebro del ataque, Mohamed Mohamud, por el que ofrecen unos 200.000 euros. Este antiguo profesor keniano de una escuela coránica de Garissa se unió primero al movimiento de los Tribunales Islámicos que se adueñó de Mogadiscio en 2006, antes de pasarse a una milicia islamista y acabar en los shebab.