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Una vez más el Pedro Bidegain fue testigo de una nueva presentación de San Lorenzo sin el apoyo de su gente. Las puertas cerradas al público opacó el espectáculo que tenía como atractivo la posible sustitución en la cima del campeonato, porque después del empate que animaron Rosario Central y Colón, el "Ciclón" tuvo la oportunidad de llegar al lugar de privilegio.
En tan sólo 90 minutos de juego, Lanús generó la ocasión más clara para sorprender al "Cuervo". Tras una gran combinación entre Lautaro Acosta y Lucas Melano, Matías Caruzzo derribó al "Laucha" adentro del área y Silvio Trucco no dudó: penal. Desde los doce pasos, Víctor Ayala cruzó su remate, pero Sebastián Torrico se lució con una enorme tapada para evitar el grito del paraguayo. Fue el golpe que hizo reaccionar a un azulgrana que había comenzado su compromiso con una pasividad muy notoria.
La notable triangulación entre Enzo Kalinski, Sebastián Blanco y Mauro Matos le permitió al ex All Boys festejar el 1 a 0. Si bien la acción debió ser anulada por offside, Federico Cuello no levantó su banderín y los del "Patón" facturaron. De todos modos, la alegría se convirtió en preocupación cuando el ex central de Argentinos y Boca observó la segunda cartulina amarilla y dejó a su equipo en inferioridad numérica. El suspenso invadió al Nuevo Gasómetro de cara al complemento.
El "Granate" no supo aprovechar el hombre de más, y en los primeros movimientos del segundo capítulo el "Ciclón" afirmó su liderazgo. El preciso centro de Leandro Romagnoli y el oportunismo de Matos, dejaron sin chances a Fernando Monetti. Con el 2 a 0, San Lorenzo se replegó en su campo y se dedicó a contragolpear a la endeble defensa bonaerense.
El triunfo se convirtió en goleada cuando Julio Buffarini sentenció el 3 a 0 de penal. El ex Ferro infló la red con solidez y convicción para dejar de rodillas a un Lanús que no supo aprovechar sus oportunidades. La bronca de Guillermo Barros Schelotto se justificó con el desempeño de sus dirigidos.
La perfección de la ofensiva blaugrana se expresó en el 4 a 0. La construcción del "Pitu" Barrientos, junto con las combinaciones entre Kalinski, Blanco, Más y Cauteruccio cerraron la noche ideal para el dueño de casa. A pesar de la ausencia de gente, el "Cuervo" vivió una fiesta exclusiva para convertirse en un serio candidato a la corona.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com