Ni Karina la princesita, ni Joss Stone: Moyano llenó el Luna Park

El camionero relanzó el Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo. Evitó cualquier pronunciamiento acerca de cuál será el candidato que apoyará. Habló de la intolerancia del gobierno K

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 Nicolás Stulberg 162
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Ni Karina la princesita, ni Joss Stone. Hoy fue el camionero Hugo Moyano el que llenó el Luna Park para relanzar la fuerza política de su invención: el Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo (PCEyT). En un discurso de muy corta duración, el líder de la CGT opositora evitó cualquier pronunciamiento acerca de cuál será el candidato que apoye en las próximas elecciones presidenciales. Si bien ese interrogante no fue develado, quedó cien por ciento ratificado que Moyano jugará activamente en la vereda de enfrente del kirchnerismo, al que acusó de "intolerante".


A juzgar por la compañía que tuvo el camionero en un estadio colmado de trabajadores de esa actividad, quedó flotando la sensación que su apuesta electoral parece aproximarse bastante a la figura de Sergio Massa, el postulante del Frente Renovador.


Además de su hijo Facundo (enrolado desde hace rato en las filas del ex intendente de Tigre), dijeron presentes entre otros en Bouchard y Corrientes, Juanjo Álvarez (jefe de campaña del massismo), el Pato Galmarini (suegro de Massa), el diputado nacional y ex gobernador Mario Das Neves, y Federico Sánchez, un joven dirigente sindical del gremio de trabajadores del peaje que tiene el partido de Massa en la zona norte del conurbano bonaerense. También se hizo ver el ex juez Daniel LLermanos, que ha defendido a Moyano en distintas causas judiciales.


Si esas presencias llamaron la atención, tampoco pasaron desapercibidas algunas ausencias, como la del gastronómico Luis Barrionuevo y el ruralista Gerónimo "Momo" Venegas, a quienes se los había anunciado entre los posibles concurrentes. Por lo demás, el resto de la dirigencia sindical que lo acompaña en su central se presentó sin fisuras, hasta el sciolista Plaini lo acompañó.


Con Barrionuevo, que últimamente se ha mostrado muy próximo a la figura del cordobés José Manuel de la Sota, Moyano venía de recomponer relaciones en un plenario sindical realizado en Mar del Plata, con más ruido que nueces. Lo de Venegas se puede entender mejor: además de contar con un partido político propio (Fe), el jefe de los trabajadores del campo acaba de llegar a un acuerdo con el macrismo de Santa Fe para darle su apoyo a la candidatura a gobernador del cómico Miguel del Sel.


En verdad, el acto en el Luna había sido presentado como el lanzamiento del partido de Moyano, lo cual es inexacto: el PCEyT fue en verdad presentado como novedad en mayo de 2013, y también en el Luna. En aquel debut, medio olvidado, acompañaron a Moyano algunas caras que hoy no estuvieron, como las del ex ministro Roberto Lavagna, el ex intendente Aldo Rico y Francisco de Narváez, con quien selló una alianza que no resistió más que una elección.


Aquella vez, Moyano había estado francamente muy duro con Cristina, acusándola de dividir al movimiento obrero y a la sociedad argentina. Hoy, en cambio, el camionero apeló a un tono más cauteloso, que está en sintonía con el que viene utilizando desde mediados de 2014, por temor a ser apuntado como un factor destituyente.


A partir de ese cambio, mostrando un perfil de mayor mansedumbre, el camionero tiró para atrás la realización de un paro general (que le valió enemistarse con Barrionuevo) y se consagró como presidente de Independiente.


Como sea, Moyano no se privó de tirar algo de munición pesada. Habló de la intolerancia del gobierno K y mostró como ejemplo la muestra de grandeza que dieron en 1973 Juan Perón y Ricardo Balbín, como líderes entonces de las dos expresiones mayoriutarias, el PJ y la UCR.


Defendió al judicial Julio Piumatto, uno de los convocantes de la reciente marcha del silencio en homenaje al fiscal Alberto Nisman. "Dicen ahora que Julio es de derecha, je... Estuvo seis años preso en la dictadura y es un abanderado de los derechos humanos. En cambio, ahora teníamos como funcionario de los derechos humanos a un tipo que cagaba a palos a la mujer...". La multitud, donde predominaba el verde que identifica a los camioneros, celebró la mención sobre Carlos García Muñoz.


Chicanas aparte, la definición política más importante de Moyano fue la reiteración de una vieja idea que lo acompaña: la de que un futuro llegará a la Casa Rosada un hombre salido de las fuerzas del trabajo. Una definición que en su momento le fue repliacada por la doctora Kirchner, cuando Moyano la expresó en cancha de River y Cristina le salió al cruce, diciéndole que ella era una trabajadora que llegó a la Presidencia. Eran los tiempos kirchneristas de Moyano, que siempre soñó con emular a Lula Da Silva.


"Yo no me animaría a decir que ya cerró con Massa", señaló a Infobae un íntimo de Moyano, que lo acompaña desde hace décadas. Alguien que estuvo a su lado cuando el camionero fue candidato a diputado nacional por el partido --ya extinguido-- de Saúl Ubaldini (los votos fueron insuficientes) y también cuando probó suerte para el experimento con De Narváez que terminó en fiasco, en 2013.


Concretamente, la idea de sus operadores es que Moyano de oxígeno a su partido para anudar distintas alianzas electorales, de acuerdo a las particularidades de cada provincia. ¿Podría arreglar entonces con Macri en Capital?