Sexo seguro: recomendaciones para cuidarse de a dos

En el marco del mes de los enamorados, vale recordar cómo cuidarse y cuidar al otro. El buen uso del preservativo es clave. También, cinco trastornos que pueden afectar la vida sexual

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Pasados los festejos por el Día de los Enamorados, junto con el estreno del film erótico tan esperado 50 sombras de Grey, vale la pena recordar algunos puntos importantes para tener un sexo seguro y cuidarse de a dos.

No sólo San Valentín fue celebrado en el mundo entero, sino que el Día Internacional del Condón, por ejemplo, también estuvo entre las efemérides de febrero. En esa jornada, que se llevó a cabo el día 13 , AIDS Healthcare Foundation (AHF) Argentina inició una campaña con el objetivo de generar conciencia sobre el correcto uso del preservativo.

Se estima que en Argentina hay 110 mil personas que viven con VIH/Sida

"Los preservativos son copados", fue el eslogan de la campaña, que, además, ofreció una guía para su uso correcto:

-Abrir la envoltura con las yemas de los dedos, ¡no uses dientes o uñas!: generalmente los preservativos tienen los bordes con la ranura para abrirlo. Estos bordes están en zig-zag en cualquier lado de la envoltura y están diseñados para poder abrirse rápida y fácilmente. Si no, es muy importante no romper la envoltura y no utilizar tampoco tijeras, dientes, o cualquier otro instrumento afilado porque se puede romper el condón.

-Colocar el preservativo una vez que el pene este completamente erecto: debe quedar ajustado sobre el pene, sin dejar espacios apretados o sueltos. Si se coloca sobre un pene que no está completamente erecto, no ajustará bien y es probable que se rompa durante la relación sexual.

-Usar lubricantes solo a base de agua ¡nunca utilices cremas cosméticas ni vaselina!: es recomendable usar sólo lubricantes no grasos con base de agua. Nunca uses productos grasos tipo vaselina, cremas cosméticas o solares, leches corporales, aceites, entre otros. Los productos grasos vuelven al preservativo poroso.

-Sujetar la punta del preservativo presionando para sacarle el aire, desenrollarlo suavemente sin soltar el extremo hasta que llegue a la base del pene: esto elimina la posibilidad de crear una bolsa de aire dentro del preservativo cuando te lo pongas, y así reduce la posibilidad de que se rompa.

-Después de eyacular, sujetar la base del preservativo cuando retires el pene, esto evitara que se derrame el semen o que se quede dentro el preservativo. Envolvelo en papel y depositalo en la basura: atar la apertura de la base y hacer un nudo para prevenir derrames, luego envolver en papel higiénico o un pañuelo descartable, y tirarlo en la basura.


Salud y sexualidad

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"La sexualidad es una parte importante de la salud, teniendo una marcada incidencia no sólo en el aspecto físico sino también emocional y relacional de la persona. Es decir que una buena salud sexual tiene implicancias mucho mayores de las que pensamos, afectando al individuo en prácticamente todos los planos de su personalidad y su forma de desenvolverse", asegura el doctor Fernando Beltramone, especialista en Ginecología y Obstetricia.

Está comprobado que las relaciones sexuales periódicas influyen positivamente en el estado de ánimo, e inclusive en funciones corporales orgánicas

"El tema es tan importante que en los últimos años ha dejado de ser tabú en la sociedad. De hecho, hemos entendido que hablar de sexualidad es bueno, y que ejercer esta sexualidad de manera saludable tendrá consecuencias muy positivas en la persona, influyendo en la pareja y en la familia en su conjunto", agrega el especialista.


Cinco trastornos que pueden afectar la vida sexual

Sin embargo, pese a la importancia de una buena sexualidad, surgen desde el aspecto médico diversas afecciones femeninas que pueden influir negativamente en el disfrute sexual, lo cual en ocasiones puede interferir en la sensación de bienestar de la pareja. Así los describe el doctor Beltramone.

Vaginitis: "Son infecciones relativamente frecuentes; de hecho, virtualmente toda mujer la ha sufrido en alguna ocasión. Consisten en un cambio en la flora vaginal normal, sea por simple cambio en la población bacteriana o por contagio, pudiendo prevalecer la colonización de hongos, bacterias o parásitos". De todos los tipos de vaginitis, la micosis (causada por hongos), es la más sintomática, generando gran flujo vaginal e inflamación de las mucosas, lo cual produce ardor y dolor durante el coito.

-Miomas: "Los miomas (o fibromas) uterinos, son tumores benignos del útero que, según su ubicación y tamaño, pueden o no causar síntomas. Es una patología muy frecuente en la mujer, y suele asociarse con sangrado uterino más copioso". Cuando son grandes, o están cerca del cuello del útero, dan la sensación de peso o de ocupación en la vagina, lo cual interfiere a menudo la penetración normal. El movimiento del útero puede despertar dolor. No siempre precisa cirugía.

-Adherencias: "Las adherencias entre útero, ovarios y trompas con los órganos vecinos pueden existir como consecuencia de cirugías previas y la fibrosis cicatricial que esto conlleva. También puede darse en forma espontánea luego de infecciones en las trompas, o endometriosis". Normalmente el útero tiene que tener una libre movilidad y, si este órgano está fijo, la movilización durante la penetración profunda suele despertar dolor –a veces muy intenso–, que puede ocasionar la interrupción del acto sexual.

-Endometriosis: "Es una patología de relativa frecuencia en la mujer, con un componente de riesgo hereditario. Consiste en presencia de endometrio (que debe estar sólo como la piel del interior del útero) fuera del útero. Éste se suele alojar en ovarios, cerca de las trompas, y del recto". El dolor no suele tener correlación con la severidad de la patología. "Siempre que una paciente refiere dolor pelviano espontáneo o inducido, o empeorado por las relaciones sexuales, pensamos en esta posibilidad".

-Vaginismo: "Es una contracción involuntaria de los músculos perineales (de la entrada vaginal), que suele estar ocasionada por condicionamientos psicológicos o culturales en quien lo sufre". El vaginismo puede surgir como consecuencia de una situación de violencia sexual previa, o situaciones de mucha vergüenza con respecto a la sexualidad de la paciente, que inconscientemente condiciona su relajación durante la penetración. Se suele sentir gran dolor al inicio de la penetración, con sensación de que la misma es dificultosa. Lo importante es descartar que existan alteraciones anatómicas vaginales reales antes de arribar a este diagnóstico. El verdadero vaginismo suele responder muy bien a la psicoterapia.

"Si bien estamos hablando de patologías y no de 'vida sexual', existe una relación directa entre ambas; por ello la mejor forma de vivir una vida sexual en plenitud es comenzando por la detección de cualquier irregularidad que pueda haber en términos físicos", concluye el especialista.