Seguramente muchos de los simpatizantes de Boca y otros "cholulos" que se acercaron hasta el Aeropuerto de Ezeiza para ver de cerca a Daniel Osvaldo se hubieran imaginado a un personaje con aires de Rock Star. Pero poco se oyó de esa faceta a la hora de afrontar los micrófonos, más allá de que su look aparentaba otra cosa.
"Estoy muy contento... Y nervioso", mencionó a pura sinceridad y con una risa que trató de disimular la sorpresa que le generó ver tantos medios cubriendo su regreso al país. Claro, se fue de muy joven a Europa y, sin tanta repercusión por haber estado vinculado a la Selección de Italia y no la de Argentina, jamás había visto tanta gente en un aeropuerto durante su traspaso a otro club.
Después de meterse un poco al hincha en el bolsillo al decir que "estoy cumpliendo el sueño de mi vida" (vale destacar que en más de una oportunidad se manifestó como ferviente simpatizante de Boca), Osvaldo dialogó ante la prensa como si fuera aquel purrete que debutó con 19 años en la B Nacional, con la camiseta de Huracán: "Vine a dar una mano con toda la humildad del mundo".
"Vengo a competir, a ser uno más del plantel con toda la alegría y humildad del mundo", insistió el ex '9' del Inter, quien recibió el apoyo de su entorno familiar para determinar su vuelta al país. Su mujer, la actriz Jimena Barón, envió un mensaje en su cuenta de Twitter, con tinte "azul y oro".